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22.1.24

Dossier: El Tribunal Internacional de Justicia y el genocidio en Gaza (I)

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Por John Mearsheimer, Marjorie Cohn, Tony Karon, Alain Gabon (*)

Genocidio en Gaza

John Mearsheimer

Escribo para señalar un documento verdaderamente importante que debería ser ampliamente difundido y leído atentamente por cualquier persona interesada en la actual guerra de Gaza.

En concreto, me refiero a la "solicitud" de 84 páginas que Sudáfrica presentó ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) el 29 de diciembre de 2023, acusando a Israel de cometer genocidio contra los palestinos de Gaza[1]. Sostiene que las acciones de Israel desde que comenzó la guerra el 7 de octubre de 2023 "tienen por objeto provocar la destrucción de una parte sustancial del grupo nacional, racial y étnico... palestino en la Franja de Gaza" (pag. 1). Esa acusación encaja claramente en la definición de genocidio de la Convención de Ginebra, de la que Israel es signatario[2].

La solicitud es una magnífica descripción de lo que Israel está haciendo en Gaza. Es completa, está bien redactada, bien argumentada y exhaustivamente documentada. La solicitud tiene tres componentes principales.

En primer lugar, describe detalladamente los horrores que el ejército israelí ha infligido a los palestinos desde el 7 de octubre de 2023 y explica por qué les espera mucha más muerte y destrucción.

En segundo lugar, la solicitud aporta un conjunto sustancial de pruebas que demuestran que los dirigentes israelíes tienen intenciones genocidas contra los palestinos (pag. 59-69). De hecho, los comentarios de los dirigentes israelíes -todos ellos escrupulosamente documentados- son estremecedores. Uno se acuerda de cómo los nazis hablaban de tratar a los judíos cuando lee cómo los israelíes en "puestos de máxima responsabilidad" hablan de tratar a los palestinos (pag. 59). En esencia, el documento sostiene que las acciones de Israel en Gaza, combinadas con las declaraciones de intenciones de sus dirigentes, dejan claro que la política israelí está "calculada para provocar la destrucción física de los palestinos de Gaza" (pag. 39).

En tercer lugar, el documento se esfuerza considerablemente por situar la guerra de Gaza en un contexto histórico más amplio, dejando claro que Israel ha tratado a los palestinos de Gaza como animales enjaulados durante muchos años. Cita numerosos informes de la ONU que detallan el cruel trato de Israel a los palestinos. En resumen, la solicitud deja claro que lo que los israelíes han hecho en Gaza desde el 7 de octubre es una versión más extrema de lo que hacían mucho antes del 7 de octubre.

No cabe duda de que muchos de los hechos descritos en el documento sudafricano ya han sido denunciados anteriormente en los medios de comunicación. Sin embargo, lo que hace que la solicitud sea tan importante es que reúne todos esos hechos en un solo lugar y proporciona una descripción global y minuciosamente respaldada del genocidio israelí. En otras palabras, ofrece una visión de conjunto sin descuidar los detalles.

Como era de esperar, el gobierno israelí ha calificado las acusaciones de "libelo de sangre" que "carece de base fáctica y judicial". Además, Israel afirma que "Sudáfrica está colaborando con un grupo terrorista que pide la destrucción del Estado de Israel"[3]. Sin embargo, una lectura atenta del documento deja claro que estas afirmaciones carecen de fundamento. De hecho, es difícil ver cómo Israel podrá defenderse de forma racional y legal cuando comience el proceso. Después de todo, los hechos brutales son difíciles de rebatir.

Permítanme hacer algunas observaciones adicionales sobre las acusaciones sudafricanas.

En primer lugar, el documento subraya que el genocidio es distinto de otros crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad, aunque "a menudo existe una estrecha conexión entre todos esos actos" (pag. 1). Por ejemplo, atacar a una población civil para ayudar a ganar una guerra -como ocurrió cuando Gran Bretaña y Estados Unidos bombardearon ciudades alemanas y japonesas en la Segunda Guerra Mundial- es un crimen de guerra, pero no genocidio. Gran Bretaña y Estados Unidos no trataban de destruir "una parte sustancial" o la totalidad de la población de esos Estados. La limpieza étnica respaldada por la violencia selectiva también es un crimen de guerra, aunque tampoco es genocidio, una acción que Omer Bartov, experto en el Holocausto nacido en Israel, denomina "el crimen de todos los crímenes"[4].

Para que conste, yo creía que Israel era culpable de graves crímenes de guerra -pero no de genocidio- durante los dos primeros meses de la guerra, a pesar de que cada vez había más pruebas de lo que Bartov ha llamado "intención genocida" por parte de los dirigentes israelíes[5]. Pero me quedó claro, después de que terminara la tregua del 24 al 30 de noviembre de 2023 e Israel volviera a la ofensiva, que los dirigentes israelíes estaban de hecho intentando destruir físicamente a una parte sustancial de la población palestina de Gaza.

En segundo lugar, aunque la solicitud sudafricana se centra en Israel, tiene enormes implicaciones para Estados Unidos, especialmente para el presidente Biden y sus principales lugartenientes. ¿Por qué? Porque hay pocas dudas de que la administración Biden es cómplice del genocidio de Israel, que también es un acto punible según la Convención sobre el Genocidio. A pesar de admitir que Israel está llevando a cabo "bombardeos indiscriminados", el presidente Biden también ha declarado que "no vamos a hacer absolutamente nada que no sea proteger a Israel. Ni una sola cosa"[6]. Ha sido fiel a su palabra, llegando incluso a eludir al Congreso en dos ocasiones para conseguir rápidamente armamento adicional para Israel. Dejando a un lado las implicaciones legales de su comportamiento, el nombre de Biden -y el de Estados Unidos- quedará asociado para siempre a lo que probablemente se convierta en uno de los casos de libro de texto de intento de genocidio.

En tercer lugar, nunca imaginé que vería el día en que Israel, un país lleno de supervivientes del Holocausto y sus descendientes, se enfrentara a una grave acusación de genocidio. Independientemente de cómo se desarrolle este caso en la CIJ -y en esto soy plenamente consciente de las maniobras que Estados Unidos e Israel emplearán para evitar un juicio justo- en el futuro Israel será ampliamente considerado como el principal responsable de uno de los casos canónicos de genocidio.

En cuarto lugar, el documento sudafricano hace hincapié en que no hay motivos para pensar que este genocidio vaya a terminar pronto, a menos que la CIJ intervenga con éxito. Cita dos veces las palabras del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, el 25 de diciembre de 2023, para recalcar este punto: "No nos detendremos, seguiremos luchando, y profundizaremos los combates en los próximos días, y esta será una larga batalla y no está cerca de terminar" (pags. 8, 82). Esperemos que Sudáfrica y el CJI pongan fin a la lucha, pero en última instancia el poder de los tribunales internacionales para coaccionar a países como Israel y Estados Unidos es extremadamente limitado.

Por último, Estados Unidos es una democracia liberal repleta de intelectuales, directores de periódicos, responsables políticos, expertos y académicos que proclaman sistemáticamente su profundo compromiso con la protección de los derechos humanos en todo el mundo. Suelen alzar la voz cuando los países cometen crímenes de guerra, especialmente si están implicados Estados Unidos o alguno de sus aliados. Sin embargo, en el caso del genocidio israelí, la mayoría de los expertos en derechos humanos de la corriente liberal dominante han dicho muy poco sobre las salvajes acciones de Israel en Gaza o sobre la retórica genocida de sus dirigentes. Esperemos que en algún momento expliquen su inquietante silencio. En cualquier caso, la historia no será amable con ellos, ya que apenas dijeron una palabra mientras su país era cómplice de un crimen horrible, perpetrado a la vista de todos.

Fuente: Substack del autor, 4/12/23: https://mearsheimer.substack.com/p/genocide-in-gaza

 

A Israel le aterroriza que el Tribunal Mundial decida que está cometiendo genocidio

Marjorie Cohn

A lo largo de casi tres meses, Israel ha gozado prácticamente de impunidad en sus atroces crímenes contra el pueblo palestino. El 29 de diciembre eso cambió, cuando Sudáfrica, Estado Parte en la Convención sobre el Genocidio, presentó una solicitud de 84 páginas ante el Tribunal internacional de Justicia (TIJ) en la que alegaba que Israel está cometiendo genocidio en Gaza.

La bien documentada solicitud de Sudáfrica alega que "los actos y omisiones de Israel... son de carácter genocida, ya que se cometen con la intención específica requerida... de destruir a los palestinos de Gaza como parte del grupo nacional, racial y étnico palestino más amplio" y que "la conducta de Israel -a través de sus órganos estatales, agentes estatales y otras personas y entidades que actúan siguiendo sus instrucciones o bajo su dirección, control o influencia- en relación con los palestinos de Gaza, viola sus obligaciones en virtud de la Convención sobre el Genocidio. "

Israel está montando toda una campaña para impedir que el TIJ declare que está cometiendo genocidio en Gaza. El 4 de enero, el Ministerio de Asuntos Exteriores israelí dio instrucciones a sus embajadaspara que presionaran a los políticos y diplomáticos de sus países anfitriones para que hicieran declaraciones oponiéndose al caso de Sudáfrica en el TIJ.

En su solicitud, Sudáfrica citaba ocho alegaciones en apoyo de su afirmación de que Israel está perpetrando un genocidio en Gaza. Entre ellas figuran:

(1) Matar palestinos en Gaza, incluida una gran proporción de mujeres y niños (aproximadamente el 70 %) de las más de 21.110 víctimas mortales, algunas de las cuales parecen haber sido objeto de ejecución sumaria;

(2) Causar graves daños físicos y psíquicos a los palestinos de Gaza, entre ellos mutilaciones, traumas psicológicos y tratos inhumanos y degradantes;

(3) Provocar la evacuación forzosa y el desplazamiento de aproximadamente el 85% de los palestinos de Gaza, incluidos niños, ancianos, enfermos y heridos. Israel también está causando la destrucción masiva de hogares, aldeas, ciudades, campos de refugiados y zonas enteras palestinas, lo que impide el regreso de una proporción significativa del pueblo palestino a sus hogares;

(4) Causar hambre, inanición y deshidratación generalizadas a los palestinos asediados en Gaza, impidiendo la suficiente ayuda humanitaria, cortando el suministro de alimentos, agua, combustible y electricidad, y destruyendo panaderías, molinos, tierras agrícolas y otros medios de producción y sustento;

(5) No proporcionar y restringir el suministro de ropa, refugio, higiene y saneamiento adecuados a los palestinos de Gaza, incluidos 1,9 millones de desplazados internos. Esto les ha obligado a vivir en situaciones peligrosas de miseria, junto a los ataques y la destrucción rutinarias de lugares de refugio y los asesinatos y heridas causadas a las personas que buscan refugio, incluidas mujeres, niños, ancianos y discapacitados;

(6) No proporcionar o garantizar la prestación de atención médica a los palestinos de Gaza, incluidas las necesidades médicas creadas por otros actos genocidas que están causando graves daños corporales. Esto está ocurriendo mediante ataques directos a hospitales, ambulancias y otras instalaciones sanitarias palestinas, el asesinato de médicos, sanitarios y enfermeros palestinos (incluidos los médicos más cualificados de Gaza) y la destrucción e inutilización del sistema médico de Gaza; 

(7) Destruir la vida palestina en Gaza, destruyendo sus infraestructuras, escuelas, universidades, tribunales, edificios públicos, registros públicos, bibliotecas, tiendas, iglesias, mezquitas, carreteras, servicios públicos y otras instalaciones necesarias para mantener la vida de los palestinos como grupo. Israel está matando a familias enteras, borrando historias orales enteras y asesinando a miembros destacados y distinguidos de la sociedad;

(8) Imponer medidas destinadas a impedir los nacimientos palestinos en Gaza, por medio incluso de la violencia reproductiva infligida a mujeres, recién nacidos, lactantes y niños palestinos.

Sudáfrica ha citado innumerables declaraciones de funcionarios israelíes que constituyen pruebas directas de la intención de cometer genocidio:

"Gaza no volverá a ser lo que era antes. Lo eliminaremos todo", declaró el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant. "Si no tardamos un día, tardaremos una semana. Llevará semanas o incluso meses, llegaremos a todos los sitios".

Avi Dichter, ministro de Agricultura de Israel, declaró: "Ahora es cuando estamos haciendo realidad la Nakba de Gaza", en referencia a la limpieza étnica de palestinos de 1948 para crear el Estado de Israel.

"Hoy tenemos todos un objetivo común: borrar la Franja de Gaza de la faz de la tierra", proclamó Nissim Vaturi, vicepresidente de la Knesset y miembro de la Comisión de Asuntos Exteriores y Seguridad.

La estrategia de Israel para derrotar a Sudáfrica en la CIJ

Israel y su principal patrocinador, los Estados Unidos, han comprendido la magnitud de la solicitud de Sudáfrica ante el TIJ y están furiosos. Israel suele hacer oídos sordos a las instituciones internacionales, pero se está tomando en serio el caso de Sudáfrica. En 2021, cuando la Tribunal Penal Internacional inició una investigación sobre los presuntos crímenes de guerra cometidos por Israel en Gaza, Israel rechazó con firmeza la legitimidad de la investigación.

"Israel no participa generalmente en tales procedimientos", declaró a Haaretz el profesor Eliav Lieblich, experto en Derecho Internacional de la Universidad de Tel Aviv. "Pero no se trata de una comisión de investigación de la ONU o del Tribunal Penal Internacional de La Haya, cuya autoridad Israel rechaza. Es el Tribunal Internacional de Justicia, que deriva sus poderes de un tratado al que Israel se adhirió, por lo que no puede rechazarla por los motivos habituales de falta de autoridad. También es un organismo con prestigio internacional".

Un cable del 4 de enero del Minsterio de Asuntos Exteriores israelí afirma que el "objetivo estratégico" de Israel es que el TIJ rechace la petición de Sudáfrica de una orden judicial para suspender la acción militar de Israel en Gaza, se niegue a declarar que Israel está cometiendo genocidio en Gaza y dictamine que Israel está cumpliendo con el Derecho Internacional.

"Un fallo del Tribunal podría tener implicaciones potenciales significativas que no sólo se limitan al mundo legal, sino que tienen ramificaciones prácticas bilaterales, multilaterales, económicas y de seguridad", afirma el cable. "Solicitamos una declaración pública inmediata e inequívoca en el sentido siguiente: Declarar pública y claramente que SU PAÍS rechaza las más ultrajantes [sic], absurdas e infundadas acusaciones vertidas contra Israel". 

El cable da instrucciones a las embajadas israelíes para que insten a los diplomáticos y políticos al más alto nivel "a reconocer públicamente que Israel está trabajando [junto a otros actores internacionales] para incrementar la ayuda humanitaria a Gaza, así como para minimizar los daños a la población civil, al tiempo que actúa en defensa propia tras el horrible ataque del 7 de octubre por parte de una organización terrorista genocida."

"El Estado de Israel comparecerá ante el TIJ de La Haya para disipar el absurdo libelo de sangre de Sudáfrica", declaró Eylon Levy, portavoz del primer ministro Benjamin Netanyahu. La solicitud de Sudáfrica "carece de fundamento jurídico y constituye una explotación vil del Tribunal y un desacato al mismo", afirmó.

Israel está haciendo todo lo posible, llegando a hipócritas acusaciones de "libelo de sangre", una figura antisemita que acusa falsamente a los judíos del sacrificio ritual de niños cristianos.

"Qué trágico es que la nación del arco iris que se enorgullece de luchar contra el racismo luche a favor de los racistas antijudíos", añadió irónicamente Levy.

Hizo la asombrosa afirmación de que la campaña militar de Israel para destruir a Hamás en Gaza está diseñada para evitar el genocidio de los judíos. Como dice el viejo proverbio, cuando te están echando de la ciudad, ponte al frente de la multitud y actúa como si estuvieras encabezando el desfile. 

El régimen de Biden se alzó para defender a su fiel aliado Israel. El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Kirby, arremetió contra la solicitud de Sudáfrica ante el TIJ, calificándola de "algo sin mérito, contraproducente y completamente carente de cualquier base de hecho". Kirby afirmó: "Israel no está intentando borrar del mapa al pueblo palestino. Israel no está intentando borrar a Gaza del mapa. Israel está intentando defenderse de una amenaza terrorista genocida", haciéndose eco de la absurda afirmación israelí.

La afirmación de Kirby de que Israel está intentando evitar un genocidio es especialmente absurda, dado el hecho de que desde que Hamás mató a 1.200 israelíes el 7 de octubre, las fuerzas israelíes han matado al menos a 22.100 gazatíes, de los cuales unos 9.100 son niños. Al menos 57.000 personas han resultado heridas y al menos 7.000 están desaparecidas. Un número incalculable de personas se encuentra atrapado bajo los escombros.

Las medidas provisionales contra Israel pueden tener un impacto inmediato

Sudáfrica solicita al TIJ que dicte medidas provisionales («interim injunction») para "proteger de nuevos, graves e irreparables daños a los derechos del pueblo palestino en virtud de la Convención sobre Genocidio". Sudáfrica también solicita al tribunal "que garantice el cumplimiento por parte de Israel de sus obligaciones en virtud de la Convención sobre Genocidio de no cometer genocidio y de prevenir y castigar el genocidio".

Las medidas provisionales que Sudáfrica solicita incluyen ordenar a Israel que "suspenda inmediatamente sus operaciones militares en y contra Gaza" y que cese y desista de matar y causar graves daños físicos o mentales a los palestinos, de infligirles condiciones de vida destinadas a destruirlos total o parcialmente, y de imponer medidas para impedir los nacimientos palestinos. Sudáfrica quiere que la CIJ ordene a Israel que deje de expulsar y desplazar por la fuerza a los palestinos y de privarles de alimentos, agua, combustible y suministros y asistencia médica.

El TIJ, brazo judicial de las Naciones Unidas, está compuesta por 15 jueces elegidos para un mandato de nueve años por la Asamblea General y el Consejo de Seguridad de la ONU. No es un tribunal penal como el Tribunal Penal Internacional, sino que resuelve disputas entre países.

Si una parte de la Convención sobre Genocidio considera que otra ha incumplido sus obligaciones, puede llevar a ese país ante el TIJ para que determine su responsabilidad. Así se hizo en el caso de Bosnia contra Serbia, en el que el Tribunal determinó que Serbia había incumplido sus obligaciones de prevenir y castigar el genocidio en virtud de la Convención.

Las obligaciones de la Convención sobre Genocidio son erga omnes partes, es decir, obligaciones de un Estado hacia todos los Estados parte de la Convención. El TIJ ha declarado: "En una convención de este tipo, los Estados contratantes no tienen intereses propios; sólo tienen, todos y cada uno, un interés común, a saber, la realización de esos altos fines que son la razón de ser de la Convención".

El artículo 94 de la Carta de las Naciones Unidas establece que todas las partes en litigio deben acatar las decisiones del TIJ y, si una de ellas no lo hace, la otra puede acudir al Consejo de Seguridad de la ONU para que se ejecute la decisión.

Un caso presentado ante el TIJ puede durar varios años de principio a fin (pasaron casi 15 años desde que Bosnia presentó por primera vez su caso contra Serbia en 1993 hasta la emisión de la sentencia final sobre el fondo en 2007). Sin embargo, hay casos que pueden tener un impacto inmediato. La presentación de un caso ante el TIJ envía un mensaje firme a Israel de que la comunidad internacional no tolerará sus acciones y pretende que rinda cuentas.

Se pueden dictar rápidamente medidas provisionales. Así, por ejemplo, el TIJ ordenó medidas 19 días después de que se iniciara el caso bosnio. Las medidas provisionales son vinculantes para la parte contra la que se ordenan, y su cumplimiento puede ser supervisado tanto por el TIJ como por el Consejo de Seguridad.

Las sentencias sobre el fondo dictadas por el TIJ en litigios entre partes son vinculantes para las partes implicadas. El artículo 94 de la Carta de las Naciones Unidas establece que "cada Miembro de las Naciones Unidas se compromete a cumplir la decisión de [l Tribunal] en cualquier caso en que sea parte". Las sentencias del tribunal son definitivas; no cabe recurso.

Las audiencias públicas sobre la solicitud de medidas provisionales de Sudáfrica tendrán lugar los días 11 y 12 de enero en el TIJ, que se encuentra en el Palacio de la Paz de La Haya (Países Bajos). Las audiencias se retransmitirán en directo [de 4:00 a 6:00 a.m. hora del Este/1:00 a 3:00 a.m. hora del Pacífico, husos horarios norteamericanos] o en la página digital del Tribunal y en la UN Web TV. El Tribunal podría dictar medidas provisionales en el plazo de una semana tras las audiencias.

Otros Estados parte en la Convención sobre el Genocidio pueden sumarse al caso de Sudáfrica

Otros Estados Parte en la Convención sobre Genocidio pueden solicitar permiso para intervenir en el caso presentado por Sudáfrica o presentar sus propias demandas contra Israel ante el TIJ. La solicitud de Sudáfrica identifica a varios países que se han referido al genocidio de Israel en Gaza. Entre ellos se encuentran Argelia, Bolivia, Brasil, Colombia, Cuba, Irán, Palestina, Turquía, Venezuela, Bangladesh, Egipto, Honduras, Irak, Jordania, Libia, Malasia, Namibia, Pakistán y Siria.

El 5 de enero, Quds News Network tuiteó: "El ministro jordano de Asuntos Exteriores, Ayman Safadi, anuncia que su país respalda el caso de genocidio de Sudáfrica contra Israel en la CIJ". Añadió que el gobierno jordano está trabajando en un expediente jurídico para dar seguimiento al caso. Turquía, Malasia y la Organización de Cooperación Islámica (OCI) han anunciado que también respaldan el caso".

La International Coalition to Stop Genocide in Palestine, (Coalición Internacional para Detener el Genocidio en Palestina), recientemente formada y respaldada por más de 600 grupos de todo el mundo, se ha reunido para instar a los estados parte a invocar la Convención sobre Genocidio.

La coalición sostiene que "las Declaraciones de Intervención en apoyo de la invocación por Sudáfrica de la Convención sobre Genocidio contra Israel aumentarán la probabilidad de que las Naciones Unidas apliquen una conclusión positiva sobre el delito de genocidio, de modo que se adopten medidas para poner fin a todos los actos de genocidio y los responsables de dichos actos rindan cuentas".

Durante la primera semana de enero, delegaciones de "diplomáticos de base", encabezadas por CODEPINK, World Beyond War y RootsAction, organizaron una campaña por todos los Estados Unidos instando a los distintos países a presentar Declaraciones de Intervención en el caso de Sudáfrica contra Israel en la el TIJ. Los activistas viajaron a 12 ciudades, visitando misiones de la ONU, embajadas y consulados de Colombia, Pakistán, Bolivia, Bangladesh, la Unión Africana, Ghana, Chile, Etiopía, Turquía, Belice, Brasil, Dinamarca, Francia, Honduras, Irlanda, España, Grecia, México, Italia, Haití, Bélgica, Kuwait, Malasia y Eslovaquia.

"Este es uno de esos raros casos en el que la presión social colectiva que insta a los gobiernos a apoyar el caso sudafricano puede ser un punto de inflexión para Palestina", declaró Lamis Deek, abogado palestino residente en Nueva York, cuyo bufete convocó la Comisión sobre Justicia, Reparaciones y Retorno por Crímenes de Guerra de la Asamblea Palestina para la Liberación. "Necesitamos que haya más estados que presenten intervenciones de apoyo, y necesitamos que el Tribunal sienta la mirada vigilante de las masas para resistir lo que será una presión política extrema de Estados Unidos sobre el Tribunal".

Suzanne Adely, presidenta de la Asociación Nacional de Abogados (National Lawywers Guild) de los EE.UU., señaló:

"El creciente aislamiento mundial de Israel y de los Estados Unidos y sus aliados europeos es un indicador de que éste es un momento clave para que los movimientos populares impulsen a sus gobiernos a que sigan el rumbo de dar estos pasos y colocarse en el lado correcto de la historia". De hecho, desde el 7 de octubre, millones de personas de todo el mundo han marchado, han protestado y se han manifestado en apoyo de la liberación palestina.

 

(*) Roots Action y World Beyond War han creado una plantilla que las organizaciones y los particulares pueden utilizar para instar a otros estados parte de la Convención sobre Genocidio a que presenten una Declaración de Intervención en el caso de genocidio de Sudáfrica contra Israel en la CIJ.

Fuente: Truthout, 6 de enero de 2024

 

[1] https://www.icj-cij.org/sites/default/files/case-related/192/192-2023122...

[2] https://www.un.org/en/genocideprevention/documents/atrocity-crimes/Doc.1...

[3] https://www.timesofisrael.com/blood-libel-israel-slams-south-africa-for-...

[4] https://www.nytimes.com/2023/11/10/opinion/israel-gaza-genocide-war.html

[5] https://mearsheimer.substack.com/p/death-and-destruction-in-gaza

[6] https://www.motherjones.com/politics/2023/12/how-joe-biden-became-americ...

 

Carta de 663 ciudadanos israelíes en apoyo del procedimiento ante la CIJ que acusa a Israel de genocidio

Al Secretario de la Corte Internacional de Justicia
Palacio de la Paz
Carnegieplein 2
2517 KJ La Haya
Países Bajos
CC: Embajada de Sudáfrica en Israel
Martes, 9 de enero, 12:00 horas
Respecto al caso 192 - Procedimiento iniciado por Sudáfrica contra el Estado de Israel el 29 diciembre 2023

Nosotros, ciudadanos israelíes, bajo la obligación de prevenir el genocidio, le escribimos para expresarle nuestro apoyo al procedimiento de Sudáfrica ante la CIJ alegando que la conducta de Israel en Gaza viola sus responsabilidades bajo la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio. Los materiales que surgen de la solicitud de Sudáfrica son horribles y creíbles. Israel está tomando medidas sistemáticas para acabar con la población de Gaza, matarla de hambre, abusar de ella y desplazarla. Implementa una política que inflige deliberadamente condiciones de vida calculada para provocar su destrucción física como grupo. Mata sistemáticamente a grandes sectores de la población, destacados académicos, escritores, médicos, personal médico, periodistas y ciudadanos comunes y corrientes.

Nos sumamos a la doble preocupación expresada en el proceso de que Israel viola sus obligaciones al cometer genocidio contra los palestinos en Gaza y al no prevenir el genocidio, incluso al no responsabilizar a altos funcionarios israelíes y otras personas por su incitación directa y pública al genocidio. También nos sumamos a los solicitantes que piden una serie de "medidas provisionales" que son necesarias para proteger contra daños mayores, graves e irreparables en virtud de la Convención sobre Genocidio que Israel continúa violando con impunidad. Entre otras cosas, nos unimos al llamamiento urgente de los solicitantes para ordenar a Israel "que cese la imposición deliberada de condiciones de vida calculadas para provocar su destrucción física como grupo, para prevenir y castigar la incitación directa y pública al genocidio y para rescindir las políticas y prácticas relacionadas, incluso en lo que respecta a la restricción de la ayuda de emergencia y la emisión de directivas de evacuación".

 

Publicado por Anat Matar en Facebook:
https://www.facebook.com/anat.matar/posts/pfbid02Uebfh5PfCoTTTGLYRmE5dhH...

Por supuesto, los nombres de los 663 firmantes se incluyen en la carta enviada formalmente al Secretario de la Corte Internacional de Justicia. Pero como la atmósfera política en Israel en este momento es tan tóxica, no se han publicado aquí.


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