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13.3.23

Los mayas de Tikal. Esplendor y caída

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Por Clemente Balladares Castillo (*)

Tikal es uno de los mayores yacimientos arqueológicos y centros urbanos de la civilización maya precolombina, ubicado en Guatemala.

En octubre de 2022 tuve la suerte de conocer Tikal en Guatemala. Gracias a Global Conservation y en especial por invitación del honorable Mr. Jeff Morgan, fui a una reunión de Parques Nacionales protegidos por esta organización internacional. Luego de las reuniones de trabajo en la región de Peten donde nos alojamos en las posadas de selva, fuimos guiados a la ciudad antigua nada más y nada menos por el arqueólogo y experto en la civilización maya Dr. Richard Hansen. ¡Impresionante!

Tikal era una de las más de 100 ciudades Mayas ubicadas entre Belice, Honduras, El Salvador, el sur de México y principalmente Guatemala. En Tikal se encuentran varias hermosas pirámides de esa cultura que te dejan sin aliento, en su mayoría estas construcciones datan del 300AC hasta el 900DC. Es decir, esta civilización era mucho más antigua que el Imperio Colonial Español (1492-1788), incluso los conquistadores nunca hallaron esta ciudad, fueron exploradores norteamericanos quienes la descubrieron en 1840. Así que los colonizadores ibéricos no fueron responsables de su caída, aunque si se sabe que el obispo Diego de Landa destruyó parte de su historia y cultura al quemar en el año 1562 más de 40 códices en cerámicas y unas 20 mil estelas e imágenes mayas en la ciudad de Maní para tratar de erradicar lo que no entendía, incluso torturó indígenas para que se convirtieran al cristianismo. Afortunadamente, la corona española lo refrenó y logro preservar varios códices o libros que se resguardaron entre Madrid, Dresde y Paris.

Volviendo a Tikal, mucha historia se conserva allí, donde lo más hermoso es el Gran Templo del Jaguar y el de la Serpiente Bicéfala con 70 metros de alto que dominan la plaza mayor y muchos destacan sobre las copas de los árboles en la selva de Peten. Esta metrópoli precolombina de casi 100 mil habitantes pudiese compararse con la primera Nueva York de toda América. Las estelas con imágenes y máscaras de piedra, más sus escritos son de contemplar por varios minutos. El Dr. Hansen sabe leerlas e incluso pronuncia la antigua lengua maya con los nombres de esos monarcas.

Antes de llegar a Tikal debes caminar una calzada de tierra con 40 metros de ancho que está a unos tres metros del nivel del suelo original, estas caminerías mayas te protegían de las inundaciones, el terreno selvático y te separaba de los cultivares. Eran como la Vía Apia Romana de Mesoamérica, pero mucho más grande que la angosta y embaldosada de los antiguos romanos construida en el 250AC. Esta vía maya conectaba todas las ciudades en la cuenca del Peten y más allá, para llevar los productos de cultivos principalmente maíz, arrastrar las grandes piedras, lozas y maderos para las construcciones (recordemos la rueda no se usaba), y obviamente como autopista para los ejércitos.

No obstante, sus diferencias con los antiguos chinos o imperios europeos, los mayas superaron todas las culturas precolombinas como la Olmeca, Zapoteca y se pudiese arriesgar decir como la de los Incas y Aztecas. Diseñaron una escritura tan o mejor elaborada que la del Antiguo Egipto, un calendario anual de 365 días, uno sagrado de 260 días y otro basado en décadas. Su organización social nos parecería primitiva para las mejores sociedades del siglo XXI, pero no eran los crueles asesinos ritualistas en masa que se ven en la película Apocalipto (Mel Gibson 2006). Los sacrificios generalmente los ejecutaba el mismo rey local en persona, y se hacían contra los peores criminales de la sociedad maya... incluso enemigos políticos. Es válido decir que lo hacía de una manera brutal, comenzaban sacándole la mandíbula inferior. Existían acueductos, disponibilidad de abundante comida, buen comercio entre ciudades incluso lejanas, cerámica, arquitectura y registro escrito de los acontecimientos. Eso sí, se combatía mucho entre ciudades rivales, la religión politeísta lo dominaba casi todo, de hecho, las pirámides combinan el acercamiento a los dioses, la tumba de los reyes o kanes, la observación astronómica y el excelente manejo de la cronología.

¿Qué pasó que desaparecieron o mejor dicho se dispersaron para antes del 1000DC? La selva cubrió todas estas ciudades, incluso logré ver pirámides aun tapadas por la vegetación y tierra acumulada de más de un siglo de raíces con gruesos árboles centenarios en el tope de las construcciones. El Dr. Hansen nos cuenta que han desenterrado muchas pirámides, pero aún falta, sus trabajos recientes están en Mirador con la Gran Danta, el edificio maya más grande de todos los registrados. Las investigaciones más certeras financiadas por universidades reconocidas en Centro y Norteamérica, National Geographic y los gobiernos locales revelan que los mayas no lograban soportar las ocasionales sequias, una primera extinción ocurrió en el 150AC, luego un largo resurgimiento para finalmente caer como cultura en el 900DC.

Las explicaciones van desde la falta de adaptación a las sequias, sobreexplotación de la selva para el uso de madera, mal manejo de los cultivares, las continuas guerras entre ciudades como ocurrió con los antiguos griegos antes de Alejandro Magno, y recientemente se ha descubierto que se estaban envenenando con mercurio e incluso cianobacterias toxicas del agua que bebían o la pintura de los templos.

El consenso es que todas estas razones son parte del abandono y declive de las ciudades mayas. La población se dispersó hacia la península de Yucatán, el resto de centro América, y otros pasaron a formar parte de la cultura azteca en México que fue la que continuó como gran civilización mesoamericana hasta la llegada de los españoles.

El pueblo maya se mantiene en una orgullosa representación actual en la mayoría de las etnias de Centro América. Me agradó mucho ver en Ciudad de Guatemala como visten tradicionalmente, especialmente las damas con sus vestidos blancos y coloridos abrigos para el frio de esa capital, donde no se ven mendigando o andrajosos como otros aborígenes, si no que venden con mucha educación sus artesanías y trabajan por mantenerse junto a su legado. Actualmente, un nuevo cambio climático y deforestación amenazan la selva del Peten, sin embargo, muchos gobiernos e instituciones luchan por proteger este patrimonio milenario. La experiencia de los antiguos mayas es una advertencia para nuestro mundo actual.

 

(*) Clemente Balladares Castillo. Sus notas las ha escrito primero para el sitio virtual «codigovenezuela» y el portal «natura-digital», órgano divulgativo de la Sociedad de Ciencias Naturales La Salle. Durante 2018 y 2019 quincenalmente conversaba con Verónica Oliveros en Radio Caracas Radio 750AM en el programa «SinEs3». Y actualmente esta iniciándose en la docencia de ciencias a bachilleres en el Colegio San Agustín de El Paraíso. Desde hace mas de 20 años esta casado con Alba Osuna y tiene dos hijas con ella.


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