29.1.24
Maldonado, modelo nacional
Por Esteban Valenti (*)
Que el departamento de Maldonado es el más corrupto y donde se cometen irregularidades a diario es difícil encontrar alguien que lo niegue. Ahora asistimos a declaraciones que desnudan cual es el proyecto de fondo de los blancos, no solo en ese territorio.
El intendente-monarca Enrique Antía declaró sin anestesia alguna que en Maldonado no existe el Partido Colorado. Ese es precisamente el proyecto político-histórico de la actual conducción del Partido Nacional a nivel de todo el país: los blancos no solo liderando por lejos a la derecha y al centro derecha, sino reduciendo a flecos, a recuerdos históricos al Partido Colorado, su rival de muchas décadas y principal partido político del Uruguay y lo mismo con los otros partidos de la Coalición. Cuanto más pequeños e insignificantes mejor.
No es solo un proyecto político e ideológico, sino algo mucho más profundo, la polarización del país, entre el FA y el Partido Nacional, este último como expresión política y social de las fuerzas conservadoras y de la derecha nacional, con una profunda transformación ideológica y cultural.
Este plan se cumplió y se sigue cumpliendo rigurosamente durante este gobierno de "Coalición". Y una de las claves es precisamente la corrupción sistemática, organizada y que comprometa a la mayor cantidad de gobernantes y personas posibles.
Tomemos los últimos ejemplos, aunque en Maldonado cada vez que nos enteramos de algún acto de gobierno, la corrupción siempre sobrevuela.
Maldonado vive de excepciones, aprovechando que tiene los votos necesarios solo con el Partido Nacional en la Junta Departamental. Dos casos.
La construcción de un hotel dentro de la franja de playa existente en La Juanita, a pocos kilómetros de José Ignacio. Con trámite expreso ya fue aprobada por la mayoría de la Junta Departamental, contra la opinión de los habitantes locales, de los otros propietarios y de la Liga de José Ignacio. Y naturalmente de los ediles del FA. Le pasaron el paquete para que defina el Ministerio de Medio Ambiente. ¿Por qué la Junta Departamental no esperó una opinión legal y fundada del Ministerio de Medio Ambiente?
Muy simple y todos los sabemos, porque hay que cumplir con los "amigos", como también lo declaró el propio Intendente Antía. Y de esa manera presionar al Ministerio y asegurar los beneficios.
Es la combinación entre el negocio manejado desde el departamento que reclama, requiere la intervención del gobierno nacional.
Lo mismo sucede pero de manera invertida y más escandalosa y 20 pisos de altura en plena avenida Gorlero, con la venta por un precio ridículo de 2:300.000 dólares de la ex estación de servicio de ANCAP a un gran empresario inmobiliario, para construir una gigantesca torre que también requiere de la excepcionalidad de la Junta Departamental. Ese predio fue desafectado directamente por el Ministro de Cultura Pablo Da Silveira como patrimonio histórico y como tal pasó a manos privadas. Hoy su valor se ha multiplicado por diez y ya no puede ser protegido por la Comisión de Patrimonio.
Es el esquema perfecto del modelo "Maldonado" y del manejo del patrimonio público en acuerdo entre "amigos" y "socios".
Estos dos casos son parte fundamental del proyecto blanco, que tuvo antecedentes, pero que NUNCA llegó a estos niveles de desbarranque moral. Es que el modelo se sostiene precisamente en la naturalización de la corrupción, que todo el mundo comenta en el departamento entre resignado y divertido. Cuando no hay nada de que reírse ni festejar de la viveza de gobernantes amorales.
Antía fue honesto, el en su departamento logró el gran objetivo nacional, despedazar todos los otros partidos de la coalición, que por otro lado también realizaron sus propios aportes, con el Cambio propiedad de Sanabria y sus múltiples negociados y el fugaz Ministro de Turismo Germán Cardozo. Ellos también contribuyeron a hundir un poco más a su partido a nivel departamental y nacional.
Ese elegante y hermoso balneario y algo más que es Punta del Este y otros adyacentes tienen además las condiciones naturales para desarrollar el modelo. Muchos "amigos" muy bien dispuestos a participar de la fiesta y aportar el dinero a todos los niveles necesarios. Y vaya si lo hacen.
El modelo a nivel nacional, también se sostiene con esa componente fundamental, insustituible: grandes negocios y negociados, y una estructura del gobierno para facilitarlos donde sea necesario.
La pregunta es si ¿los colorados, sus dirigentes, no se dan cuenta, no quieren verlo o las prioridades ideológicas los colocan por encima de sus principios más elementales?
¿Un partido que gobernó el país durante la gran mayoría de su historia independiente, con una fuerte vocación de Estado y con personalidades muy desatacadas de la historia, se entrega de esa manera?
¿No leen las encuestas, todas, no saben escuchar lo que se habla, se siente y se percibe con claridad en las plazas, en las calles, en los boliches, en las familias?
¿No se preguntan porque la mayoría absoluta de los escándalos de todo tipo son protagonizados por dirigentes y gobernantes del Partido Nacional a nivel de todo el país y del Poder Ejecutivo y sin embargo el precio lo pagan los otros partidos de la Coalición, en especial el Partido Colorado?
Estamos hablando de dirigentes con décadas de experiencia, no de novatos en un nuevo partido. Todo tiene una explicación, la ideología: prefieren mil veces combatir al Frente Amplio, a la izquierda y el progresismo, aún a costa de su propio suicidio? Y entre sus dirigentes, hay algunos de los voceros de "la grieta" y en realidad, esta es la enorme zanja es en la que está cayendo el PC sin salvación a la vista.
El sueño de generaciones de dirigentes blancos de que un día ellos serían los únicos restos de las fuerzas tradicionales se está cumpliendo paso a paso, política pero también ideológicamente. El batllismo es una de las principales barreras ante este desabarranque. Lo han ido abandonando conceptualmente, políticamente y sumisamente ante un pensamiento y una acción conservadora y perversa de la actual conducción del Partido Nacional.
Esta dirigencia ni siquiera se puede llamar herrerista, hay cosas que aún en la concepción profundamente de derecha pero nacionalista de Luis Alberto de Herrera, jamás hubieran hecho, la mayor entrega de la soberanía nacional: la entrega por 60 años del monopolio del puerto de Montevideo. Y este gobierno lo planificó y lo ejecutó con alevosía, descampado y nocturnidad.
Es el lacallismo renovado y su proyecto ya cumplido de destruir el wilsonismo verdadero, y dominar totalmente el partido sobre una base combinada del uso y abuso del poder y una ideología profundamente reaccionaria, donde el odio a la izquierda la definición básica.
Todo eso se juega en junio y octubre de este año. Si la izquierda, el Frente Amplio no logra desplazar este desastre del poder, se afianzarán con más uñas, más dientes y más bolsillos.
No se trata solo de describir la situación, la izquierda, el Frente Amplio y los que se han ido incorporando al proyecto y lo seguirán haciendo, debemos prepararnos a una batalla muy dura, tanto en Maldonado como a nivel nacional, en estas elecciones hay que desplegar una profunda disputa cultural, sobre la relación entre la vida de la gente, la distribución de los recursos a nivel social, pero también sobre la ética y la moral y sobre la institucionalidad y la democracia y saberlo hacer con la inteligencia de que sea parte de la disputa por los votos.
(*) Esteban Valenti. Trabajador del vidrio, cooperativista, militante político, periodista, escritor, director de Bitácora (www.bitacora.com.uy) y Uypress (www.uypress.net), columnista en el portal de información Meer (www.meer.com/es), de Other News (www.other-news.info/noticias). Integrante desde 2005 de La Tertulia de los jueves, En Perspectiva (www.enperspectiva.net). Uruguay