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6.11.23

“Estamos aquí para morir. No hay ningún lugar seguro en Gaza”

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Por Mahmoud Mushtaha (*)

Miles de familias gazatíes se refugian en colegios y hospitales después de que los bombardeos de Israel destruyeran sus casas. Todos buscan agua, luz y comida desesperadamente.

Por vigésimo quinto día consecutivo, la franja ha sufrido un ataque masivo de las fuerzas de ocupación israelíes. Según el Ministerio de Sanidad de Gaza, han muerto ya 8.330 personas, en su mayoría niños y mujeres, como consecuencia de los continuos bombardeos. Israel lleva imponiendo un largo bloqueo a Gaza desde 2006, que ha afectado a todos los aspectos de la vida de los gazatíes en los sectores sanitario, educativo y económico, y ha restringido la circulación de personas en la franja. Y después de todas estas medidas, el gobierno israelí ha impuesto ahora un "bloqueo total" a los gazatíes, combinado con sus continuos ataques, y Gaza no tiene agua, electricidad, alimentos ni combustible.

"Estamos aquí para morir. Israel nos ha condenado a muerte a todos, incluso a los niños, que no tienen leche", me dice la señora Um Fadi, de 39 años. Um Fadi se ha refugiado en un colegio buscando un sitio seguro para su familia después de que los ataques aéreos israelíes destruyeran su casa. "Vinimos a esta escuela, la Tufah School, sólo para buscar un refugio seguro para nuestros hijos, aunque creemos que no hay ningún lugar seguro en Gaza. Ni siquiera tenemos electricidad para cargar nuestros teléfonos y ver cómo están nuestros familiares", explicó. 

"Tampoco tenemos agua, todos los días mis hijos luchan por conseguir un litro de agua"

"Tampoco tenemos agua, todos los días mis hijos luchan por conseguir un litro de agua", explica la mujer. Um Fadi tiene seis hijos, dos niñas y cuatro niños. Las necesidades básicas no están disponibles para los desplazados. La crisis humanitaria en Gaza ha llegado a su nivel más alto. 

Feda Abed-elhady, de 23 años, vive evacuado en el hospital Al-Quds de Tal-elhawa, en la Ciudad de Gaza. "Mi familia y yo nos vimos obligados a refugiarnos aquí después de que las fuerzas de ocupación israelíes nos advirtieran de que había que evacuar las torres de Tal-elhawa", cuenta Feda. "La situación es terrible para nosotros como desplazados, no hay comida ni agua, ni siquiera los baños son suficientes para el gran número de personas que hay en el hospital", explica. "Hay que esperar horas para entrar en el baño, y hay niños y personas mayores que no pueden soportar estas situaciones". "Muchas panaderías están cerradas porque no hay combustible para trabajar, así que hay que luchar y sufrir para conseguir un trozo de pan", dice Feda. 

"No dejaremos el hospital"

El ejército israelí anunció hace unos días que atacaría el hospital Al-Quds. Aunque el derecho internacional prohíbe bombardear o destruir instalaciones médicas, Israel está cometiendo esos crímenes de guerra en Gaza. Hace una semana, bombardeó el hospital Al-Mamadani [Al-Ahli Arab] y mató a unos 650 civiles que habían sido evacuados allí. El doctor Bashar Murad, director del hospital Al-Quds, dice: "Aquí tenemos pacientes y heridos, unos 14.000 desplazados están refugiados en el hospital porque es un lugar seguro para ellos. Estas personas intentan salvar a sus familias, no podemos evacuarlas". Feda Mushtaha me cuenta: "No dejaremos el hospital, no tenemos otro lugar donde ir, si Israel tiene que matarnos aquí, que lo haga. No tenemos nada que perder".

En medio de la matanza masiva de civiles en Gaza, 2,3 millones de personas pasan hambre y no pueden conseguir alimentos. Los mercados están casi vacíos, la ayuda humanitaria que ha entrado en Gaza no es suficiente para cubrir las necesidades de la población. En días normales, entraban en Gaza unos 500 camiones al día. Hoy en día, con el ataque militar israelí y el bloqueo total de Gaza, la población sufre por las restricciones a la ayuda humanitaria. 

Israel se negó a permitir la entrada de ayuda en Gaza, y después de tres semanas, Naciones Unidas sigue presionando para que entren entre 15 y 20 camiones al día

Al principio del ataque, Israel se negó a permitir la entrada de ayuda en Gaza, y después de tres semanas, Naciones Unidas sigue presionando para que entren entre 15 y 20 camiones al día. "Seguimos con gran preocupación el sistemático bombardeo israelí que pretende exacerbar la crisis del suministro de alimentos que ha alcanzado su punto álgido en los últimos días", declaró el Observatorio Euro-Med de derechos Humanos, organización con sede en Ginebra.

"En medio de la catástrofe humanitaria a la que nos enfrentamos, intentamos sobrevivir con el alma", dice Basmallah Al-Shawa, de 19 años. "Estamos viviendo nuestros últimos días, si sobrevivimos a las bombas israelíes no sobreviviremos a la inanición, no hay forma de seguir vivos", añade. "Durante días, nuestra alimentación depende de trozos de pan. Hoy, las dos panaderías de nuestro barrio están cerradas, si seguimos vivos en los próximos días, no sabemos qué haremos", dijo Basmallah con expresión de tristeza. La población de Gaza vive con miedo y se enfrenta a una dura situación, con escasez de alimentos y agua. 

 

(*) Mahmoud Mushtaha es colaborador de CTXT

Foto: Miles de gazatíes salen cada día a buscar comida y agua. / Euronews

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