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¿Qué le sucedió a Raúl Sendic?

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Por Esteban Valenti (*)

La tragedia-comedia-sainete de la situación nada menos que del vicepresidente de la república, señor Raúl Sendic, sigue, con nuevos capítulos todos los días.

 

Que le sueltan la mano, que renuncia, que no renuncia, que espera el fallo del Tribunal de Conducta Política del FA, pero que no es vinculante y por lo tanto espera por el Plenario del FA y en definitiva del pronunciamiento de la justicia. Y quien sabe cuántos nuevos capítulos vamos a tener que soportar.

Se perfectamente que refiriéndome a ese tema corro el riesgo de ser acusado de hacer bulling, de favorecer a Sendic, de recibir el fuego cruzado de diversas focas aplaudidoras y otra cantidad de peligros. Pero la cantidad de preguntas que recibo a diario sobre las causas de todos estos hechos y los dichos de Raúl Sendic me obligan. Además de la bronca y la tristeza acumulada.

El otro día en declaraciones desde su banca en el senado, Sendic afirmó que era un hombre de izquierda y un revolucionario. Eso también es un nuevo elemento. Antonio Gramsci escribió desde la cárcel que "Decir la verdad es siempre revolucionario"...ahora parece que es exactamente lo contrario, mentir es revolucionario.

Comencemos por una pregunta general ¿Vale la pena seguir tratando este tema que nos tiene a todos hartos y agotados? Es obligatorio, es un punto de inflexión, si la izquierda uruguaya acepta el silencio frente al tema de la inmoralidad y la posible corrupción, frente al despilfarro  de los dineros públicos y ante las mentiras reiteradas, pierde uno de sus más elementales contenidos de izquierda y su credibilidad, es una de las causas de la estrepitosa caída en las encuestas.

Otra pregunta personal: ¿Yo tengo algo particular en contra de Raúl Sendic (h)? No, en absoluto, tuve un encuentro una sola vez en mi vida y como figura pública nunca le brindé una gran atención. Hasta cierto momento.

Si efectivamente hubiera sido una figura de recambio generacional y considerando sus posiciones e iniciativas planteadas a través de la Fundación Uruguay 2030, no se puede decir ni que me produjeron gran adhesión e interés, pero tampoco rechazo, ni me parecieron una ruptura en las posiciones medias de la izquierda uruguaya. Por lo tanto era parte de una generación de dirigentes que obligatoriamente y, por la implacable lógica de la vida tendrían que ocupar posiciones políticas relevantes. Obviamente para mí nunca jugó en él, ni en nadie, sus antecedentes familiares. Menos en su caso porque, hace mucho tiempo que conocía perfectamente sus profundas diferencias y su ruptura con su padre, Raúl Sendic Antonaccio. Hecha la aclaración.

Raúl Sendic subió por el Olimpo político y gubernamental de la izquierda y del estado uruguayo por la combinación de diversos factores. Primero porque supo moverse y cambiar de posturas en los momentos justos y pasar del Movimiento 26 de Marzo, a una alianza con el MPP que le permitió ocupar una banca en la cámara de diputados y luego se ubicó en ese líquido espacio entre el MPP, el favor de José Mujica y el apoyo de Tabaré Vázquez, donde cada uno consideraba que Sendic le era más próximo. Se movió muy bien.

Atrás había dejado el 26M que fue la continuidad de los "seispuntistas" una fracción del MLN formada con una fuerte influencia del Departamento América del Partido Comunista de Cuba y en particular de un personaje de mucho peso en esos años en Cuba, el comandante Manuel Piñeiro, "el gallego". Los dos hijos de Sendic se integraron al 26 de Marzo y el plan era que a la salida de la cárcel el propio "Bebe" Sendic siguiera la misma ruta. No voy a contar anécdotas, ni de apartamentos super controlados en Pocitos ni de fracturas familiares-políticas irreconciliables. Son muy conocidas.

Lo cierto es que Sendic siguió en el MLN y sus hijos en el 26 de Marzo, hasta que ambos por vías y razones diferentes lo abandonaron y se separaron irremediablemente.

Sendic hijo no se destacó en absoluto en la labor parlamentaria. Lo cierto es que luego del triunfo del FA en el año 2004, tuvo un ascenso meteórico. Primero vicepresidente de la principal empresa del país, ANCAP y luego ocupó la presidencia de ese ente. Nunca he leído o escuchado una explicación, de ningún tipo sobre los antecedentes, las causas, los méritos para esa extraordinaria promoción. Ni siquiera si su falso título universitario hubiera sido verdadero, un licenciado en genética humana tiene muy poco que ver con el manejo de ANCAP en su doble complejidad: la empresa estaba en un momento crítico por la desinversión durante décadas de parte de anteriores gobiernos, no por descuido sino por planificación estratégica conservadora y liberal y por otro lado la necesidad de una base importante en el sector energético y en las empresas públicas para impulsar el Proyecto Nacional de la izquierda en el gobierno.

Los resultados de esos años de gestión de Raúl Sendic son por todos conocidos. ¿Son solo su responsabilidad? No. En primer lugar son responsabilidad de los que lo designaron para un cargo para el que no estaba preparado en ningún sentido y de esto ahora nadie se hace cargo.

En segundo lugar, es el resultado del peor y más evidente ejercicio de la falta total de sentido crítico por parte de toda la izquierda uruguaya, sobre la marcha de ANCAP y las empresas públicas. Me incluyo.

En tercer lugar, es el resultado de un plan político, seguramente de José Mujica que reconoció que había dado la indicación de que en las empresas públicas había que invertir, invertir e invertir. Incluso en algunos grandes proyectos fracasados que en su momento implicaron a varias empresas, regasificadora, puerto de aguas profundas, etc etc. Las declaraciones a la prensa de Mujica en este sentido fueron muy claras.

La otra parte del plan era transformar los éxitos del "modelo" ANCAP y ALUR para impulsar a Raúl Sendic a la Presidencia de la República. Y ese plan funcionó bien, muy bien hasta después de las elecciones del 2014. Luego todo se vino estrepitosamente al suelo, explotó la realidad.

En esa explosión total que le sigue costando mucho al gobierno y al Frente Amplio se combinaron varios factores y uno principal: Raúl Sendic y su segundón, Leonardo De León. Ellos dos lograron alinear detrás de ese proceso acelerado e incontrolado, al Ministro de Industria de la época, Roberto Kreimerman, al resto oficialista del directorio de ANCAP y en otro plano diferente de responsabilidad incluso a los representantes de la oposición,. Y contó el silencio cómplice de las direcciones de la Federación ANCAP.

La causa fundamental del fracaso fueron los tremendos errores de planificación, de control de la ejecución de las inversiones y el clima general a nivel del directorio y de algunas gerencias donde casi todo estaba permitido. Había vara alta total, en aire, mar y tierra.

No puedo ni debo hablar de corrupción, porque eso, su profundidad, su alcance y los implicados, que no son solo los directores, debe determinarlo la justicia, pero si puedo y debo hablar de inmoralidad, de mentiras reiteradas, de opacidad en las decisiones y de desvío de conductas y de procedimientos. La justicia determinará si son perseguibles penalmente.

Pero para la izquierda, que debe dar una batalla permanente contra la  judicialización de la política, porque eso rebaja y empobrece la democracia, la inmoralidad, la falta de ética, la falsedad reiterada y defendida es una afrenta grave contra sus principios, es decir su propia identidad de la izquierda.

Volvamos a la pregunta central ¿Por qué?

A las anteriores explicaciones hay una muy subjetiva, que tiene que ver con analizar la trayectoria, las declaraciones, las respuestas de Sendic en cada etapa. El principal enemigo de Sendic (h) ha sido reiteradamente Raúl Sendic (h). ¿Miente por incapaz, gestionó ANCAP descontroladamente por incapaz? No, esa es una explicación y una justificación muy simplista. ¿Logró convencer a algunos de los principales dirigentes de la izquierda de sus capacidades por incapaz? ¿Montó en pocos años un movimiento, una lista que tuvo sin duda buenos resultados electorales en el 2014 por incapaz? ¿Aplicar un plan durante años de manejo de ANCAP en sus relaciones con el país y con el exterior, en particular con Venezuela y Ecuador  fue por incapaz? ¿ Su última movida de involucrar hasta el cuello al FA presentándose en el Tribunal de Conducta Política es por incapáz? No, absolutamente NO.

Y la última, la más compleja ¿Miente en reiteración real y se contradice por incapaz? Sin duda hay una parte de sobrestimación personal que no es un rasgo de gran agudeza política y personal, pero con eso no alcanza. Sendic cruza muchas veces la línea de la moral, de la verdad y la falsedad porque no sabe bien donde está esa línea, porque se convence a si mismo que sus falsedades son verdades, depende de donde se las mire. Eso se llama amoralidad, es decir desconocer la línea divisoria de la moral.

Hay otro aspecto que debe mencionarse en relación al título universitario a esta altura indefendible desde todo punto de vista. Sendic creyó que llegado el momento el título iba a llegar. Y estoy seguro que se jugó por esa posibilidad. Es más, y algunos lo manejaron de manera irresponsable incluso en la prensa, si en Cuba siguiera funcionando el viejo sistema del Departamento América, incluido el fatídico "Willy", no tengan duda que le daban un título de Astronauta emérito con medallas de platino. Pero Cuba cambió, ya no funcionan esos mecanismos, ya no están dispuestos a inmolarse y menos a su prestigiosa universidad detrás de una acumulación de mentiras, sobre mentiras, con supuestas explicaciones revolucionarias. Y el título no apareció, ni va a aparecer. La única oportunidad que le queda es estudiar genética, dar los exámenes y recibirse.

El sentido de omnipotencia y los resultados acumulados para llegar incluso a ser vicepresidente de la república, alcanzaron tal nivel de que si se le atojaba utilizar la tarjeta de crédito corporativa de ANCAP para gastar unos miserables pesos o dólares en cosas injustificables, lo hacía y punto. Y después cuando el asunto apareció en la prensa, nos trató a todos de idiotas y nos explicó que fue porque se perdió alguna valija en un vuelo. Y de esa manera juega un papel patético, se transforma en el principal enemigo del propio Raúl Sendic, aunque por ese camino arrastre en el barro a todo el Frente Amplio. Algunos se dejan arrastrar alegremente, sus razones tendrán.

Si Sendic hubiera actuado, como lo hicieron otros, por mucho menos y en situaciones muy diferentes y hubiera reconocido sus errores, hubiera asumido su responsabilidad y se hubiera dispuesto a reconstruir desde el llano su credibilidad y su condición de revolucionario, no digo que hubiera sido fácil, pero lo podía lograr perfectamente. Eligió el camino opuesto.

¿No quiere hacer autocrítica? ¿Se siente "orgulloso de su gestión" a pesar de que el 90% de los uruguayos pensamos exactamente lo contrario? ¿Sigue en la nube del título y de la tarjeta voladora? Tiene todo el derecho del mundo, lo que no es justo es que en su desbarranque arrastre al gobierno, a sus compañeros, al Frente Amplio y en general a la imagen de los políticos en el Uruguay. El problema no es solo su actitud, sino los que aceptan precipitarnos a todos. ¿Esa es solidaridad compañera?

En esa solidaridad compañera no cuenten conmigo nunca jamás, así venga de lo más alto del Olimpo del Frente Amplio.

(*) Periodista, escritor, director de Uypress y Bitácora. Uruguay


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