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22.2.21

Cientos de revistas ‘depredadoras’ indexadas en destacadas bases de datos académicas

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Por Dalmeet Singh Chawla (*)

La base de datos académica Scopus, ampliamente utilizada, alberga artículos de más de 300 revistas potencialmente 'depredadoras' que mantienen cuestionables prácticas de publicación, según ha descubierto una investigación. En conjunto, esas cabeceras aportaron más de 160.000 artículos en tres años, casi el 3% de los estudios

Su presencia en Scopus y otras bases de datos investigación populares suscita la inquietud de que estudios de escasa calidad puedan confundir a los científicos y contaminar la literatura científica.

"Hay consecuencias potencialmente serias de que se indexen artículos depredadores en bases de datos científicas", afirma Anna Severin, una socióloga que estudia la revisión por pares en la Universidad de Berna y ha escrito acerca de la infiltración de las revistas depredadoras en las bases de datos. "Los investigadores podrían basar su investigación en hallazgos de mala calidad, o incluso inventados, y citarlos en sus propias publicaciones, poniendo de este modo en circulación una ciencia indigna de confianza", afirma Severin, que no participó en este último estudio.

Las revistas depredadoras son aquellas que tienden a publicar ciencia de baja calidad y a desviarse de las mejores prácticas de edición. Puede que recurran a información falsa o errónea, o a prácticas agresivas de peticiones, y recaudar honorarios por publicar trabajos que no pasan por un análisis en detalle. Los investigadores han descubierto anteriormente que algunas de esas revistas están indexadas en bases de datos académicas populares como el sitio biomédico PubMed, pero la amplitud del problema resulta difícil de cuantificar.

Para llevar a cabo los últimos análisis, publicados en Scientometrics el 7 de febrero, Vít Machácek y Martin Srholec, economistas radicados en un instituto económico que forma parte de la Universidad Carolina y la Academia de Ciencias Checa en Praga, compararon los títulos indexados en Scopus con una lista de revistas potencialmente depredadoras que mantuvo el antiguo bibliotecario Jeffrey Beall hasta 2017. Descubrieron 324 de estas cuestionables revistas en la base de datos; en conjunto, esas cabeceras publicaron unos 164.000 títulos entre 2015 y 2017. Eso supone cerca del 2,8% del número total de artículos indexados en la base de datos durante ese periodo.

Scopus, que gestiona la editorial holandesa Elsevier, afirma que ha dejado de indexar contenidos nuevos del 65% de todas las revistas que se le envía para su revaluación debido a la preocupación por las prácticas de publicación. Eso significa que los artículos de esas cabeceras ya no se añaden a la base de datos; sin embargo, los contenidos más antiguos siguen indexados, declara un portavoz. "Scopus está atento a identificar e interrumpir revistas que son, o han sido, depredadoras", declararon a Nature. La junta de selección de contenidos evalúa y revisa de modo regular la inclusión de revistas en la base de datos, verificando que cumplan ciertos umbrales de métrica.

La inclusión de revistas depredadoras en bases de datos es problemática porque significa que pueden inflar la métrica de los autores, afirman los fisiólogos Andrea Manca y Franca Deriu, de la Universidad de Sassari, en [Cerdeña] Italia, que han trabajado en un estudio que identifica revistas depredadoras en PubMed. Esto puede marcar la diferencia en países en los que el progreso profesional depende estrictamente de esta métrica.

En 2017, en un esfuerzo por afrontar el problema de las revistas depredadoras, PubMed dio a conocer unas directrices sobre las cabeceras en las que deberían publicar los autores. Pero seguir el rastro de estas cabeceras resulta difícil, afirman Manca y Deriu. "Las revistas depredadoras van cambiando continuamente de nombre y editor, y siguen creciendo en número mientras hablamos de ello".

 

(*) Dalmeet Singh Chawla periodista científico, es colaborador de la revista "Nature".

Fuente: Nature, 8 de febrero de 2021

Traducción: Lucas Antón