9.6.25
Rusia intenta aplastar a Ucrania bajo una lluvia de drones kamikazes
Por Justine Brabant (*)
A falta de un avance decisivo en el frente, las fuerzas armadas de MoscĂș lanzan una cantidad de drones nunca vista contra su vecino.
Ucrania responde intentando atacar la máquina militar rusa, que está preparando una gran ofensiva de verano. Hace un año, Rusia lanzaba varios cientos de drones suicidas sobre Ucrania cada mes. Ahora, envía varios miles. Producía cada mes unos 300 drones. Hoy en día, la misma cantidad sale de sus fábricas cada tres días.
A falta de un avance decisivo en el frente, Moscú intenta saturar el cielo ucraniano y desmoralizar a Kyiv haciendo un uso industrial de estas bombas voladoras, llamadas Shahed en su versión iraní original o Geran ("Geranio") en su versión rusa. Durante el mes de mayo, el ejército ruso batió su propio récord en tres ocasiones del número de drones enviados en una noche al cielo ucraniano: 273 el 18 de mayo, 298 el 25 de mayo y 355 el 26 de mayo, según las fuerzas armadas ucranianas.
La lista de bombas enviadas el 25 de mayo es larga y técnica, pero vale la pena leerla en su totalidad para comprender el alcance del arsenal utilizado por Moscú para someter a su vecino: en una sola noche, Rusia lanzó 9 misiles balísticos Iskander-M y KN-23, 55 misiles de crucero Kh-101 y Kalibr, 1 misil de crucero Kh-22, 4 misiles guiados Kh-59/69 y, además, 298 drones de tipo Shahed.
Estas armas no son cualquier tipo de proyectiles: los misiles balísticos Iskander-M (o KN-23 en su versión norcoreana) son bombas de 4.000 kilos y 8 metros de largo, que vuelan a más de 7.000 km/h. La defensa antiaérea ucraniana ha logrado interceptar la mayoría de estos ataques, pero no todos. Según las autoridades ucranianas, al menos doce personas murieron y unas sesenta resultaron heridas esa noche.
Perfeccionamiento técnico
Si las noches mortales parecen multiplicarse en las últimas semanas en Ucrania, es porque Rusia no solo envía un número mucho mayor de misiles y drones, sino que los ha mejorado para hacerlos más letales.
Las principales innovaciones son su motor. Algunos Shahed están ahora equipados con motores a reacción que les permiten volar más rápido, más alto y transportar cargas explosivas más grandes. El comandante de un grupo de defensa aérea ucraniano entrevistado por Kyiv Independent afirma que estos drones kamikazes ahora pueden volar a casi 400 km/h; uno de ellos incluso habría sido "flasheado" a 470 km/h en marzo. Un año antes, su velocidad máxima era la mitad.
Volar más alto los pone fuera del alcance de los pequeños equipos móviles ucranianos que se habían acostumbrado a detectarlos con proyectores e interceptarlos con ametralladoras antes de que se estrellaran contra la capital. "Las tácticas de los ataques evolucionan: cuando se acercan a su objetivo, los drones suben a 2-2,5 kilómetros de altitud antes de sumergirse sobre el objetivo casi verticalmente, lo que complica su interceptación", explica a Mediapart Viktor Kevlyuk, coronel de reserva del ejército ucraniano y analista de un think tank con sede en Kyiv, el Centro de Estrategias de Defensa.

Ubicación de los ataques de misiles y drones rusos contra Ucrania del 1 al 23 de mayo de 2025, recopilados por la ONG Acled (Armed Conflict Location & Event Data). © Captura de pantalla / ACLED
Los militares ucranianos encargados de destruirlos también señalan que estos "enjambres" de drones han cambiado de ruta. En el pasado, a menudo se contentaban con seguir el río Dnipro o la autopista de Odesa con rutas preprogramadas para ir a la capital ucraniana. Ahora sus trayectorias son más complejas; algunos incluso parecen haber sido programados para evitar las fuentes de luz y, por lo tanto, alejarse de los focos utilizados por los soldados ucranianos para localizarlos en la oscuridad.
Resultado de estos desarrollos: el número de drones tipo Shahed que han logrado traspasar las defensas ucranianas han aumentado drásticamente en los últimos tres meses. De 111 en febrero, aumentaron a 404 en marzo y 424 en abril, según los datos proporcionados por la Fuerza Aérea Ucraniana.
Estos obstáculos podrían superarse mediante sistemas de defensa aérea más avanzados, como el misil Patriot estadounidense o el SAMP/T franco-italiano. Kyiv tiene algunos de estos costosos sistemas, pero carece de misiles para alimentarlos: fuentes internas del ejército ucraniano advierten regularmente sobre el riesgo de escasez de misiles para los Patriot y, según Le Monde, ya se está quedando sin municiones para sus dos SAMP.

Número de drones kamikazes rusos lanzados sobre Ucrania (amarillo) e interceptados por el ejército ucraniano (rojo) desde junio de 2024. En rosa, los drones cuya señal se ha perdido.© Infografía: Kyiv Independent. Fuente de datos: Fuerza Aérea Ucraniana.
Caza de civiles en Kherson
Estos ataques de Moscú parecen servir a dos objetivos principales. En primer lugar, seguir presionando al Estado ucraniano y a sus partidarios en el contexto de las difíciles negociaciones, y a pesar de la falta de un gran avance en el frente. El Kremlin utiliza estas campañas aéreas para "generar un sentimiento de desesperación en Ucrania y Occidente" para "disuadir a las capitales europeas y a Estados Unidos de ayudar más a Ucrania" al "presentar falsamente la victoria rusa como inevitable", analiza el Instituto para el Estudio de la Guerra, un centro de reflexión conservador con sede en Estados Unidos.
De hecho, las fuerzas rusas siempre avanzan lentamente, a pesar de los colosales medios comprometidos por el Kremlin en su "operación militar especial". A este ritmo, calculan los analistas del ISW, las fuerzas rusas necesitarían "aproximadamente un siglo" (y varias decenas de millones de soldados muertos) para apoderarse de casi toda Ucrania, objetivo declarado del vicepresidente del Consejo de Seguridad ruso Dmitri Medvedev. "La única esperanza real de Rusia de ganar esta guerra es convencer a Occidente de que abandone Ucrania", concluye el think tank.
Segundo objetivo probable del Kremlin: desmoralizar a los civiles ucranianos. Una práctica en particular lo demuestra: los asesinatos de civiles con drones asesinos, también llamados "safaris humanos", practicados por el ejército ruso en la ciudad de Kherson. Un informe publicado el 28 de mayo por investigadores mandatados por la ONU los documenta en detalle y considera que se trata de "crímenes de lesa humanidad" y "crímenes de guerra".
Los habitantes de esta gran ciudad del sur de Ucrania, situada a orillas del Dnieper, a pocos kilómetros de las posiciones rusas, son perseguidos regularmente por drones rusos que los siguen durante kilómetros antes de atacarlos. Los militares que pilotan a distancia estos drones llegan a filmar sus "cazas" (como ellos mismos las llaman) y a difundirlas en las redes sociales con comentarios insultantes.
Varios de estos vídeos muestran ataques contra ambulancias o vehículos de emergencia. La comisión internacional de investigación encargada por el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, autora del informe, ha identificado "safar" en Kherson y otras dieciséis localidades, con un total de 150 personas muertas y varios cientos de heridas desde el verano de 2024.
Estos ataques "generalizados y sistemáticos" llevan a los investigadores a concluir que se trata de una "política organizada" cuyo "objetivo principal es sembrar el terror entre las poblaciones civiles, en violación del derecho internacional humanitario".
Obstaculizar una nueva ofensiva rusa
Las fuerzas armadas ucranianas también han utilizado ampliamente drones kamikaze en los últimos meses, pero con objetivos diferentes: apuntando a objetivos militares, parecen tener como misión principal obstaculizar al ejército y al complejo militar-industrial ruso, que se prepara para una gran ofensiva de verano.
De hecho, el ejército ruso está preparando sus esfuerzos en dos direcciones. La más visible es la región de Soumy (noreste de Ucrania), cerca de la cual Moscú habría reunido a "50.000 hombres", según el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky. Los guardias fronterizos ucranianos también consideraron que Rusia ha "concentrado un número suficiente de fuerzas [...] para lanzar un posible ataque".
Pero el Kremlin también podría optar por centrarse en la región de Donetsk, uno de los lugares más disputados del frente, que Moscú aún no ha logrado conquistar por completo.
El ejército ruso redistribuyó y reorganizó sus tropas allí en abril, en parte gracias a la "tregua" propuesta por Vladimir Putin. Para el analista militar Viktor Kevlyuk, "esta maniobra marca el comienzo de la ofensiva de verano de los rusos en Ucrania", que consistirá en cercar a los defensores ucranianos atacándolos desde la ciudad de Konstantinovka al sur y la de Lyman al norte. La situación sobre el lugar es "muy difícil", dice el coronel de la reserva, en particular porque Moscú "tiene una ventaja considerable de efectivos".
Por lo tanto, el tiempo apremía para los defensores ucranianos, que multiplican los intentos de sabotear la máquina de guerra rusa. Kyiv ha reivindicado en los últimos días ataques exitosos contra una fábrica de la empresa Raduga, en Dubna (región de Moscú), que fabrica misiles de crucero utilizados contra Ucrania; contra una fábrica de drones rusa ubicada en la misma ciudad; o contra una fábrica de Kinechma (región de Ivanovo) que produce productos químicos que incluyen explosivos, pólvora o aditivos para combustible de aviación. Estos ataques se confirman por la existencia de vídeos aficionados que han podido geolocalizarse.
Entre el 20 y el 23 de mayo, las fuerzas armadas de Kyiv ya habían lanzado 788 drones hacia Rusia y los territorios ucranianos ocupados, según el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso. Uno de estos ataques mató a una persona en un pueblo de la región de Zaporijjia el 22 de mayo.
(*) Justine Brabant. Periodista de Mediapart, Francia.
Fuente: https://www.mediapart.fr/journal/international/300525/la-russie-tente-d-ecraser-l-ukraine-sous-une-pluie-de-drones-kamikazes?
Traducción: Enrique García