29.4.24
No podemos fallar
Por Esteban Valenti (*)
La izquierda y el progresismo tienen un programa elaborado por el Frente Amplio, es la base de un futuro gobierno. Abarca muchos temas y es lo que corresponde, muestra la capacidad de elaboración y la mirada sobre todo el país en estos tiempos.
Un gobierno debe afrontar la normalidad y las crisis, de diversa índole, y esto incluye muchas materias y sectores y debe hacerlo en todos los casos en directa relación a sus objetivos principales, con capacidad política y de gestión, con transparencia y sin inmoralidades y amiguismos y sabiendo siempre elegir las prioridades. No es un amontonamiento de éxitos de diferentes dimensiones lo que asegura el resultado de un gobierno.
A 10 meses de que asuma un nuevo gobierno, que yo explícitamente espero que sea progresista y que desplace del poder a la derecha, voy a enumerar aquellos pilares que según mi opinión definen el éxito o el fracaso total o parcial de ese gobierno.
No surgen solo del programa del FA, ni la identidad genética de la izquierda, sino del análisis y la definición de los siete temas esenciales, centrales para el presente y los 5 años futuros. ¿Pueden ir cambiando? Naturalmente, porque se alcancen antes o porque surjan crisis que introduzcan cambios importantes. Sin esa capacidad de cambios en la marcha también se fracasa.
No están ordenados por importancia.
Primero. Reducir de manera muy importante la pobreza infantil y adolescente. Para esto además de políticas sociales muy bien planeadas y ejecutadas, es imprescindible una economía y política social indivisibles, la directa participación de las escuelas y segundo ciclo de tiempo completo con muchos centros en todo el país, la cultura, el deporte y asumir críticamente todas las experiencias acumuladas por el país. Implica la política de vivienda popular y social, y en resumen dedicar los recursos económicos necesarios a lo largo de todo el periodo de gobierno. Por ello, la reforma constitucional propuesta por el plebiscito es un grave error, porque traslada todo al déficits de las cajas de jubilaciones y atenaza el gobierno en todas sus políticas, en esta de la niñez y la adolescencia en particular.
Una consecuencia muy importante: ataca la base, una de las causas principales de la delincuencia. No es la única.
Segundo. Un salto en la producción a todos los niveles y con el cuidado del ambiente como una componente central. Esto implica la promoción descentralizada de inversiones públicas y privadas en los sectores claves de la economía nacional, agroindustria, forestación, industrias tecnológicas, servicios (turismo etc) con atención especial a las micro, pequeñas y medias empresas. Obligatoriamente incluye cinco temas claves: salarios, infraestructura, riego y uso del agua, energía con precios competitivos, formación y capacitación permanente de calidad.
Tercero. Invertir la actual tendencia a la inseguridad y mejorar la situación de manera constante. Partamos de la base que venimos acumulando fracasos nuestros y ajenos y que no podemos seguir en una batalla de estadísticas. La situación es grave y se agrava.
No puede ser una catarata imaginativa de propuestas una vez cada cinco años y un lustro de padecimientos para todos. No habrá mejoras constantes sino afrontamos esta situación desde todos los ángulos, de manera coordinada, invirtiendo lo que sea necesario, tomando otras experiencias nacionales y adaptándolas al país y rompiendo toda posibilidad de vínculos del narcotráfico y el crimen organizado con el poder a cualquier nivel. Solo un gobierno honesto y transparente puede encabezar una batalla frontal contra el delito.
Combinar y coordinar la presencia del Estado (educación, políticas sociales, vivienda, educación, policía, justicia) en todo el territorio nacional, pero con planes especiales para las zonas más comprometidas.
Un papel especial y diferente para la "inteligencia" táctica y estratégica apuntando a los sectores superiores del tráfico y la comercialización de la droga, de personas y armas. Es una batalla que se gana o se pierde en la pirámide. Hay que golpear en la base (las bocas) pero desmantelar las cúpulas.
Para ello un centro de la batalla es la lucha contra el lavado de activos, donde hemos retrocedido notoriamente e interesadamente.
Cuarto. Igualdad de oportunidades y de condiciones en todos los sectores entre mujeres y hombres. No es solo un tema de sensibilidad, de sensibilidad social, es que Uruguay no puede perderse un cuarto o más de su capacidad productiva, creativa, de gestión, de aportes a todos los niveles continuando con la desigualdad entre hombres y mujeres. Los cambios son importantes, legales, salariales, en puestos de dirección, profesionales, pero también y muy importantes son los cambios culturales. Y van a doler y hay que asumirlo.
Quinto. Descentralización en serio y constante. Un cambio histórico. Todas las estadísticas, absolutamente todas muestran las diferencias de desarrollo y de oportunidades entre la población de la capital y metropolitana en un segundo nivel y el resto del país. Estamos desperdiciando recursos sobre todo humanos y no habrá un verdadero Proyecto Nacional, de progreso y con un salto en nuestros niveles de producción, educación y vida sin una auténtica descentralización. Se ha avanzado, en particular en la educación y telecomunicaciones, en la salud (aunque con retrocesos en los últimos años) pero nos falta mucho y más profundo.
Este es otro sector clave que implica cambios institucionales, de inversiones, de infraestructura, de inversiones, culturales, artísticos. Incluso los cambios audaces en políticas demográficas que necesitamos solo son posibles con una visión realmente descentralizada.
En toda la historia hubo un solo Presidente de la República nacido en el interior del país, Baltasar Brum, es hora de que otro presidente haya nacido, se haya formado ejerciendo un gobierno exitoso en Canelones, el interior que además reproduce en casi todos los casos la realidad nacional, excepto por el arroz, que no produce y un puerto transoceánico. Me refiero obviamente a Yamandú Orsi. Sería un aporte muy importante y nuevo.
Sexto. Renovar y fortalecer la "comunidad nacional" como la definió Wilson Ferreira Aldunate. Muchos de los temas anteriores tiene influencia el pensamiento batllista y la acumulación positiva de diversas vertientes, en particular de las fuerzas progresistas. En este caso se trata de algo aparentemente "inmaterial" pero sin el cual no tenemos futuro, ni presente.
No se trata de ningún nacionalismo, ni de perder totalmente el espíritu crítico sobre nuestro país, sobre nuestra sociedad, eso nos hace más débiles y menos capaces de tender la mano con convicción a otros países para una verdadera integración, no solo comercial. Pero necesitamos reforzar en forma permanente nuestra identidad nacional.
Nuevamente hay más uruguayos que emigran que los que retornan al país, eso es grave, pero es además de un termómetro de que se ha debilitado, sobre todo en los jóvenes, la confianza en el país y vaya si la necesitamos.
Ello depende mucho de elementos materiales, oportunidades de empleo, de progreso, de oportunidades, pero es una gran batalla política, educativa, cultural, de los medios, del arte que hay que librar en forma permanente.
Séptimo. Mejorar la calidad de vida de todos los uruguayos. Puede parecer obvio, pero considero que el resumen de todos los anteriores pilares de un cambio avanzado, progresista del gobierno, y de gobiernos departamentales debe reflejarse concretamente, específicamente en mejorar la calidad de vida, material, cultural, espiritual, ciudadana, del placer, la convivencia, la tranquilidad y las condiciones de vida en todo el país. Naturalmente que no se trata, ni se lograría que todos vivamos igual de satisfechos, pero de plantearse concretamente metas en cada sector de actividad que logren ese impacto. En https://www.uypress.net/Columnistas/Esteban-Valenti-uc136167 hay una descripción más completa de este capítulo.
Es obviamente mi opinión personal, en esta campaña que recién comienza a subir de temperatura.
(*) Esteban Valenti. Trabajador del vidrio, cooperativista, militante político, periodista, escritor, director de Bitácora (www.bitacora.com.uy) y Uypress (www.uypress.net), columnista en el portal de información Meer (www.meer.com/es), de Other News (www.other-news.info/noticias). Integrante desde 2005 de La Tertulia de los jueves, En Perspectiva (www.enperspectiva.net) Uruguay.