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El Frente Amplio se está yendo

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Por Esteban Valenti (*)

El domingo tuve una conversación telefónica muy dolorosa, le dije a la compañera que hace muchos, muchos años que nos cobra la cuota del Frente Amplio, que no voy a ser un hipócrita, que voy a dejar de pagar.

"Yo no me voy del Frente Amplio, el Frente Amplio se está yendo de mi, todos los días".

No voy realizar un largo artículo lacrimoso sobre todo lo que va quedando atrás, porque el proceso lo vengo sufriendo y pagando desde hace mucho tiempo, pero no quiero hacerlo en silencio, no es justo, fue mi compromiso político desde 1971. Cada uno de los que hemos participado en esta gesta, sabemos lo que representó y tengo muchos queridos compañeros que la siguen peleando. Con resultados escasos o nulos.

El FA se está yendo de mí cuando sus principales dirigentes actuales, incluso un posible - casi seguro precandidato presidencial - declaró hace muy poco que ellos no pueden hacer nada con Raúl Sendic y Leonardo de León, que tiene que ser la Corte Electoral. ¿Cómo?¿ Así que una fuerza política se tiene que tragar dos resoluciones de su Tribunal de Conducta Política, de la JUTEP, de la justicia y tiene que permitirle a dos personas que malversaron fondos públicos, que actuaron inmoralmente al frente de empresas del Estado, que pueden seguir tan tranquilos dentro del FA y siendo candidatos en las próximas elecciones?

Y esa actitud la apoyan la mayoría de las fuerzas políticas del actual Frente Amplio y las bases. ¿Qué tiene que ver eso con el auténtico Frente Amplio, con sus ideas, con su moral, con sus fundadores? Nada. Y esas fuerzas, el G8, saldrá fortalecido sin dudas en las elecciones internas del FA.

¿Qué tiene que ver un gobierno por el que pelee, hice campañas, me jugué hasta el hueso, que sale a defender el poder de Tenfield en el fútbol, a su candidato Abulafía y se pronuncia contra los jugadores de la selección, la mutual de jugadores profesionales, la Organización de Fútbol del Interior, el fútbol femenino, los árbitros que piden a gritos y por escrito la intervención y la democratización de la AUF? ¿Por qué la ministra María Julia Muñoz miente cuando afirma que nosotros no dejamos que organismos internacionales intervengan en nuestros asuntos, y la OCDE y el G20 y la inclusión financiera? Esos si intervienen en nuestras vidas y nadie pidio su intervención. Yo con este gobierno no tengo nada que ver, y estoy cada día más lejos. Y me duele que haya tanta gente que dio más que yo por el FA y que sigue aferrada a una ilusión. Eso no es de izquierda, ya no les queda casi nada. Ni el discurso.

¿Qué tiene que ver con el FA la falta más absoluta de capacidad de reacción de parte del gobierno frente al deterioro reconocido y consciente de la seguridad pública, hasta alcanzar los actuales niveles que golpean a toda la población, pero sobre todo a los más débiles y humildes? Vean la distribución por zonas de las rapiñas, los homicidios y los hurtos, es una vergüenza social de injusticia.

¿Qué tiene que ver con el FA que una parte importante de sus fuerzas políticas actuales apoyen los crímenes de los gobiernos dictatoriales de Venezuela y Nicaragua, la miseria más absoluta y total en la que han hundido a esos pueblos? ¿A eso le siguen llamando revolución o progresismo o socialismo del siglo XXI? ¿Y que las que no apoyan estos crímenes se traguen semejante sapo en silencio o murmurando?

O cuando una senadora del FA declara que los gobiernos K son los mejores gobiernos que ha tenido la Argentina en los últimos 40 años...en el mismo momento en que explotan los peores escándalos de corrupción de la historia argentina. Y tratan de cubrirlo todo con los fracasos evidentes de un gobierno derechista y a la deriva de Mauricio Macri. Pero una cosa no puede, no debe cubrir a la otra, no podemos admitir un concurso de inmoralidades e incapacidades. Eso no es de izquierda.

 Los K y Maduro tuvieron directas y estrechas relaciones con grupos y personas del FA. Destapar una baldosa en las inmediaciones de esa afinidad, política e  "ideológica" es encontrar siempre grandes sapos y todavía no vimos los pitones y las anacondas. Fue y es la "ideología" de los petrodólares, que fundió a Venezuela, pero hizo ricos a los jefazos civiles y militares de ese gobierno y a unos cuantos grupos políticos fuera de Venezuela, incluyendo en Uruguay.

¿Qué tiene que ver la declaración del Foro de San Pablo, con los más elementales principios democráticos y la defensa de los derechos humanos, por los que luchamos y seguimos luchando durante tantas décadas los frenteamplistas?

¿Qué tiene que ver este flotar a la deriva, haciendo la plancha sobre temas vitales, taladrando los cambios que se hicieron en el primer gobierno del Frente? Me refiero a una seria política de promoción de inversiones y ayuda a las empresas medias, pequeñas y micro que hoy afrontan serias dificultades y donde se están destruyendo decenas de miles de puestos de trabajo.

¿Qué tiene que ver con el espíritu del FA y de sus partidos fundacionales que vivamos enredados en estadísticas y las grandes prioridades populares, de la lucha contra la pobreza, por la integración social, por la salud, la vivienda, la igualdad de oportunidades sea irreconocible?

Es cierto, en otra época con una crisis como la que viven Argentina y Brasil, Uruguay estaría explotando, y hay que reconocerlo, pero eso no puede ocultar que hoy es difícil reconocer el rumbo de los cambios, del progreso, de un Proyecto Nacional. Simplemente flotamos.

Los éxitos innegables que se obtuvieron en los primeros cinco años de gobierno, han sido sepultados palada a palada por errores y delirios pero también por políticas con un escaso o nulo sentido redistributivo y progresista.

¿Acaso el Plan Atlanta explica nuestra paralización, nuestra falta de iniciativa en la educación, en la continuidad de los cambios que el país está pidiendo a gritos?

¿Dónde quedó nuestra imaginación, nuestra audacia, nuestra sensibilidad? Quedó prendida, atornillada a tantos sillones

¿Dónde está la base de todo proyecto progresista auténtico, de izquierda, de lograr que la gente se sienta protagonista, constructora y no quede todo en mano de funcionarios, que crecen en número y bajan en calidad y compromiso?

Las malas noticias, las recibimos a diario y no solo los medios, vienen de todos lados y todos los excelentes resultados que conseguimos en los primeros 5 años, se están desvaneciendo, en las grandes cosas y en la cantidad de pequeños detalles que conocemos todos los días y nos avergüenzan. Ahora se suma la intervención de la AUF por la FIFA. ¿Somos ajenos a esta vergüenza?

Acaso las declaraciones de ciertos jerarcas que desde siempre han ocupado cargos de primer nivel en los gobiernos departamentales y nacionales, sobre "la mano en la lata", sobre las mentiras de un vicepresidente e insistiendo que le hemos hecho bulling a Raúl Sendic, tiene algo que ver con la actuación del último bastión que le queda al frenteamplismo, el Tribunal de Conducta Política (TCP) que no por casualidad ocupa hoy un lugar fundamental en la agenda política del país y del Frente Amplio, pero es ninguneado por el Plenario Nacional del FA.

Me niego a creer que las incapacidades, las debilidades y en última instancia las realidades de la derecha, cumpliendo su rol natural de ser de derecha y, defendiendo sus posiciones son la justificación de esta deriva indefendible del Frente Amplio.

Me niego a que los compañeros que efectivamente trabajan, se esfuerzan, se comprometen con su inteligencia y su esfuerzo, con su moral y su sacrificio en los gobiernos nacional y departamental, sea sumergidos por la cantidad de burócratas y de sillócratas que van rotando de cargo en cargo, simplemente por su fidelidad a sus grupos, sin importar resultados, errores, aciertos, metidas de pata y de mano. Eso no es de izquierda, ni siquiera es justo y cuyo mérito cada día más exigente es ser devotos, genuflexos ante el poder. Y conozco muchos compañeros y compañeras que lo sufren y se callan.

¿Qué tiene que ver con el Frente Amplio la absoluta y total carencia de un discurso, de un relato sobre nuestros proyectos y su épica, sus valores, sus pasiones y sus grandes objetivos? Ahora todo se reduce a tratar de conquistar el cuarto gobierno y a la danza de las pre candidaturas. Eso sí, todos bien arropados dentro del aparato y en algunos casos pidiendo permiso para jugarse por sus ideas y sus proyectos políticos de primer nivel ante el gran elector?

¿Alguien logra reconocer en esos gestos, en esta realidad a LiberSeregni, sus ideas y su conducta y a una larga, interminable lista de personas, de dirigentes, de militantes que fundaron al Frente Amplio, que resistieron durante la dictadura, que ayudaron a reconstruirlo en democracia?

Yo no lo logro, y cada día siento al FA más alejado y diferente y más parecido a los que criticamos en otras fuerzas políticas.

Y lo peor está por venir. Porque todo indica que en las próximas elecciones los sectores que equilibraban el barco, van a salir muy mal parados, con lo cual se van a reforzar las peores tendencias programáticas y estructurales del aparato del FA.

Hay mucha gente valiosa, no dejo de reconocerlo, pero los partidos o los frentes, sobre todo cuando ocupan el gobierno deben ser, necesariamente, juzgados y evaluados por las tendencias dominantes, por su rumbo, por sus ideas. Y una de las cosas que falta por todos los poros son ideas y conductas.

No puedo terminar estas líneas, como un simple y frio razonamiento, estoy hablando de una parte fundamental de mi vida política y de mi vida y de la vida de muchos uruguayos que aportamos cada uno su esfuerzo a esta insólita construcción colectiva de la unidad de la izquierda. Duele en el fondo del alma.

Pero mucho más me duele ver como peldaño a peldaño nos sumergimos en otra cosa, en otros valores, en otras ambiciones, mezquinas y alejadas de nuestra historia.

Podría, como hace mucha gente, refugiarme en la más hosca indiferencia, dejar que la ola que llega se lleve todo lo que se tiene que llevar, pero no me resigno, me empecino, por eso quiero decirlo bien claro: en realidad es el actual Frente Amplio que se aleja del verdadero Frente Amplio.

(*) Periodista, escritor, militante político, director de UYPRESS y de BITACORA. Uruguay

PD. La próxima nota: "Uruguay un país descojonado"


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