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28.11.22

La pregunta

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Por Esteban Valenti (*)

La política y muchas otras disciplinas se construyen sobre preguntas que van rotando, cambiando y que definen en sus respuestas la elaboración alcanzada. No son siempre las mismas, ni tienen la misma intensidad y sobre todo no son siempre uniformes, cruzan y se modifican en los diferentes sectores sociales y políticos, incluso territoriales.

Hay que arriesgarse, jugarse para buscar en cada momento esa pregunta. Pero sin apresurarse o confundir las ganas propias von el humor nacional, o al menos de una parte importante de la ciudadanía.

Hubo un largo tiempo en que todos nos preguntábamos cuando iba a terminar la maldita pandemia, luego cuanto demoraríamos en recuperar un nivel aceptable de actividad y de normalidad. Ahora una serie de cambios, de incidentes, de circunstancias han determinado que una enorme pregunta sea si este agrupamiento de fuerzas de centro derecha seguirá gobernando a partir del 1 de marzo del 2025.

Es una pregunta que con enfoques y acentos diferentes me la han formulado en muy diversos ambientes, desde la feria de mi barrio, encuentros con diversas personas y familiares y que ronda en la cabeza de mucha gente. Se puede percibir.

No quiere decir que todos la formulen con expectativas de cambio, pero también es notorio que el malhumor, la insatisfacción es más evidente, más clara y se expresa de manera mucho más visible. ¿Ustedes no lo perciben?

No hemos llegado a ningún límite, que por otro lado en Uruguay -post dictadura - nunca se llega, sino que de una calma o resignación pesada hemos pasado primero a leves temblores y ahora a sacudimientos en el estado de ánimo de la gente, o de una parte importante. ¿Cuánta, que porcentajes? No lo puedo ni quiero hacer adivinanzas, pero si puedo afirmar que es un cambio importante y perceptible en el humor político y social de los uruguayos.

Es posible que esta catarata interminable, gritona, simplona, donde el fútbol ocupa la parte menor y todo el resto: la publicidad, los comentarios, el ambientes etc etc etc nos sepultan desde Qatar y estudios todos los días y a toda hora, postergue la emergencia de este estado de ánimo, pero que emerge, emerge.

Algunos quieren reducirlo a la capacidad de las diversas encuestas (una más que otra) de reflejar  la capacidad del Presidente Luis Lacalle Pou de absorber todo y el contrario de todo, sin importar el tamaño de las llamas, ni la temperatura de las mismas desarrollándose en su inmediata proximidad: (Katoen Natie, Marset, Astesiano, inseguridad cuesta abajo y lo peor de todo, los datos sociales no mejoran en absoluto y comienzan a encenderse luces amarillas en el campo, en sectores de la industria y en el litoral Oeste. Ahora se sumará el proyecto Arazatí.

Las preguntas tienen una desventaja, hay que responderlas, no alcanza solo con mostrar sentido inquisidor y dejar una lista de interrogantes con apariencia de inteligencia. Hay que arriesgarse.

Hoy a finales de noviembre del 2022 y tratando de observar todo el horizonte y sus tendencias dominantes, sus causas judiciales, pero sobre todo las económicas y las políticas, la posibilidad de que se renueve un gobierno multicolor a partir del 2025, es cada día más remota y difícil. Las únicas tendencias firmes en todas las encuestas y en todos los olfatos es que la oposición, en primer lugar el Frente Amplio, pero incluso sectores ciudadanos de diversos orígenes, han crecido en número, porcentaje y sobre todo bronca. No es nada insoportable, es ese malestar sordo que antes no se manifestaba y que ahora se percibe en muchos lados. Hoy la oposición es mayoría entre los que ya han decidido que van a votar en el 2024. Y ese es un cambio importante, el más importante de todos los que se han producido en estos casi tres años.

Segundo, esa respuesta de la posibilidad cierta de un cambio, surge de indicadores económicos en el campo, asociados a situaciones que se han sumado: baja de los precios, aumento de los costos, dólar planchado y sus consecuencias, que no se perciben solo por los opositores, sino por cada día más amplio sectores productivos. La única receta repetida hasta el cansancio de abrir nuevos mercados, suena cada día más lejana y hueca.

Las promesas que la milagrosa LUC iba a producir el cambio necesario y radical que el gobierno prometió antes y después de las elecciones se desgasta en la crónica cotidiana. La inseguridad es un fracaso evidente a pesar de la imaginación del ministro y sus ecos; la oferta de viviendas como una catarata no aparece por ningún lado; el Instituto de Colonización sigue paralizado o en retroceso por los colonos ilustres; empeoró notoriamente la transparencia de la gestión en las empresas públicas. Y ahora pasemos a las "grandes reformas".

La reforma de la Seguridad Social, quedó reducida a la reforma de las jubilaciones y pensiones, en la que lo único que se manosea es que aumentan los años de trabajo y se disminuye el monto que recibirán los pasivos. En síntesis, con muchos artilugios, algunas cosas a considerar, el fondo del proyecto es ese y con los trabajadores y pasivos que serán los que aumentarán sus aportes, ni un centavo para ningún otro tributo de los sectores más beneficiados de la sociedad. Nada. Que lo desmientan.

Ni un artículo para los sectores más golpeados por muchos años, los niños, los adolescentes y las madres solteras. Simplemente no figuran así como no figuran las cajas deficitarias, bancaria y profesional.

No es maldad, no es descuido, es simplemente un modelo ideológico y de sensibilidad social especial hacia los poderosos. Suena mal, pero es de clase.

La otra reforma, es una combinación de una intensa campaña publicitaria, falsa por sus promesas y por su carencia absoluta de conexión con la realidad; una interminable cantidad de declaraciones de las autoridades encabezadas por Robert Silva; papeles y cursos de preparación incompletos y en algunos casos vergonzosos para los docentes que deben aplicar la reforma y menos recursos presupuestales que antes. Las construcciones edilicias, son mínimas, en la mayoría de los casos reparaciones y las promesas electorales se han diluido totalmente.

No es cierto que hay un agrupamiento feroz contra la reforma, la inmensa mayoría de los uruguayos apoyamos una verdadera reforma democrática, que involucre y convoque a los docentes, a los estudiantes y las propias familias y no este mamotreto cada día más burocrático que se despliega en las pantallas televisivas o en la demagogia de eliminar la repetición. Luego de que el propio Presidente Lacalle en diversas alocuciones hablara explícitamente contra ésta cortada que no resuelve nada, lo maquilla.

Es cierto que se están afilando manos, pies y bolsillos para jugar todas las cartas y mucho dinero en el final del gobierno. Pero los cinco mejores años de nuestras vidas, incluso descontando la pandemia, han sido un desbarranque, sin proyectos importantes que no sean entregar soberanía portuaria y en el manejo del agua corriente, todo lo demás viene de antes.

Es un gobierno sin proyectos importantes, acostumbrado a vivir al día, conferencia de prensa tras conferencia de prensa, anuncio tras anuncio que nunca terminan de concretarse y con el taxímetro de los datos de desocupación, pobreza infantil, y empobrecimiento creciendo, mientras del otro lado las cuentas corrientes de los depositantes de más de 250 mil dólares crecieron en forma incesante en más de 5.000 millones y se fueron a los bancos del exterior otros 3.000 millones de dólares. Esa es la síntesis, el moño del modelo.

En este cuadro si vuelven a ganar las elecciones es porque la oposición hizo todas las cosas mal, no para ellos, sino para los uruguayos. Privilegiaron los sectores, a la gran causa nacional, no fueron capaces de construir puertas amplias para que se exprese el descontento y el reclamo de cambio más amplio o se limitaron a picotear y no a mirar y construir un auténtico proyecto nacional como el Uruguay se merece.

En política no hay preguntas que se contesten solas, hay que construir con mucha inteligencia y capacidad las respuestas, no a la voracidad del poder, sino a la necesidad de la gente.

 

(*) Esteban Valenti. Trabajador del vidrio, cooperativista, militante político, periodista, escritor, director de Bitácora (www.bitacora.com.uy) y Uypress (www.uypress.net), columnista en el portal de información Meer (www.meer.com/es), de Other News (www.other-news.info/noticias). Integrante desde 2005 de La Tertulia de los jueves, En Perspectiva (www.enperspectiva.net). Uruguay