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1.5.23

Sudán: Enfrentamientos, control de la riqueza y rebeldía. Entrevista

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Por Fathi El Fadl (*)

Entrevista con Fathi El Fadl, portavoz del Partido Comunista Sudanés, realizada por Pierre Barbancey para el periódico francés L'Humanité.

La ruptura se consume entre los dos hombres fuertes de Sudán, el general AbdelFattah Al Burhan, al frente de las fuerzas armadas y autor de un golpe de Estado en octubre de 2021, y el general Mohamed HamdanDagalo, conocido como Hemedti, que dirige las Fuerzas de Apoyo Rápido (FSR). Durante varios meses, las tensiones han ido creciendo, porque ninguno de los dos quería perder sus prerrogativas pero se habían puesto de acuerdo sobre una cosa: marginar a los representantes civiles, que sin embargo son el origen del movimiento de protesta que, en 2018, puso fin a la tiranía de Omar Al Bachir.

El viernes, la tensión había aumentado un poco más. Los combates comenzaron al día siguiente y continuaron el domingo. En el propio Jartum, donde la aviación entró en acción, pero también en varias ciudades del país. Al norte, en el aeropuerto de Merowe, las FSR hicieron prisioneros a soldados egipcios.

El Comité Central de Médicos de Sudán informó [a partir del 16 de abril] de que al menos 56 civiles habían muerto y 595 personas, incluidos combatientes, heridas desde el inicio de los enfrentamientos, que continuaron el domingo por la noche.

¿Cuál es la situación en Jartum?

Desde el sábado, los enfrentamientos entre las Fuerzas de Apoyo Rápido y el Ejército Regular han sido muy violentos, ya sea en la capital o, más al norte, en Merowe, donde se encuentra la base militar egipcia que controla el aeropuerto, o en Port-Sudan. En otros lugares del país, la situación es igual de tensa, como en Darfur. Pero son sobre todo los civiles los que pagan el precio: 56 de ellos han sido asesinados.

Se han hecho varios intentos para establecer una mediación entre las dos partes, pero los generales del ejército se negaron porque creen que el objetivo es derrotar militarmente a los que llaman rebeldes. En Jartum, los puentes están cortados. No se puede llegar a Omdurman. Hay muy poca gente en las calles. En varios barrios de la capital y Omdurman, el agua y la electricidad se cortaron debido a los combates. Como la población no puede salir, no puede abastecerse ni reparar el daño.

¿Cómo se ha llegado a esta confrontación entre el ejército y las FSR?

El Partido Comunista de Sudán, ha estado advirtiendo durante bastante tiempo sobre el deterioro de la situación. Dijimos que el acuerdo marco alcanzado a finales del año pasado no tenían futuro (el 5 de diciembre de 2022, el ejército concluyó un acuerdo marco con decenas de líderes civiles, en el que los generales prometían renunciar a gran parte de su poder político. Las discusiones ocurrieron bajo la presión del Quad y la troika - Reino Unido, Estados Unidos, Noruega, Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos - nota del editor).

Porque lo que está sucediendo hoy en Sudán es solo la consecuencia del fracaso del golpe de Estado de octubre de 2021. Este tenía como objetivo crear una nueva asociación entre las dos principales fuerzas armadas, por un lado, y los civiles representados por las Fuerzas para la Libertad y el Cambio (FLC) por el otro. No podía funcionar. Porque la principal disputa entre todas estas fuerzas se refiere al poder y la autoridad. Ninguna de estas partes están realmente preparadas para un compromiso. A pesar de las presiones regionales e internacionales sobre todas estas fuerzas a las que hemos asistido, las contradicciones no han sido superadas. Se mantuvieron hasta un punto de ruptura. Esto es exactamente lo que está sucediendo. Podemos ver que los enfrentamientos residen en la capacidad de controlar el gobierno y poseer la autoridad.

Lo que, obviamente, significa en última instancia el control de la riqueza del país. Por un lado, tienes a los generales del ejército regular, que controlan las sociedades industriales y comerciales. Por otro lado, las Fuerzas de Apoyo Rápido que tienen intereses en los recursos naturales, especialmente el oro. Estas FSR trabajan mano a mano con sus socios rusos de Wagner, mientras que el ejército sudanés tiene relaciones comerciales con los generales egipcios.

Las peleas que tienen lugar en Merowe, por ejemplo, aclaran las cosas. Los egipcios estacionaron allí parte de sus fuerzas aéreas para realizar maniobras con la aviación sudanesa. El objetivo es amenazar la construcción de la presa en el Nilo llamada la Gran Presa del Renacimiento, construida por Etiopía (que podría amenazar el suministro de agua de Egipto y Sudán). Las Fuerzas de Apoyo Rápido, junto con su jefe, Hemedti, llegaron y atacaron a las tropas egipcias en Merowe. De forma intencional o no, de hecho coloca a Hemedti en el campo pro-etíope. Además, las FSR tienen intereses y proyectos con Etiopía.

Si se analiza lo que está sucediendo en el país actualmente, en Jartum pero también en otros lugares, parece una guerra interpuesta entre Egipto y Etiopía. Por el momento, está localizada.

¿Cómo planea actuar el PCS para hacer oír la voz de los civiles?

Debemos seguir organizando al pueblo para continuar la lucha y alcanzar los objetivos que eran los de la revolución que derrocó el régimen de Omar Al Bachir. Pero nuestra principal reivindicación en este momento es un alto el fuego inmediato, la retirada de las tropas y las milicias de las ciudades, pueblos y zonas residenciales. Vemos que es urgente disolver todas las milicias, recuperar las armas que circulan en las ciudades y el campo y formar un ejército nacional unido y profesional. El ejército debe regresar a sus cuarteles. Esta es la única forma de derrotar el golpe de Estado y establecer un verdadero poder popular y democrático en el país.

L'Humanité, el 17 de abril de 2023

Declaración de las fuerzas democráticas (19 de abril)

Nosotros, los Comités de Resistencia y las fuerzas políticas y democráticas - civiles y de las profesiones liberales - como continuación de nuestra primera declaración publicada el 14 de abril [ver la declaración], declaramos por la presente que nuestro país se ha deslizado al abismo de la guerra total, en la que los generales utilizan sus armas para eliminar todo lo que encuentran a su paso. La violencia extrema es utilizada por las fuerzas del régimen como una herramienta para resolver disputas y conflictos relacionados con el poder. Esto es contrario a las reglas de la transición democrática y el reparto pacífico del poder.

Más allá de nuestras diferencias políticas, estamos totalmente unidos en nuestra posición contra la guerra y su continuación, y en nuestra oposición al regreso de los restos del antiguo régimen a la escena política.

Llamamos al cese inmediato de la guerra y al cese del estruendo de las armas, y rechazamos todos los objetivos de la guerra, sean cuales sean. Insistimos en la necesidad de la unidad de las fuerzas de la revolución frente a las maniobras de quienes quedan y se esfuerzan por recuperar el control del país, incluso si eso significa desgarrarlo. Les aseguramos que sus esfuerzos fracasarán y que nunca volverán, porque la gloriosa revolución de diciembre [2018] sigue viva y movilizada.

En este sentido, tenemos la intención de acordar un mecanismo común para seguir la evolución de la situación, coordinar posiciones y hacer frente a todo lo que amenaza la seguridad de nuestro país y de sus ciudadanos. La continuación de la guerra ha tenido, y sigue teniendo, efectos catastróficos, ya que ambas partes no han respetado el alto el fuego declarado anteriormente por las Naciones Unidas. No se crearon corredores de seguridad para la evacuación de las personas bloqueadas, los equipos médicos no fueron protegidos, los hospitales no se salvaron. Consideramos que todas estas violaciones son contrarias al derecho humanitario internacional y a las convenciones de Ginebra. Hacemos a los beligerantes plenamente responsables de cualquier violación de los derechos humanos.

Renovamos el llamamiento a todas las fuerzas de la revolución civil para que tomen la iniciativa y se unan para condenar las operaciones militares, para pedir el cese inmediato de las hostilidades y para no dejar al país en manos de los militares y de los restos del antiguo régimen.

Tendremos que movilizarnos para declarar una huelga política general y la desobediencia civil, que es el deber del momento al que todos debemos unirnos, y no permitir que los discursos de sedición, fragmentación y retórica odiosa desgarren este país y socaven su unidad, su soberanía, su seguridad y la dignidad de su pueblo. (Publicadopor MENA Solidarity Network)

Firmantes:

Haj Yousef Revival Committee Gathered, Coordination of Old Omdurman Resistance Committees, Coordination of East Nile South Committees, Industrial Zone Resistance Committees, Resistance Committees - Wad Al-Nil, Resistance Committees of Al-Dali and Al-Mazmoum - Sennar State, Arab Socialist Ba'ath Party - Asl, Forces of Freedom and Professionals and University of Imam Al-Mahdi Professors, Gathering and Network of University of Khartoum Engineers, Gathering of Sudan University Engineers, University of Khartoum Graduates' Conference, Gathering of Sudanese Bankers, Gathering of Oil Sector Workers, Gathering of Tax Department Professionals, Gathering of Administrative Officers, Gathering of Sudanese Craftsmen and Workers, Sudan's Unions Solidarity, Confederation Guardianes.

 

(*) Fathi  El Fadl. Portavoz del Partido Comunista de Sudán.

Fuente: L'Humanité, 17 abril 2023

Traducción: Enrique García


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