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8.7.24

Una Europa que deriva hacia la derecha y la extrema derecha (II)

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Por Eric Toussaint (*)

El Grupo de Conservadores y Reformistas Europeos es en este momento el principal grupo parlamentario de extrema derecha y cuenta con 83 eurodiputados.

3. ECR El Grupo de Conservadores y Reformistas Europeos, la mayor agrupación de extrema derecha

El Grupo de Conservadores y Reformistas Europeos es en este momento el principal grupo parlamentario de extrema derecha y cuenta con 83 eurodiputados. En comparación con las elecciones de 2019, este grupo ha crecido 14 escaños. El partido de Giorgia Meloni, los Hermanos de Italia (Fratelli d'Italia) constituye la principal fuerza política de este grupo con 24 parlamentarios elegidos en 2024 frente a 10 en 2019. Luego viene en Polonia el partido Ley y Justicia (PIS es el acrónimo en polaco) que gobernó este país desde 2015 hasta finales de 2023 y que cuenta con 20 parlamentarios frente a 27 en 2019. Hay que tener en cuenta que en 2019 fue la principal fuerza política del país y que en 2024 fue superado por la Coalición Cívica (en polaco: Koalicja Obywatelska, abreviado como KO) dirigida por Donald Tusk, que gobierna desde finales de 2023, como hemos visto al hablar del PPE. En España, el partido de extrema derecha VOX forma parte del grupo ECR, obtuvo 6 escaños en 2024 frente a 4 en 2019. En Francia, los miembros de ECR se encuentran más o menos en la formación política de extrema derecha Reconquista del racista Éric Zemmour, son 4 [3]. En Bélgica, la NVA, el principal partido nacionalista flamenco ultra neoliberal y racista, forma parte de ECR con 3 parlamentarios (la misma cifra que en 2019). La NVA obtuvo el 22% de votos en Flandes y superó por poco al Vlaams Belang en las elecciones al parlamento federal que se celebraron al mismo tiempo que las europeas. Es el líder de la NVA quien dirige las negociaciones para la constitución de un nuevo gobierno en Bélgica, gobierno que estará compuesto íntegramente por partidos de derecha. El Vlaams Belang, que está aún más a la derecha que la NVA, la superó por poco en las elecciones europeas y también cuenta con 3 eurodiputados. El Vlaams Belang forma parte del otro gran grupo de extrema derecha en el Parlamento Europeo, el grupo ID dominado por el RN de Marine Le Pen (ver más adelante). Durante la campaña electoral para el parlamento federal belga, la NVA adoptó un discurso no muy alejado del Vlaams Belang para no perder demasiados votos a su favor. Bart de Wever, el líder de la NVA, se presentó de alguna manera como un baluarte ante el peligro que representa el Vlaams Blok. Sin embargo, en la noche electoral del 9 de junio, Bart de Wever, contento de haber superado (por poco) al Vlaams Blok, felicitó a éste por su resultado en progresión. El programa económico de la NVA se basa en el programa de la patronal belga y flamenca.

En Chequia, la coalición SPOLU, que forma parte del grupo ECR, cuenta con 3 diputados europeos. En Suecia, el partido de extrema derecha de los Demócratas de Suecia (Sverigedemokraterna, SD) forma parte de la ECR, tiene 3 escaños en el Parlamento Europeo como en 2019. En Finlandia, encontramos el partido de los finlandeses (PS Perussuomalaiset / Sannfinländarna) que perdió votos en 2024 y solo tiene 1 parlamentario europeo contra 2 en 2019. Es una buena noticia que este partido pague su participación en el gobierno finlandés en el que tiene 7 ministros. En Grecia, el partido afiliado a la ECR es la Solución griega que progresó en las elecciones de 2024 y obtuvo 2 escaños contra 1 en 2019. Todos los partidos europeos de ECR son claramente de extrema derecha.

En cualquier caso, es importante recordar que en al menos dos países de la UE los partidos miembros de la ECR dirigen o dirigirán el gobierno, como es el caso de Italia y probablemente de Bélgica en las próximas semanas o meses. También están en el gobierno de Finlandia.

4. RENEW Europa

Renew Europe es el cuarto grupo parlamentario europeo en términos de peso. Su fuerza disminuyó considerablemente tras las elecciones de 2024, pasó de 102 en 2019 a 75 parlamentarios en 2024. Las principales formaciones políticas del grupo RENEW son el partido del presidente francés Emmanuel Macron, 3 partidos de derecha de Bélgica: el MR del que proviene Charles Michel, el presidente del Consejo cuyo mandato está llegando a su fin, el Open VLD del ex primer ministro belga Alexander De Croo, y los Engagés, un partido que proviene de la familia PPE y que acaba de unirse a RENEW desde las elecciones europeas de junio de 2024 después de haber tenido un buen resultado electoral. En los Países Bajos, también miembro de RENEW, el VVD, el partido del ex primer ministro Mark Rutte, que acaba de convertirse en el nuevo líder de la OTAN, ahora forma parte de un gobierno de coalición dirigido por el partido de extrema derecha del racista Geert Wilders (del Partido por la Libertad). Fue su partido el que impulsó al nuevo primer ministro holandés Dick Schoof, que fue jefe de los servicios de inteligencia y que oficialmente no es miembro de ningún partido.

5. Identidad y Democracia (ID)

El Reagrupamiento Nacional de Marine Le Pen y Jordan Bardella, que encabezó las elecciones europeas en Francia consiguiendo el doble de votos que el partido de Emmanuel Macron, ejerce el liderazgo en el grupo ID.

El segundo grupo parlamentario de extrema derecha es el grupo Identidad y Democracia (ID), también ha crecido desde las elecciones de 2019, pasando de 49 a 58 parlamentarios europeos en 2024. El grupo está presente en 7 países. El Reagrupamiento Nacional de Marine Le Pen y Jordan Bardella, que encabezó las elecciones europeas en Francia consiguiendo el doble de votos que el partido de Emmanuel Macron, ejerce el liderazgo en él con 30 parlamentarios frente a 18 en 2019. Luego viene la Liga del Norte de Matteo Salvini, que sufrió enormes pérdidas en comparación con 2019. Su grupo ya solo tiene 8 parlamentarios, mientras que tenía 22. El partido de Salvini forma parte del gobierno de Giorgia Meloni, del que es viceprimer ministro (puesto que también ocupó en 2018-2019). El partido de Salvini incorpora a personalidades de extrema derecha que muestran su simpatía por Mussolini como el ex general Vannacci. En Austria, el Partido de la Libertad de Austria o Partido Liberal Austriaco (en alemán: Freiheitliche Partei Österreichs, FPÖ) fue parte del gobierno de 2000 a 2006, y luego de 2017 a 2019. Varios de sus miembros y líderes no han ocultado sus simpatías nazis. El partido ya no pudo formar parte de un gobierno tras un escándalo que estalló en 2019, que reveló en video que uno de sus principales líderes había negociado la financiación del partido con un oligarca ruso. Dicho esto, entre 2019 y 2024, duplicó sus votos y sus parlamentarios europeos de 3 a 6. Se convirtió así en el primer partido austriaco en 2024, adelantando en un escaño en el Parlamento Europeo al partido miembro del grupo del Partido Popular Europeo y al Partido Socialista.

En Países Bajos, es el Partido por la Libertad (en holandés Partij voor de Vrijheid) de Geert Wilders el que forma parte del grupo Identidad y Democracia. Se convirtió en la principal fuerza política del país en noviembre de 2023 y acaba de formar gobierno con el VVD que forma parte de Renew (ver arriba). En las elecciones europeas, confirmó su posición como primer partido al obtener 6 parlamentarios, mientras que el VVD de Mark Rutte obtuvo 4. En Bélgica, en la parte flamenca, el Vlaams Belang, miembro de Identidad y Democracia, experimentó un fuerte avance electoral en junio de 2024 convirtiéndose en el principal partido en términos de votos para las elecciones europeas. Para las elecciones al parlamento belga, es la segunda fuerza después del NVA que, como hemos visto, forma parte del otro grupo parlamentario de extrema derecha, el ECR. El grupo ID también está presente en Estonia y Chequia, pero son fuerzas marginales, cada una de las cuales obtuvo sólo un parlamentario.

6. El grupo de los Verdes europeos (54 en lugar de los 71 escaños en 2019)

El grupo de los Verdes europeos ha conocido una importante derrota en las elecciones de 2024, pasa de 71 parlamentarios a 54

El grupo de los Verdes europeos sufrió una importante derrota en las elecciones de 2024, pasando de 71 parlamentarios a 54. El grupo vuelve aproximadamente al tamaño que tenía entre 1999 y 2019 antes de experimentar un fuerte crecimiento en 2019 para la legislatura que finaliza. Ahora, pasa de la cuarta posición a la que ascendió en 2019 a la sexta posición, superado por los dos grupos parlamentarios de extrema derecha, el grupo ECR y el grupo ID. Los Verdes alemanes (= Grünen), que forman parte de un gobierno de gran coalición con socialistas y liberales, perdieron casi la mitad de los escaños, pasando de 21 eurodiputados a 12. Si sumamos las otras pequeñas listas alemanas que también pertenecen al grupo de los europeos Verdes, el total va de 25 al 16.

Los Verdes alemanes aceptaron la orientación del gobierno liderado por el socialista Scholtz, decididamente favorable al gobierno fascista de Netanyahu, pro-OTAN y partidario de un fuerte aumento del gasto armamentista. Los Verdes de Bélgica también sufrieron una terrible derrota, particularmente en la parte francófona del país, donde pagaron un alto precio por su participación en el gobierno con dos partidos de derecha y los socialistas. Han pasado de 2 eurodiputados a 1. Los Verdes flamencos están un poco mejor y conservan un eurodiputado. Los Verdes austriacos, que gobiernan desde 2019 con el OVP, miembro del PPE, también pierden y pasan de 3 parlamentarios a 2. Los Verdes franceses, que han adoptado una posición cada vez más moderada sin estar en el gobierno, también perdieron. un gran número de votos, pasando de 10 eurodiputados a 5. La excepción a esta caída tan significativa se encuentra en Dinamarca: los Verdes progresaron y pasaron de 2 a 3 escaños en el PE. En Italia se quedan con 3 escaños en el PE y en Suecia también con 3 escaños. En los países del Este están casi ausentes.

7. El grupo parlamentario The Left (La Izquierda)

Si la izquierda no ofrece alternativas al desorden, la crisis climática, la inseguridad social, la gestión de las migraciones y las crecientes desigualdades, estos espacios serán ocupados por la extrema derecha con una perspectiva de exclusión, punitivismo y criminalización de las y los diferentes

El séptimo grupo parlamentario europeo está formado por el grupo The Left (La Izquierda) anteriormente GUE / NL. Inicialmente, hace 25 años, estaba compuesto por partidos eurocomunistas a los que se sumaban dos escaños trotskistas Alain Krivine (Liga Comunista Revolucionaria) y Arlette Laguiller (Lutte Ouvrière). Se expandió hacia partidos de la izquierda nórdica (Dinamarca, Finlandia y Suecia) que no procedían de la tradición comunista. En 2004, ya no hubo escaños trotskistas, sino que se unieron a el GUE, el Bloque de Izquierda de Portugal (resultado de una fusión entre eurocomunistas, maoistas, trotskistas,...) y el Sinn Fein irlandés, así como el Partido Progresista de los Trabajadores (AKEL) de Chipre y el Partido Comunista de la República Chequia. Tras las elecciones de 2009, el GUE experimentó una caída importante porque las diferentes organizaciones comunistas italianas perdieron toda representación cuando tenían 7 escaños europeos en la legislatura anterior. La GUE se redujo a 35 parlamentarios. Pero a partir de 2014, nuevas formaciones en pleno desarrollo reforzaron la GUE, en particular Syriza de Grecia, que estaba en su apogeo o se unieron a ella, como Podemos en España, que acababa de ser creada e hizo elegir con una orientación radical a 5 parlamentarios por primera vez. Izquierda Unida de España también tenía escaños. Como resultado, en 2014, la GUE experimentó un importante crecimiento al ganar 18 escaños, pasando de 35 a 53 escaños. Tras la capitulación de Syriza en 2015, del giro moderado de Podemos y Die Linke en Alemania, la GUE/NL perdió fuelle y volvió a caer a 37 escaños en 2019. Los resultados de las elecciones de 2024 sitúan a The Left, el nombre que sustituye al acrónimo GUE/NL, en su nivel de 2009 y 2019. Cabe destacar pero con resultados positivos en Francia, donde La France Insoumise gana 4 escaños, pasando de 5 a 9, en Bélgica, donde gracias al PTB, The Left gana 1 eurodiputado, en Italia, con la lista Alianza Verde e Izquierda que obtiene 2 eurodiputados. Por otro lado, por primera vez en mucho tiempo, Izquierda Unida, en la que se encuentra el PC español (IU-PC forma parte de Sumar que participa en el gobierno del socialista Pedro Sánchez) y el PC francés estarán ausentes del Parlamento Europeo y AKEL en Chipre retrocede. Podemos, que salió del gobierno de Pedro Sánchez y Sumar en 2023, con una línea de izquierdas obtuvo 2 escaños (mientras que en 2019 tenía 5). Anticapitalistas, que tenía un escaño, no se presentó. Die Linke obtiene solo el 2,7% de los votos y pierde 2 escaños, pasa de 5 parlamentarios a 3, habiendo sufrido una escisión organizada por una de sus antiguas líderes que creó un movimiento que lleva su nombre: la Alianza Sarah Wagenknecht (Bündnis Sahra Wagenknecht).

Este nuevo partido, que obtuvo el 6,2% de los votos (casi dos millones de votos) y 6 eurodiputados en el primer intento, probablemente no formará parte de La Izquierda. Asunto a seguir. La Alianza Sarah Wagenknecht obtuvo importantes resultados en el territorio de la antigua Alemania Oriental, obteniendo en ocasiones el 15% de los votos y quedando en tercer lugar detrás del partido de extrema derecha AFD y del partido de Úrsula von der Leyen CDU/CSU, miembro del PPE. No descarta llegar a un acuerdo con este partido (y el socialista SPD) para gobernar las provincias orientales y así impedir que la AFD llegue al gobierno. El nuevo partido de Sarah Wagenknecht obtuvo votos en detrimento del partido socialdemócrata del Canciller Scholtz, Die Linke, la AFD, los liberales, los Verdes y el CDU-CSU. Según Reuters, en orden, esto da 500.000 del SPD, 400.000 de Die Linke y 140.000 de la AFD. Sarah Wagenknecht y su partido adoptaron una posición favorable al control de los flujos migratorios, la negativa a enviar armas para apoyar a Ucrania invadida por Rusia y la necesidad de abrir negociaciones para poner fin a la guerra,... No se pronuncian a favor de medidas anticapitalistas. La cuestión del medio ambiente ocupa un lugar marginal en el programa, al igual que la cuestión de los derechos LGBTQI+. Por tanto, no podemos incluir a este nuevo partido en la categoría de partidos de izquierda radical, pero sería un error situarlo en la derecha. Su programa recuerda en cierto modo al programa de los Partidos Comunistas de los años 1960 y 1970 (como el Partido Comunista Francés): una dosis significativa de proteccionismo para defender logros sociales, una búsqueda de una alianza con las clases medias, las empresas líderes que invierten en la producción nacional y crean empleos, contra el gran capital globalizado, internacionalizado y monopolista. Una línea antimonopolista más que anticapitalista. Será necesario seguir de cerca su evolución sin demonizar a la Alianza Sarah Wagenknecht, criticando y debatiendo todos los puntos que requieren una orientación clara de izquierda radical, internacionalista, socialista ecologista y feminista.

Entre los éxitos de partidos o listas que forman parte de The Left, hay que señalar los buenos resultados del PTB (Partido del Trabajo de Bélgica) en Bélgica, partido de origen maoísta y estalinista que ha renunciado públicamente a estas referencias hace unos veinte años [4]. En la parte flamenca del país, el PTB duplicó sus votos hasta el 8,2% y obtuvo su primer parlamentario europeo elegido en el colegio flamenco. En la región francófona (Valonia y Bruselas francófona), obtuvo el 15,4% y mantiene un europarlamentario. Mientras se celebraban las elecciones europeas, también se celebraban las elecciones federales y regionales. Para las elecciones al parlamento flamenco, el PTB obtuvo el 8,3%, con un fuerte aumento. En Valonia, el PTB experimentó un ligero descenso y obtuvo el 12,1% (-1,5% en comparación con 2019) y en Bruselas francófona, el PTB aumentó y obtuvo el 21% (mientras que el PS obtiene el 22%). En algunos municipios del corazón popular de Bruselas, el PTB supera el 25% de los votos como en Anderlecht (28%), Molenbeek (27%), o en Bruselas ciudad (26%). En el centro de Lieja, obtiene el 16,5%, en el suburbio industrial de Lieja, en Herstal, el PTB obtiene el 24,3%. En Charleroi, obtiene el 20%. El PTB tiene una orientación de izquierda radical y es internacionalista pero evita proponer medidas anticapitalistas.

Hay que señalar que también había una lista Anticapitalista (IV Internationale) que se presentó en la Bélgica francófona en las elecciones europeas. En Valonia obtuvo el 2,5%.

La buena sorpresa viene de Italia, donde la lista de la Alianza Verde e Izquierda obtuvo el 6,8% de los votos y ganó 5 escaños europeos, pasando de 1 escaño a 6. 2 de los 6 escaños reforzarán a La Izquierda, 3 volverán al grupo de los Verdes Europeos y 1 escaño forma parte de la categoría de no inscritos.

La deuda pública, que ha aumentado considerablemente, servirá de argumento para imponer políticas de austeridad cada vez más fuertes

La italiana Ilaria Salis, profesora de 39 años, detenida en Hungría acusada de violencia contra neofascistas durante una manifestación antifa a principios de 2022. Fue detenida a principios de 2023 en Budapest y encarcelada desde entonces y corría el riesgo de una condena de hasta 24 años de prisión. Fue candidata en la lista de Alleanza Verdi e Sinistra, y fue elegida para el Parlamento Europeo y, en consecuencia, fue liberada. Esta es una muy buena noticia. Otra buena noticia es que un alcalde italiano, Mimmo Lucano, que había sido amenazado de prisión por el gobierno de Matteo Salvini en 2019 por autorizar la llegada de un barco de migrantes al puerto de su pequeña ciudad Riace también fue elegido para el Parlamento Europeo en la misma lista que Ilaria Salis.

Miguel Urbán, eurodiputado saliente, tiene mucha razón en su reflexión sobre la crisis de la izquierda. Me adhiero sin restricciones y tomo una larga cita de uno de sus artículos recientes:

"Mientras la extrema derecha parece no parar de crecer en toda Europa, la izquierda sigue anclada en una crisis existencial manteniéndose como el grupo más pequeño del Parlamento Europeo. En este contexto, la izquierda debe de preguntarse qué ha hecho mal para que la extrema derecha consiga ser percibida como expresión del malestar y vehículo de la protesta electoral. ¿Por qué la izquierda ha dejado de ser una herramienta de federación del descontento y de la impugnación, de la protesta contra el establishment, de la ilusión de las y los de abajo? Y, sobre todo, cómo podemos volver a serlo.

Porque hace justo una década, la coalición de la izquierda radical SYRIZA ganaba las elecciones europeas en Grecia como paso previo a su victoria, un año después, en las elecciones legislativas asumiendo, por primera vez desde la II Guerra Mundial, un gobierno de un país de de UE una fuerza situada a la izquierda de los socialdemócratas. Solo hace una década irrumpía una nueva fuerza política como Podemos en el Parlamento Europeo, que llego en poco más de un año a casi conseguir sorpassar al Partido Socialista Obrero Español (PSOE) con más de cinco millones y un 21% de los votos.

Al volver la mirada unos años hacia atrás en el tiempo, no podemos dejar de recordar la clásica tesis de Walter Benjamín: «Cada ascenso del fascismo da testimonio de una revolución fallida». Una afirmación que si la extrapolamos de su literalidad continúa siendo actual hoy en día para comprender cómo el ascenso del neoliberalismo autoritario y/o de la extrema derecha, no exclusivamente, pero también está relacionado con las debilidades actuales de la izquierda. Una tesis útil para tener presente los riesgos de que los gobiernos de izquierdas se moderen y no cumplan las expectativas de cambio de las clases populares como ocurrió con Syriza en Grecia o como está ocurriendo en España con el PSOE y Sumar. Porque cuando se truncan las expectativas, surge la insatisfacción y la frustración, imperando la lógica del «no se puede», del «todos son iguales» de la anti-política neoliberal que alimentan las pasiones oscuras sobre las que se construye la internacional reaccionaria.

Todavía la mayoría de la izquierda institucional europea no ha sacado las lecciones de la derrota de la experiencia de gobierno de Syriza; de las limitaciones de un proyecto reformista en un contexto de crisis de régimen donde no hay espacio para las reformas; y del papel que juega la UE como expresión concentrada del constitucionalismo neoliberal de mercado en donde el conjunto de las llamadas normas comunitarias prevalecen sobre el derecho estatal nacional y por ende sobre la soberanía popular. Como quedo patente en la experiencia del primer gobierno de Syriza, el referéndum en contra de la austeridad de julio del 2015 y la imposición del memorándum austeritario por parte de la Troika.

Al final, si la izquierda no ofrece alternativas al desorden, a la crisis climática, a la inseguridad social, a la gestión de las migraciones y a la creciente desigualdad, estos espacios los ocupa la extrema derecha desde una óptica de la exclusión, desde el punitivismo, la criminalización del diferente. La izquierda debe de comprender el momento de crisis de régimen capitalista en el que nos encontramos, que genera malestares crecientes entre cada vez más sectores sociales y como, en muchas ocasiones, la izquierda es vista como parte del sistema y por ende como parte del problema.

Indudablemente, en momentos de crisis como los actuales, la izquierda debe de repensarse, una tarea que en ningún caso puede derivar en transitar un camino muy peligroso, una tendencia a cierta fascinación por los temas que plantea la extrema derecha: proteccionismo, soberanismo excluyente y política antiinmigración. Muchas veces, al no abordar estos problemas en el marco de la reconstrucción de un proyecto basado en la autoorganización autónoma de la clase trabajadora, con aspiraciones hegemónicas y portador de una propuesta de sociedad ecosocialista y feminista, puede parecer que de lo que se trata es de «disputarle» las propuestas a la extrema derecha, en uno de esos ejercicios sin futuro consistentes en mimetizarse con el adversario para «robarle» sus éxitos. Esa táctica le puede funcionar a la derecha cuando copia los aspectos más superficiales de la izquierda, pero lleva a la izquierda a su impotencia total y a su autodestrucción". (Este artículo de Miguel Urbán será publicado próximamente).

Conclusiones

La Comisión, el Consejo y el BCE van a aumentar la presión sobre los gobiernos de los países de la UE para agravar los recortes de los gastos sociales.

La orientación a la derecha de las instituciones que gobiernan la UE se acentuará claramente. La Comisión, el Consejo y el BCE van a aumentar la presión sobre los gobiernos de los países de la UE para agravar los recortes de los gastos sociales. La deuda pública, que ha aumentado considerablemente, servirá de argumento para imponer políticas austeritarias cada vez más fuertes. En la batalla de ideas habrá que explicar que los gobiernos, la Comisión y el BCE han querido un aumento de la deuda pública para financiar el gasto frente a la pandemia de coronavirus y la crisis económica social que ha sido amplificada por ella. Los líderes europeos y los gobiernos nacionales no han querido gravar los superbeneficios de las grandes empresas farmacéuticas, especialmente las que producen vacunas, que se han enriquecido escandalosamente a espaldas de la sociedad. Al igual que las empresas de distribución, especialmente las especializadas en ventas en línea y servicios informáticos, que han obtenido enormes beneficios. Luego, cuando los precios del gas se dispararon tras la invasión de Ucrania por parte de Rusia, los gobiernos no quisieron controlar los precios de la energía y congelarlos, lo que permitió a las empresas especializadas en combustibles fósiles y a las productoras de energía obtener enormes beneficios a espaldas de la sociedad. Finalmente, cuando los precios de los alimentos se dispararon tras la guerra en Ucrania y la especulación sobre los cereales, las empresas de cereales obtuvieron súper beneficios. Al igual que las grandes cadenas de distribución que han aumentado el precio de los alimentos al por menor de forma desproporcionada y abusiva, provocando un aumento muy fuerte de la inflación y una pérdida del poder adquisitivo de las clases populares. Los gobiernos se han negado a gravar de forma extraordinaria sus beneficios. Las empresas de producción de armas también ven aumentar sus beneficios gracias a la guerra en Ucrania y Oriente Próximo.

En esta situación y con esta postura de negativa a hacer gravámenes sobre las empresas que se beneficiaban de la crisis y de los más ricos, los Estados han recurrido cada vez más a la financiación a través de la deuda en lugar de financiarse a través de ingresos fiscales, excepto los procedentes de los impuestos indirectos sobre el consumo (Impuesto sobre el valor añadido - IVA) que son particularmente negativos para la gran mayoría de la población y en particular para los sectores con los ingresos más bajos.

En la batalla de las ideas, habrá que demostrar que gran parte de la deuda pública es, en consecuencia, ilegítima y que debe ser auditada y cancelada.

La política de los líderes europeos y de los gobiernos nacionales en materia de migración también se endurecerá y las violaciones de los derechos humanos aumentarán. Las violaciones de estos derechos se multiplicarán cuando son denunciadas por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos y las asociaciones de defensa de los derechos humanos.

La inacción climática de los gobiernos y las instituciones europeas también se profundizará.

El rearme se acelerará.

Los discursos de extrema derecha y las políticas favorables a ellos corren el riesgo de seguir extendiéndose.

En consecuencia, la lucha antifascista y las acciones de protesta contra el ascenso de la extrema derecha tomarán cada vez más importancia.

Los movimientos sociales y los partidos políticos de izquierda deben retomar la iniciativa sobre la base de un programa decidido de ruptura con el capitalismo y con una práctica no menos decididamente unitaria.

El autor agradece a Peter Wahl, Angela Klein, Roland Kulke, Fiona Dove, Thies Gleiss, Gerhard Klas, Manuel Kellner, Tord Björk, Raffaella Bollini, Franco Turigliatto, Gigi Malabarba, Miguel Urbán, Alex De Jong, Roberto Firenze, Gippo Mugandu, Roland Zarzycki, Bettina Müller, Antonis Ntavanellos, Giorgos Mitralias, Tassos Anastassiadis, Thanos Contargyris que han respondido a mis preguntas sobre los resultados de las elecciones europeas. Gracias a Maxime Perriot por su revisión. El autor es el único responsable de las opiniones emitidas en este artículo y de los errores que pueda contener.

Traducido por Alberto Nadal Fernández

Notas:

[1] Además de Bélgica, también Bulgaria, Grecia y Luxemburgo.

[2] Miguel Urbán. Quien siembra políticas de extrema derecha... recoge extrema derecha. https://vientosur.info/quien-siembra-politicas-de-extrema-derecharecoge-extrema-derecha/

[3] Los 4 eurodiputados/as son Marion Maréchal que está aún más a la derecha que su tía Marine Le Pen. Los otros tres son Guillaume Peltier así como Laurence Trochu, que ha dejado Reconquista para formar un nuevo partido conservador con Nicolas Ray.

[4] A comienzos de los años 1980, el PTB denunciaba el socialimperialismo soviético como tan peligroso como el imperialismo de los Estados Unidos, denunciaba a Cuba como el brazo armado del socialimperialismo soviético que operaba en particular en Angola. En mayo de 1989, el PTB apoyó la represión de las autoridades chinas contra la ocupación de la plaza de Tienanmen. Autores del PTB afirmaban que los procesos de Moscú de los años 1930 estaban justificados y no habían ido suficientemente lejos en la depuración de elementos traidores a la causa comunista. El PTB intentó reconstruir el movimiento comunista internacional en colaboración y luego en competencia con el Partido Comunista filipino de Jo María Sison y Sendero Luminoso de Abismael Guzmán. Su giro data de los años 2000. Mantiene una referencia marxista-leninista.

 

(*) Eric Toussaint es doctor en Ciencias políticas de la Universidad de Lieja y de la Universidad de París VIII, portavoz del CADTM internacional y miembro del Consejo Científico de ATTAC Francia

Fuente: https://www.cadtm.org/Una-Europa-que-deriva-hacia-la-derecha-y-la-extrema-derecha

Foto: Fuentes: CADTM [Foto: Gregor Fischer, Flickr, CC, https://www.flickr.com/photos/gonzo_photo/4067870123]


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