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István Mészáros (1930-2017): pensar la alienación y la crisis del capitalismo

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Por Gabriel Vargas Lozano, Hillel Ticktin y István Mészáros  (*)

István Mészáros (1930-2017) ha muerto. Con él, se va uno de los fil&oac

Un maestro

Gabriel Vargas Lozano 

Mészáros escribió una gran cantidad de obras (algunas de las cuáles fueron publicadas en otros idiomas, como el español). Por ejemplo, La teoría de la alienación en Marx, Aspectos de historia y consciencia de clase y Más allá de El Capital, sin embargo, quedaron inéditas en español obras como Lukacs's concept of Dialectic; Philosophy, Ideology and Social Sciences; ThePower of Ideology, y una serie de libros sobre Jean-Paul Sartre como: Thework of Sartre: search of Freedom. 

Una de sus últimas obras fue una síntesis de su reflexión filosófica que tomó el nombre de otro libro que ganó el Premio Isaac Deutscher, Thenecessity of Social Control, publicado por MontlyReviewPress en 2015. Justamente esta obra fue traducida al español y me confió la posibilidad de publicarla en México, prescindiendo del cobro de derechos de autor, ya que quería que fuera conocida en nuestro idioma.

Esta obra incluye el texto clásico a que nos referimos y otros capítulos como "El marxismo hoy", ''Causalidad, tiempo y formas de mediación", "Otro mundo es posible y necesario", "Alternativa al parlamentarismo", "La montaña que debemos conquistar: reflexiones sobre el Estado" y otros. El libro está dedicado a su querida esposa, muerta hace tiempo, Donatella,y tiene un prólogo de John Bellamy Foster. 

Sobre la obra de Mészáros, Michael A. Lebowitz, dijo: "Era uno de los pocos pensadores que ha hecho una contribución esencial al pensamiento marxista"; BertellOllman: "Ningún filósofo vivo ha hecho más por clarificar y mostrar la relevancia de Marx", y Bellmy Foster consideró que "es uno de los más grandes filósofos que la tradición materialista que la historia ha producido". 

Mészáros nació en Hungría en 1930 y tuvo que dejar su país ante la invasión soviética en 1956. Fue profesor emérito de la Universidad de Sussex, en Inglaterra, donde fue también jefe del departamento de filosofía. Fue acreedor al Premio libertador al pensamiento crítico, por su obra El desafío y la carga del tiempo histórico, en 2008. Visitó nuestro país algunas ocasiones. Una de ellas fue para participar en un coloquio de invierno de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México y también para intervenir en un coloquio que organizamos sobre la obra de Sartre en la Universidad Autónoma Metropolitana-unidad Iztapalapa. Hicimos con él una entrañable amistad y tuve el honor de recibir muchos de sus libros que iba publicando. 

Aquí en México tuvo muchos amigos, como Adolfo Sánchez Vázquez, pero donde su obra tuvo más influencia fue en Brasil y Venezuela. Pueden verse diversas conferencias y entrevistas en YouTube. Espero que en un futuro próximo se pueda publicar su última obra que es una apretada síntesis de su legado teórico y crítico. Descanse en paz. 

http://www.jornada.unam.mx/2017/10/04/opinion/a05a1cul

 

Profesor-investigador del departamento de filosofía de la UAM-I

Un gran filósofo marxista

 HillelTicktin

IstvánMészáros nació y se educó en Hungría, donde estudió con György Lukács, convirtiéndose en un amigo cercano y su discípulo. Se exilió en el Reino Unido en 1956 a causa del levantamiento húngaro. Dió clases en la Universidad de St. Andrews, Escocia, y más tarde en la Universidad de York, en Toronto, Canada. El gobierno canadiense lo consideró un peligroso marxista y exigió su salida del país, pero el ministro en cuestión tuvo que dar marcha atrás. Sin embargo, después de cuatro años en Toronto, István se estableció como profesor de filosofía en la Universidad de Sussex, Inglaterra. Después de jubilarse, vivió cerca de Londres. 

En lo político, István estuvo asociado a MonthlyReview , sobre todo en las dos últimas décadas, pero también con una tendencia del antiguo Partido Revolucionario de los Trabajadores británico (WRP), dirigida por Cliff Slaughter y Terry Brotherstone, que lo veneraban. Pero su posición teórica y sus puntos de vista eran propios - claramente derivados de su experiencia en Hungría y su relación con Lukács. En los últimos años apoyó a Hugo Chávez y a la dirección cubana. No era acrítico, pero formaba parte del sector de la izquierda, que les apoyaba. 

István era un hombre muy cortés y decente, que tenía una profunda comprensión del presente. Por desgracia, en mi opinión, le faltaba una visión teórica desarrollada del estalinismo. Su libro de 1970, la teoría de la alienación de Marx , si se lee en ese contexto, no proporciona una base para ello. Nunca comprendí por qué no hizo ningún intento de teorizar sobre la economía política del estalinismo. 

István no era, obviamente, acrítico. De hecho, cuando llegó a Glasgow se quedó conmigo, tuvimos una serie de discusiones y, cuando hablamos de Lukács, mencionó el antagonismo de este último con Trotsky, que creía que "revelaban los límites del hombre". Pero me animó a leer a Lukács, a pesar de esa observación. 

Su obra es prodigiosa y aparece recogida en la entrada de Wikipedia. MonthlyReview  ha publicado una buena introducción a sus escritos, un ensayo de John Bellamy Foster escrito originalmente como una introducción a uno de los libros de Mészáros. 

István ocupaba una posición muy particular entre los marxistas, tanto en términos políticos como teóricos. No era trotskista y no pertenecía a ningún partido. Por otra parte, no era un sectario ni un estalinista. Escribió sobre la naturaleza del capitalismo contemporáneo desde la perspectiva de un filósofo marxista, pero desde la crisis de 2006-07, escribió y habló extensamente sobre la crisis político-económica. 

Sostuvo que la crisis actual no es "coyuntural", sino "estructural" - algo con lo que muchos están de acuerdo. Es razonablemente evidente para muchos marxistas que la actual recesión es parte del cambio de la política burguesa de la década de 1970. Mészáros insistió en que todo ello es parte de un mundo en transición, y usó el concepto de 'transición' como base de su conocimiento de ese mundo. Esto no quiere decir que habrá un colapso inmediato, sino que no hay una vía capitalista para salir del estancamiento económico mundial. Sus conferencias sobre este tema están disponibles en YouTube

Fue Trotsky quien introdujo la idea de que el mundo estaba en una transición al socialismo, como resultado de la Revolución rusa y el fracaso de los socialdemócratas a la hora de tomar el poder en Alemania. Por supuesto, uno puede discutir el tema haciendo caso omiso de Trotsky y la historia del concepto, porque está claro que hay un proceso de transición de las formas del mercado hacia formas de integración social más amplias. Algunos podrían usar la palabra 'control', porque es igualmente evidente que una de las características de la historia del mundo desde 1917 es también una mayor integración con control desde arriba. Para István, la futura sociedad socialista ejerce ya su influencia en el mundo contemporáneo, mientras que el mundo capitalista está en proceso de desintegración. 

Esto, por supuesto, es un elemento del marxismo contemporáneo, pero István se distinguió por el hecho de mantener este punto de vista en todo momento. Muchos marxistas han abandonado la idea de la posibilidad del socialismo o de un proceso en movimiento al socialismo en nuestras vidas. Para ellos, la crisis fue una sorpresa y esperaban que se resolviese con el tiempo. István se mantuvo dentro del marxismo clásico al defender que las crisis estallan y no pueden superarse sin un proceso de avance al socialismo. La humanidad está atravesando por un proceso de socialización progresiva. 

István era todo menos un sectario. Al mismo tiempo, no escribió artículos sobre las contradicciones de las sociedades de tipo estalinista. No trató de analizar la naturaleza de la Unión Soviética en la época de transición. Recibió el premio Deutscher por su libro sobre la alienación, y otro de Hugo Chávez. Todo esto le da a uno la impresión de que vio a estos países de una manera más positiva que otros marxistas mucho más críticos. Por ejemplo, no analizó la importancia de un control real desde abajo más que de una manera algo arcana. 

La muerte de IstvánMészáros es una pérdida para la izquierda y para la humanidad. Dedicó su vida a explicar  a la gente la naturaleza del movimiento al socialismo. No le olvidaremos. 

http://weeklyworker.co.uk/worker/1173/a-marxist-philosopher/

 

Una crisis estructural del sistema. Entrevista

IstvánMészáros

El reconocido filósofo marxista IstvánMészáros fue entrevistado por Judith Orr y Patrick Ward en la SocialistReview de enero de 2009. Sin Permiso se hizo eco de aquella entrevista entonces, que creemos merece la pena reeditar. 

P- La clase dominante siempre se sorprende ante las nuevas crisis económicas y habla de ellas como aberraciones. ¿Por qué cree que son inherentes al capitalismo? 

R- Recientemente he oído a Edmund Phelps, que obtuvo en el 2006 el Premio Nobel de Economía. Phelps es una especie de neo-keynesiano. Por supuesto, glorificaba al capitalismo y presentaba los problemas actuales como si no fuesen más que un pequeño ataque de hipo, asegurando que «todo lo que tenemos que hacer es traer de nuevo las ideas keynesianas y la regulación.» 

John Maynard Keynes creía que el capitalismo era ideal, pero quería regulación. Phelps se dedicó a salirse por la tangente con la grotesca idea de que el sistema es como un compositor de música. Puede que tenga algunos días en los que no produzca tan bien, pero si miras a toda su vida, ¡es tan maravillosa! Piénsese en Mozart: puede que algún día se levantase con el pie izquierdo. Así que el capitalismo está en problemas: los días malos de Mozart. Si alguien se cree eso, entonces es que debería hacerse examinar por un psiquiatra. Pero en lugar de hacerse examinar, le otorgan un premio. 

Si nuestros adversarios presentan este nivel teórico -que han demostrado tener a lo largo de un período de más de 50 años, por lo que no se trata de ningún accidente de un economista premiado- podríamos decir: «alegrémonos, éste el bajísimo nivel de nuestros adversarios.» Pero este tipo de concepción nos llevaría al desastre que experimentamos cada día. Nos hemos hundido en una deuda astronómica. Los pasivos reales en este país deben de contarse por billones.      

La verdadera cuestión, empero, es que han estado practicando el despilfarre financiero como resultado de una crisis estructural del sistema productivo. No es ningún accidente que el dinero haya estado fluyendo de una manera tan aventurista hacia el sector financiero. La acumulación de capital no podría funcionar correctamente en el campo de la economía productiva. 

De lo que estamos hablando ahora no es otra cosa que de la crisis estructural del sistema. Se extiende por todas partes, e incluso invade nuestra relación con la naturaleza, socavando las condiciones fundamentales para la supervivencia humana. Por ejemplo, de vez en cuando anuncian algunos objetivos para reducir la polución. Incluso tenemos un ministro de energía y del cambio climático, que no es más que un ministerio de puro humo, porque nada se ha hecho salvo anunciar ese objetivo. Pero ni siquiera se acercan nunca al objetivo, y no digamos ya alcanzarlo. Ésta es una parte integrante de la crisis estructural del sistema y sólo soluciones estructurales pueden sacarnos de esta terrible situación.

 

P- Ha descrito a los Estados Unidos como un país que está llevando a cabo un imperialismo de tarjeta de crédito (creditcardimperialism). ¿Qué quiere decir exactamente con ello?  

R- Cito al antiguo senador estadounidense George McGovern cuando habló sobre la Guerra de Vietnam. Dijo que los Estados Unidos se habían conducido en la Guerra de Vietnam como si lo hubieran hecho con una tarjeta de crédito. El reciente préstamo de los EE.UU. se está agriando ahora mismo. Este tipo de economía sólo puede funcionar hasta que el resto de mundo pueda soportar la deuda. 

Los Estados Unidos están en una posición excepcional, porque ha sido el país dominante desde los acuerdos de Bretton Woods. Pensar que una solución neo-keynesiana y un nuevo Bretton Woods resolverían los problemas actuales es una fantasía neo-keynesiana. El dominio estadounidense que Bretton Woods formalizó inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial era económicamente realista. La economía estadounidense estaba en una posición mucho más poderosa que cualquier otra economía en el mundo. Estableció todas las instituciones económicas internacionales vitales sobre el fundamento del privilegio estadounidense. El privilegio del dólar, el privilegio disfrutado a través del Fondo Monetario Internacional, las organizaciones de comercio, el Banco Mundial, etc., todo estaba bajo el dominio estadounidense, y así permanece hoy todavía.     

Todo esto no puede desearse que deje de existir sin más. No puede fantasearse sobre reformar y regular un poco aquí y allá. Imaginar que Barack Obama va a abandonar la posición dominante de la que disfrutan los Estados Unidos de esta manera -respaldado por el dominio militar- es un error. 

 

P- Karl Marx denominó a la clase dominante una «banda de hermanos enfrentados.» ¿Cree que la clase dominante internacional trabajará unida para encontrar una solución? 

R- En el pasado el imperialismo implicaba a varios actores dominantes que afirmaban sus intereses, incluso al precio de dos espantosas guerras mundiales en el siglo XX. Las guerras parciales, no importa lo espantosas que sean, no puede compararse con el realineamiento económico y de poder que podría producirse como consecuencia de una nueva guerra mundial. 

Pero imaginar una nueva guerra mundial es imposible. Por supuesto, aún hay algunos lunáticos en el campo militar que no negarían esa posibilidad. Pero significaría la destrucción total de la humanidad.  

Tenemos que pensar las implicaciones de todo esto para el sistema capitalista. Fue una ley fundamental del sistema que si una fuerza no puede asegurarse por la dominación económica, entonces recurría a la guerra. 

El imperialismo mundial hegemónico ha sido conseguido y ha obrado con demostrado éxito desde la Segunda Guerra Mundial. ¿Pero es éste tipo de sistema permanente? ¿Es concebible que en el futuro no despierten contradicciones en su seno? 

Hay también algunas pistas procedentes de China de que este tipo de dominación económica no puede durar indefinidamente. China no va a ser capaz de seguir financiándolo. Las implicaciones y las consecuencias para China son realmente significativas. DengXiaoping comentó una vez que el color del gato -si era capitalista o socialista- no importaba mientras éste cazase ratones. ¿Pero qué es lo que ocurre cuando en vez de un simpático cazador de roedoras terminas con la horrorsa plaga de ratas que supone un desempleo masivo? Esto es lo que está apareciendo ahora mismo en China.    

Estas cosas son inherentes a las contradicciones y antagonismos del sistema capitalista. En consecuencia, debemos pensar en resolverlas de una manera radicalmente diferente, y la única manera es una transformación genuinamente socialista del sistema.  

 

P- ¿No existe la posibilidad de que alguna parte de la economía mundial se desacople como resultado de esta situación? 

R- ¡Imposible! La globalización es una condición necesaria del desarrollo humano. Siempre, desde que la expansión del sistema capitalista fue claramente visible, Marx teorizó sobre este punto. Martin Wolf, del Financial Times, se ha quejado de que hay muy pocos, e insignificantes, estados que causen problemas. Ha argumentado que lo que se necesitaba era una «integración jurisdiccional», en otras palabras, una integración imperialista total: un concepto de fantasía. Ésta es una expresión de las contradicciones insolubles y los antagonismos de la globalización capitalista. La globalización es una necesidad, pero la forma que es viable, factible y sostenible es la globalización socialista sobre la base de los principios socialistas de una igualdad fundamental. 

Aunque no es concebible ninguna segregación de la historia mundial, eso no significa que en cada fase, en cada parte del mundo, haya uniformidad. Se están desarrollando muchas cosas en Latinoamérica en comparación con Europa, por no mencionar lo que he comentado antes en China, en el lejano oriente y en Japón, que está sumido en los mayores de los problemas. 

Piénsese por un momento en el pasado reciente. ¿Cuántos milagros tuvimos en el período de posguerra? ¿El milagro alemán, el milagro brasileño, el milagro japonés, el milagro de los cinco pequeños triges? Qué divertido resulta ver cómo todos estos milagros se han convertido en las realidades más espantosamente prosaicas. El común denominador de todas estas realidades es un endeudamiento desastroso y el fraude.  

El director de un hedgefund está presuntamente implicado en una estafa de 50 mil millones de dólares. General Motors y los demás están pidiendo solamente al gobierno estadounidense 14 mil millones de dólares. ¡Qué modestos! Deberían concederles 100 mil millones. Si un capitalista de un fondo de inversión libre puede organizar un fraude de presuntamente 50 mil millones de dólares, debería ser él quien hiciese viables todas esas inversiones.     

Un sistema que trabaja en esta podedumbre moral no tiene ninguna posibilidad de sobrevivir, porque es incontrolable. Incluso muchos están admitiendo que no conocen realmente cómo funciona. La solución no es desesperarse por él, sino controlarlo en interés de la responsabilidad social y la transformación radical de la sociedad.  

 

P- El impulso, inherente en el capitalismo, es el de exprimir a los trabajadores lo máximo posible, y eso es claramente lo que los gobiernos están intentando hacer en el Reino Unido y los EE.UU. 

R- La única cosa que pueden hacer es defensar los recortes en los salarios de los trabajadores. La principal razón por la que el Senado rechazó aprobar incluso la inyección de 14 mil millones de dólares a las tres grandes compañías automovilísticas es que no podían obtener un acuerdo en la reducción drástica de los salarios de los trabajadores. Piénsese en el efecto de ello y del tipo de obligaciones que tienen esos trabajadores, por ejemplo, devolver unas cuantiosas hipotecas. Pedirles simplemente que reduzcan su sueldo a la mitad sólo generará otros problemas en la economía: de nuevo otra contradicción.  

El capital y las contradicciones son inseparables. Tenemos que ir más allá de las manifestaciones superficiales de estas contradicciones e ir a las raíces. Se consigue manipularlas aquí y allí, pero siempre retornan con ánimo de venganza. Las contradicciones no pueden esconderse bajo la alfombra indefinidamente, porque la alfombra está convirtiéndose ahora en una montaña. 

 

P- Usted estudió con Georg Lukács, un marxista que regresa al período de la revolución rusa y aun atrás todavía. 

R- Trabajé con Lukács durante siete años antes de que abandonase Hungría en 1956 y continuamos siendo muy buenos amigos hasta que murió, en 1971. Siempre le veíamos los tres pies al gato -por eso quería estudiar con él. Cuando empecé a trabajar con él estaba siendo atacado muy duramente y abiertamente en público. Yo no podía aguantar aquello y le defendí, lo que me llevó a toda suerte de complicaciones. Justo cuando abandonaba Hungría fui designado sucesor suyo en la universidad para enseñar estética. La razón por la que abandoné el país fue precisamente porque estaba convencido de que lo que estaba sucediendo era una variedad de problemas muy importantes que aquel sistema no podría resolver.   

He intentado formular y examinar estos problemas en mis libros desde entonces, particularmente en La teoría de alienación de Marx (1) y en Más allá del capital. Lukács acostumbraba a decir, correctamente, que sin estrategia no puede tenerse una táctica. Sin un punto de vista estratégico de estos problemas no pueden obtenerse soluciones para el día a día. Así que intenté analizar estos problemas consistentemente, porque no podían ser simplemente tratados al nivel de un artículo que haga referencia a lo que está ocurriendo ahora, aunque exista una gran tentación de hacer precisamente eso. Tenía que hacerse, en cambio, desde una perspectiva histórica. He estado publicando desde que mi primer ensayo serio fue publicado en un periódico literario en Hungría en 1950 y he estado trabajando duramente tanto como he podido desde entonces. Por modesta que pueda ser, hacemos nuestra contribución al cambio. Eso es lo que he intentado hacer toda mi vida. 

 

P- ¿Cuáles cree que son las posibilidades para el cambio en este momento? 

R- Los socialistas son los últimos a la hora de minimizar las dificultades de la solución. Los apologistas del capital, ya sean neo-keynesianos o de otro tipo, pueden producir todo tipo de soluciones simplistas. No creo que podamos considerar la crisis actual simplemente de la misma manera en que lo hicimos en el pasado. La crisis actual es profunda. El gobernador adjunto del Banco de Inglaterra ha admitido que es la mayor crisis económica en la historia de la humanidad. Yo solamente añadiría que no es únicamente la mayor crisis económica de toda la historia de la humanidad, sino la mayor crisis de la historia en todos los sentidos. Las crisis económicas no pueden separarse del resto del sistema.  

La fraudulencia y el dominio del capital, así como la explotación de la clase trabajadora, no puede durar para siempre. Los productores no pueden ser mantenidos constantemente y en todo momento bajo control. Marx argumentó que los capitalistas son, sencillamente, las personificaciones del capital. No son agentes libres: están ejecutando los imperativos de este sistema. Así que el problema de la humanidad no es simplemente barrer a un grupo de capitalistas en particular. Poner a un tipo de personificación del capital en el lugar de otro sólo llevará al mismo desastres ante o después de que hayamos terminado con la restauración del capitalismo.  

Los problemas a los que se enfrenta la sociedad no proceden simplemente de los últimos años. Antes o después estos pueden ser resueltos o no, como los economistas ganadores del premio Nobel pueden fantasear, en el marco del sistema. La única solución posible es encontrar la reproducción social sobre la base del control de los productores. Ésa ha sido siempre la idea del socialismo.  

Hemos alcanzado los límites históricos de la capacidad del capital para controlar la sociedad. Y no me refiero exclusivamente a los bancos y a las empresas constructoras, incluso aunque no pueden controlar ya a éstas, sino al resto. Cuando las cosas van mal nadie es responsable. De vez en cuando los políticos declaran: acepto toda la responsabilidad, y ¿qué es lo que ocurre? Son glorificados. La única alternativa viable es la de la clase trabajadora, que es la que produce todo lo necesario para nuestra vida. ¿Por qué no debería controlar lo que produce? Siempre enfatizo en todos los libros que expresarlo no es algo relativamente fácil, pero hemos de encontrar la dimensión positiva en hacerlo.

NOTA: El libro de Mészáros puede descargarse en http://www.marxists.org/archive/meszaros/works/alien/index.htm

Traducción para Sin Permiso: Àngel Ferrero

http://www.sinpermiso.info/textos/una-crisis-estructural-del-sistema-ent...

(*) Gabriel Vargas Lozano. Profesor-investigador del departamento de filosofía de la UAM-I

(*) HillelTicktin. Economista y teorico marxista sudafricano, estudió en la URSS, donde su tesis doctoral fue rechazada por sus críticas al estalinismo. Profesor de estudios marxistas en la Universidad de Glasgow, Escocia. Co-fundador de la revista Critique, A Journal of SocialistTheorie.

(*) István Mészáros. (1930-2017) Filósofo marxista húngaro.

Fuente:Varias

Traducción: Àngel Ferrero Enrique García


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