bitacora
ESPACIO PARA PUBLICIDAD
 
 

Sobre las compras por Internet

Contestando en parte a las dos opiniones formuladas anteriormente, opino que no es cierto que este tipo de compras pueda ser nefasto para Uruguay.

Acepto sin embargo que un impuesto equiparable a cualquier otro país pueda ser aceptable. Yo resido hace ya mucho, en el Reino Unido y, respondiendo a las referencias de intereses personales, les puedo asegurar que no vendo nada (ni siquiera versos), y por el contrario de vez en cuando y presupuesto mediante, compro a través de Internet, la mayoría de las veces desde Uruguay.

Estas compras no son por valores muy altos y se refieren a música, libros y videos del Uruguay. Hasta la fecha nadie ha parado un paquete de estas características, y el trámite de Correos (correo normal) ha sido igual que para cualquier carta. Si la dirección de aduanas del Reino Unido, aplicara una medida semejante, aparte de armarse terrible escándalo, perjudicaría a esas pequeñas empresas uruguayas que hacen los envíos, ya que al igual que la mayoría de los usuarios, buscaría una forma más económica para hacer mi compra, o en su defecto podría pedir a los grandes mayoristas(como la estadounidense Tower Records, Fnac de España, HMV del Reino Unido, todos ellos con tiendas en línea) que me trajeran tal o cuál artículo (con una consiguiente demora) pagando no más del valor normal de cualquier CD.

En el caso de los CDs vale aclarar, el precio en tiendas contiene ya suficiente márgen de ganancia para que estos importadores no deban cobrarme un recargo. El costo de producción de un CD es (dependiendo del tiraje) menor a 4 dólares y el precio de venta al público varía, pero promedialmente, cuestan 22 dólares. Esto es exactamente lo que los CDs más nuevos valen, comprados en línea desde Uruguay.

Por otro lado, he hecho un par de compras desde Estados Unidos, por articulos de "software" que no se encuentran en el Reino Unido, y en esos casos, la impositiva británica me cobró impuestos.

La diferencia está, en que no me los hicieron prohibitivos con un impuesto del 70%, me cobraron el impuesto al valor agregado vigente en el Reino Unido, a saber 17.5%. Tampoco nadie me retuvo el paquete en aduanas. La compañía de transporte (Fedex) que usaron los americanos, me hizo llegar la factura por concepto de pago hecho por ellos a aduanas.

Todo lo que los aduaneros revisaron fué la documentación que acompañaba la encomienda. A menos de que hayan sospechas fundadas de que se pretende ingresar al país, substancias o artículos ilegales, corre el principio de inviolavilidad del correo. Su no observación se hace pasible de prisión.

Era común en el caso de los uruguayos, que un envío con yerba mate, y al cuál no se le hubieren adosado etiquetas delarando su contenido (ilex paraguayensis) fueran revisados mendiante un pinchazo en un costado por lo general, pero al recibirlo, te encontrabas con una nota explicatoria del motivo por el cuál tu paquete había sido abierto, además de haberle embalado nuevamente de forma correcta por aduanas.

Una vez establecido un flujo corriente de estos envíos familiares, el problema se liquidaba. Es posible por ejemplo, para quien tenga los fondos, enviar hasta 2000 libras esterlinas (U$S 3000) de regalo a alguien en el exterior, también el recibirlas como tal, si pagar impuestos, solamente con pagar el costo de una orden prepaga internacional. Entonces, que sentido tiene un límite para recibir paquetes de regalo por valor de U$S 50?

Todo lo que lograrán será incentivar el contrabando, entorpecer el flujo de la correspondencia lo que nos dejará vistos como un régimen de dictadura cualunque, retrasar por años el desarrollo de la tecnología hecha en Uruguay.

Nadie ha confirmado si ese impuesto descabellado corre también para los libros. Cualquier libro más o menos técnico vale por acá unos U$S 100. En Uruguay valdría entonces U$S 170. Quien compre entonces libros a esos precios, al prestar cualquier servicio técnico emanado de su aprendizaje a través de ellos, le recargará obviamente al consumidor uruguayo, todo ese lastre impositivo. Las consecuencias son obvias.

A los americanos o europeos no le haremos daño alguno, ellos venderán su producto de cualquier manera. Es mas, ciertas tecnologías están prohibidas en el curso normal de exportaciones para los países de nuestra región. Lo que estamos haciendo es echarnos tierra encima.

Por otra parte, si Uruguay piensa vender al exterior a través del comercio electrónico y en cada país le impusieran la misma regla de un impuesto del 70%, piensan uds. que venderíamos artesanía, vinos, tambores, piedras semipreciosas, etc, en cantidad suficiente como para generar empleo? Pienso que no.

También pienso que es el conjunto de las directivas de gobierno lo que debemos de observar. Es la suma de todas esas pequeñas cosas, en donde siempre le cobran más a los uruguayos por igual sevicio en otra parte del mundo, en donde siempre hay una traba extra, lo que nos restringe la capacidad de decisión y movimiento, tal y cuál como si los uruguayos fueran presos. Qué otras opciones viables piensan uds., que le van quedando a los uruguayos? Quizás, la de preguntar si alguien es de Nacional o Peñarol, que sigue siendo la pregunta infantil más frecuente.

Apabullar no era mi intención, sino aportar más datos para evaluar la situación. Por eso decía al principio " contestar en parte". Pénsandolo en frío, uds. tienen razón en defender el interés del paisito, para que el tesoro público se acreciente. Pero de haber un impuesto, también debe de ser justo y razonable. Caso contrario, los usuarios quedaríamos convertidos en contrabandistas y la Dirección de Aduanas en piratas, o corsarios con patente expedida desde el gobierno. Yo la veo desde el punto de vista de que si tienen su puestito de trabajo, gracias al pueblo que aporta para sus sueldos, entonces debieran ser un poco menos arrogantes. Con menos cogote se hace un puchero, como dicen allá por Treinta y Tres.

De todos modos, leí un mensaje reciente, donde se dice que alguien autorizado, anunció que esta medida cobra vigencia, si la encomienda tiene un valor declarado mayor a los U$S 50.

Lo que esta medida indica es una falta de coherencia fuera de lo común. Si sumamos a esto los costos a nivel de extorsión para las conexiones a internet, lo que la realidad indica, es que Uruguay es cada vez más una gran cárcel.

La competencia desleal con el comercio local es una excusa o un verso, como quieran llamarle. Si el comercio local estuviera compitiendo, tendrían ya sus tiendas virtuales ofreciendo los productos que los usuarios más compran. Si no tuvieren esos productos en existencia, los importarían.

Tampoco es cierto que las compras por internet no pagan impuestos. El importe de una compra, digamos por ejemplo en Amazon, ya incluye el IVA del país desde el cual se envía el pedido. Además el pago lo haremos con tarjeta de crédito, lo que también nos hará pagar recargos.

Si por ejemplo, el Mercosur, fuere realmente un mercado común, no sería considerado contrabando una compra hecha en un supermercado brasileño u argentino, si esa compra está destinada al consumo personal, tal y como sucede en los países del Mercado Común Europeo.

En cambio si alguien va y hace un surtido en Brasil, al regreso se ha convertido en delincuente. El mercado común, es un verso. Si Uruguay quiere vender al mundo (lo cual en gran medida ya se hace) deberá establecer un principio de reciprocidad, de otra manera creo que las empresas emergentes en esta modalidad del comercio electrónico, estarán destinadas a fracasar.

Un saludo olimareño
Dardo W. Baubeta