27.3.23

El papel de los candidatos

Por Esteban Valenti (*)

La historia política uruguaya, tiene una impronta binaria que puede en cierto sentido agrisar otro aspecto fundamental, el de los candidatos, los hombres que disputaron, la mayoría de las veces con los votos, otras con las botas, el gobierno de la república.

Pero cualquiera de los historiadores de cierto nombre y prestigio incluye este capítulo, el del papel de las personalidades, de los liderazgos como un factor fundamental y así lo registra, aunque durante más de 190 años los colores hayan sido siempre los mismos, colorados y blancos.

El mayor cambio en esa historia reiterada, supuestamente interrumpida por los golpes de estado, se inició en 1971 con el nacimiento del Frente Amplio, que abrió un tercer polo de disputa, que luego de la salida de la dictadura cívico-militar, uno cuyos principales objetivos era, precisamente hacer desaparecer a sangre, fuego y torturas al Frente Amplio, esta fuerza política creció de manera constante entre 1984 hasta el 2004 cuando conquistó por primera vez en la historia nacional el gobierno y lo mantuvo durante 15 años.

Ahora en una paradoja de esa misma historia, una coalición de blancos, colorados, cabildantes, Independientes y Por la Gente, conquistaron nuevamente el gobierno, al que encabezados férreamente por el presidente blanco Luis Lacalle Pou se aferran con uñas y dientes y a veces con otros instrumentos.

En estos días en todos los partidos y coaliciones o en el frente, el tema central es la elección de los precandidatos que disputarán su posición en las elecciones primarias de junio del 2024, en todos los casos se aclara que el tema fundamental es el programa, es decir las propuestas para un futuro gobierno. En realidad lo que no se puede ocultar de acuerdo a la experiencia de muchos años, es que el elemento fundamental del programa es el candidato o candidata. Allí se sintetiza todo, igual que antes, más que antes.

Y los ciudadanos lo saben perfectamente, lo intuyen, lo sienten y lo toman como un elemento fundamental para la definición de su voto, incluso en partidos o agrupaciones con fuertes identidades ideológicas e históricas.

El nacimiento del Frente Amplio está asociado a muchas cosas, a procesos sociales, sindicales, culturales pero sería incomprensible sin sus figuras centrales y en especial sin el general Liber Seregni. En particular en su primera prueba electoral de 1971.

No fue ninguna explosión electoral, incluso el resultado fue por debajo de las expectativas, pero comenzó el cambio irreversible de la historia política uruguaya. Se duplicó el porcentaje de votos de todos los partidos de izquierda y de centro izquierda obtenidos hasta ese momento. Se obtuvo el 18.28% del total de los votantes.

Se han elaborado mil balances y análisis, lo que nadie puede dudar es que la figura de Seregni emergió como la referencia fundamental del Frente Amplio y de su propia identidad.

Seregni fue fundamental en el mantenimiento de la unidad durante la dictadura, en enfrentar la fractura cuando se fueron del FA la lista 99 (Hugo Batalla) y el PDC y hasta su última candidatura en 1989 y su posición como presidente del FA fue sin lugar a duda una referencia fundamental, no exenta de polémicas y tensiones. Hoy sigue siendo una figura muy importante de la identidad de un amplio sector del FA.

A partir de 1989 en las elecciones departamentales, con el triunfo en Montevideo que le permitió al FA ocupar el segundo cargo en cuanto al poder y la influencia política nacional, con Tabaré Vázquez, su imagen y su papel creció de manera fundamental. La izquierda encontró y construyó el líder para ganar el gobierno nacional en dos oportunidades.

Tabaré Vázquez fue parte central de ese programa, de esa estrategia, de una nueva forma de relacionarse con los ciudadanos, sin provenir específicamente de la política. El papel de Vázquez fue fundamental. Esas frases prefabricadas, de que en la izquierda, en los proyectos progresistas, nadie es imprescindible, suenan bien, pero no son ciertas.

La izquierda necesita figuras, candidatos que sinteticen mucho más que su historia, su programa, su estrategia política y su discurso y su relato. Nadie es capaz de substituir el candidato necesario en la construcción de esos proyectos fundamentales para ganar las mayorías nacionales. Y en Uruguay es necesario en las nacionales o luego en el balotaje para obtener más de la mitad de los votos.

Tabaré tuvo un papel clave en ese proceso de crecimiento desde 1994 hasta 2014, inclusive su declive, su segundo gobierno (2015-2020) fue uno de los factores de la derrota del Frente Amplio en 2019.

Otra figura que tuvo un notorio papel en el avance del FA sobre todo en determinado periodo crítico para el país y en diversos sectores sociales, en particular donde la izquierda e incluso el progresismo fue siempre más débil, el interior, el interior agropecuario y sectores de los barrios populares y marginales. Me refiero a José Mujica.

Fue y es en este momento una figura particular a nivel nacional e internacional, no como un referente abstracto e intelectual, sino como dirigente político que conquistó la Presidencia en el 2010. El papel de Mujica en la crisis del 2002 para que el "que se vayan todos" de la Argentina, a que se vayan los blancos y colorados fue muy importante. Como lo fue durante su gobierno, para que todas las dudas que podíamos tener sobre su base y consecuencia democrática se disiparan totalmente.

A esas dos figuras hay que agregar la de Danilo Astori, que sobre todo desde 1989 y en particular en el 2004 fue también un referente político, intelectual y un factor de triunfo para el Frente Amplio, aunque nunca alcanzó a ser candidato presidencial, pero al frente de la economía uruguaya, capitaneo el periodo más extenso e ininterrumpido (15 años) de crecimiento, de crecimiento de los ingresos de los trabajadores y jubilados y de mejora de los indicadores sociales. Rompió el mito de que la economía es siempre el punto débil de las izquierdas.

Luego de la derrota del 2019, de estos dos años y un mes de gobierno de la Coalición Multicolor se están definiendo las figuras de todos los partidos para la próxima contienda electoral. En el Frente Amplio los movimientos ya son muy importantes y surgen además de las preferencias populares. Si se consideran las 5 o 6 empresas de encuestas de opinión pública, todas coinciden con porcentajes diferentes pero claros que YamandúOrsi ocupa el primer lugar en el apoyo de los votantes y que es sin lugar a dudas el que levanta las menores resistencias.

En segundo lugar figura también en todas las encuestas, la intendenta de Montevideo Carolina Cosse.

Una grave error son las comparaciones con el pasado, no se puede tomar como referencias las casi "unanimidades" de los anteriores líderes y candidatos del FA. Otros tiempos, otras figuras, otros ciudadanos.

El Frente Amplio procesó sus experiencias como gobierno, a su manera, sus errores, a veces de forma no muy explícita como le hubiera gustado al pueblo frenteamplista y a la ciudadanía en general, pero lo cierto es que tanto en Montevideo, lugar políticamente clave, como ahora a nivel de la candidatura a la Presidencia, ha logrado presentar figuras de buen nivel y en crecimiento.

Los que declaran con cara de ángeles que no es el tiempo de las candidaturas, tengan ustedes seguro que las están construyendo en los pasillos y por múltiples conversaciones y acuerdos.

A pesar de que este gobierno es el "rey Midas" al revés y todo o casi todo lo que toca lo transforma en barro, para ser generosos, si el FA no presenta una oferta de candidatos y de cuadros de gobierno adecuada, no ganará las elecciones y las elecciones se comienza a ganar o a perder en la primarias, en el mes de junio del 2024.

 

(*) Esteban Valenti. Trabajador del vidrio, cooperativista, militante político, periodista, escritor, director de Bitácora (www.bitacora.com.uy) y Uypress (www.uypress.net), columnista en el portal de información Meer (www.meer.com/es), de Other News (www.other-news.info/noticias). Integrante desde 2005 de La Tertulia de los jueves, En Perspectiva (www.enperspectiva.net). Uruguay