cartas de lectores
La dignidad de Cuba
Viví más de 30 años siendo sujeto de obligaciones, sometido de distintas formas en dictadura y en "democracia". Llega un gobierno, me reconoce como sujeto de derechos y obligaciones y no sé que hacer con la libertad, hago piquetes, pido se me condonen deudas, pido ser mantenido, en suma, no sé que hacer con mi libertad.
Carlos Santiago
Presente:
Viví más de 30 años siendo sujeto de obligaciones, sometido
de distintas formas en dictadura y en "democracia". Llega un gobierno,
me reconoce como sujeto de derechos y obligaciones y no sé que hacer
con la libertad, hago piquetes, pido se me condonen deudas, pido ser mantenido,
en suma, no sé que hacer con mi libertad.
Obviamente necesito educación, necesito ser instruido (por decir algo)
en el uso de los accesorios de un baño (para mí, un inodoro representa
un medio para conseguir $ 100 en una feria), sería mejor que no me den
dinero, poner en tareas de campo a asistentes sociales y a los distintos actores
sociales que nos proporciona la UdelaR, complementado con algunos alimentos
(harina, arroz, fideos, sal, azúcar, etc) pero fundamentalmente necesito
educación. Su artículo sobre Cuba es muy bueno, visité
la isla en el 2001, tuve la suerte de coincidir en la conmemoración de
los 40 años de la declaración de Cuba socialista y del desembarco
en Playa Girón adonde fui a escuchar a ese hombre irrepetible (Fidel
Castro). Hay en la isla una pobreza generalizada, mucha educación, mucha
dignidad, son todos contestes que ante una agresión del monstruo (el
mayor terrorista del planeta, mata por día la misma cantidad de los que
murieron en Londres), algo malo en la isla es el circuito turístico,
copado por profesionales políglotas con una formación envidiable,
hace poco Fidel enmendó el problema suprimiendo la libertad de uso del
dólar, que marca la diferencia entre los cubanos, si usted estuvo allá
sabe lo que significa 1 dólar para un cubano, el dinero envilece a los
seres humanos, no hacemos nada si no es por dinero, es lamentable a lo que nos
han conducido.
No podemos hacer una ley para los deudores, la ley empareja, y hay casos bien
distintos.
Disculpe la molestia, le saluda muy atentamente,
Juan Carlos