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20.2.23

Un legado revolucionario: Richard Müller y su historia de la Revolución de Noviembre (II)

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Por Ralf Hoffrogge, Jaume Raventós (*)

La traducción del texto que se ofrece a continuación es la introducción del historiador alemán y especialista en el movimiento obrero Ralph Hoffrogge a la reedición en alemán de los tres volúmenes de la Historia de la Revolución de Noviembre.

Su autor es Richard Müller, publicada en 2011.

Solo en dos puntos maquilla su exposición. Silenció la pausada radicalización de los Obleute entre 1914 y 1916 y se mostró involuntariamente autocrítico sobre su papel como presidente del fallido Consejo Ejecutivo de Berlín.

En cuanto al primer punto, Müller y los Obleute aún no eran revolucionarios en los dos primeros años de la guerra. Desde el principio de la guerra se resistieron a la intensificación de las condiciones de trabajo, pero no cuestionaron la guerra en sí. No fue hasta una huelga de solidaridad con Karl Liebknecht, que había sido detenido en junio de 1916, cuando aparecieron también como opositores militantes a la guerra. La radicalización de opositores militantes a la guerra a revolucionarios fue un paso más, influido significativamente por las revoluciones rusas de febrero y noviembre de 1917.[14] Visto en perspectiva, Müller suaviza sus posiciones y silencia el hecho de que él también tuvo que pasar primero por un desarrollo para pasar de funcionario sindical de izquierdas a la defensa del socialismo de los consejos.

En cuanto a su cargo de presidente del Consejo Ejecutivo, no tuvo el valor de exponer el fracaso total de este órgano. Müller describe la parálisis del Consejo Ejecutivo de los Consejos de Trabajadores y Soldados, pero pasa por alto el hecho de que esta parálisis también se debía a ilusiones por parte de la izquierda y por su propia parte.[15] Estas ilusiones se referían sobre todo a continuar con el funcionamiento de la Administración del Estado burgués, a la que se quería hacer cooperar con la política revolucionaria mediante un mero "control" por parte de los diputados revolucionarios.

En puntos decisivos como en la creación de una guardia revolucionaria, Müller sí intentó construir un verdadero contrapoder. Pero él tampoco se dio cuenta hasta que fue demasiado tarde del potencial explosivo que suponía, para el fracaso de la revolución, mantener la continuidad de las estructuras prerrevolucionarias. Tampoco identificó hasta qué punto los representantes de la socialdemocracia se identificaban con los objetivos y los métodos del Estado burgués. Una "labor constructiva", como intentó Müller en el Consejo Ejecutivo mediante la moderación y la reconciliación hasta el final, no pudo lograrse debido a los enfoques radicalmente diferentes.

Sin embargo, estas dos omisiones de Müller son insignificantes en comparación con otros relatos de testigos de la época. A pesar de su estrecha implicación personal, Richard Müller consiguió ofrecer un relato sobrio y reflexionado del más alto nivel.

Esto se debió principalmente a que no solo se basó en su percepción subjetiva, sino en un gran fondo de fuentes originales. Además de una gran amplitud de anotaciones, las obras contienen apéndices con numerosos documentos en forma de llamamientos, folletos y actas, muchos de ellos publicados por primera vez. Müller había recopilado este material él mismo durante el periodo revolucionario, al igual que conservaba un juego completo de transcripciones de las actas del Consejo Ejecutivo. Solo gracias a su intervención se han conservado estas actas, ya que los originales fueron destruidos durante la violenta disolución del Consejo Ejecutivo en el verano de 1919.[16]

Los materiales impresos no solo servían a Richard Müller para respaldar sus posiciones, también permitían a los lectores y las lectoras formarse su propia imagen de los acontecimientos que se describían. Gracias también a esta recopilación de fuentes, sus tres libros son obras de referencia, citadas en todas las exposiciones serias sobre la Revolución de Noviembre. Las conclusiones de Müller, por otra parte, removían incómodamente las supuestas certezas de los historiadores e historiadoras, tanto en la RFA como en la RDA, por lo que con demasiada frecuencia eran pasadas por alto.

Sobre la historia del impacto de los escritos de Müller en la historiografía

La historia de la repercusión de los escritos de Richard Müller es paradójica: por un lado, sus libros fueron una razón importante para que su nombre fuera recordado por un público especializado e interesado. Por otra parte, su idea política central hizo que Richard Müller quedara fuera del conocimiento de círculos más amplios. Ya en la República de Weimar, el discurso político estaba tan preestructurado que las interpretaciones de Müller tuvieron que permanecer en algo parecido a un nicho.[17] Desde el punto de vista del terreno de la burguesía y la socialdemocracia, caían en la categoría de "bolchevismo", en la que se clasificaban indistintamente todas las corrientes a la izquierda del SPD.

Este distanciamiento general mostraba todo un programa para la literatura de memorias burguesa y socialdemócrata de la época. El anticomunismo y el patriotismo indiferenciados eran el consenso en la burguesía y el SPD, pero también en la derecha antidemocrática. Por eso la resistencia a la guerra mundial se consideró traición a la patria no solo entre los reaccionarios y los leales al Kaiser.

Incluso el presidente del Reich Friedrich Ebert, en el escandaloso proceso de Magdeburgo de 1924, se distanció explícitamente de las reivindicaciones pacifistas de la huelga de enero de 1918, adoptando así la estigmatización buscada por la derecha de la huelga como "traición". [18] Los escritos de Müller, como el decisivo relato y valoración de las huelgas masivas contra la guerra, chocaron así con el espíritu restaurador de la época y fueron excluidos por extremistas.

Sin embargo, las obras de Müller tampoco eran bien recibidas en el Partido Comunista, que se situaba al margen de este consenso patriótico. Rasgaban con demasiada determinación la leyenda de Liebknecht, leyenda de pronta aparición, y dificultaban la construcción de una historia "heroica" del partido.

Un resumen de la visión comunista del partido sobre la Revolución de Noviembre lo proporciona la Historia Ilustrada (IllustrierteGeschichte) de la Revolución Alemana, publicada en 1929.[19] Este relato, escrito por un colectivo de autores del KPD, fue, por un lado, un hito en la historiografía marxista. Por primera vez, ofrecía un relato detallado y exhaustivo del periodo revolucionario, con abundante material. Recurriendo a la teoría marxista, ofrecía un balance igualmente sobrio y aterrador de la guerra mundial, nombraba sus causas económicas, quien se beneficiaba de ella y ofrecía una esclarecedora imagen contrapuesta al romanticismo bélico revanchista imperante.[20]

A través de las ilustraciones de cada página y las reproducciones de fuentes de la época, se refuerza el impacto del texto y constituyen hasta hoy una colección única de fuentes visuales sobre la Revolución de Noviembre.[21]

Aunque el KPD no aparecía como editor de la obra, su origen se delata a través de diversas omisiones y limitaciones. Por ejemplo, se exagera claramente el papel de la Liga Espartaco en la resistencia antibelicista.[22] Los Obleute solo aparecen en el relato en el momento de la huelga de enero y se les presenta como influenciados por Espartaco; el papel que asumieron en la preparación de la revolución en Berlín solo se revela involuntariamente - y ello es significativo - en una cita de Karl Liebknecht.[23] La fundación del KPD se destaca como el principal resultado de la Revolución de Noviembre, aunque los editores solo admiten que hacia finales de 1919 tan solo surgió "el marco de un partido", y en ningún caso un partido de cuadros fuertemente disciplinado.[24] Esta afirmación también fue aceptada por los historiadores marxista-leninistas posteriores: la fundación del KPD servía como resultado real de la Revolución de Noviembre.[25] Dos contradicciones caracterizan este discurso: por una parte, la separación entre el partido y las masas en el seno de los partidos y, por otra, la separación entre las fuerzas burguesas u oportunistas de izquierda y los revolucionarios decididos, en la que, en opinión de dicho colectivo de autores, solo los precursores del KPD entran en esta última categoría.

A pesar de sus muchos puntos fuertes, la "IllustrierteGeschichte" sería el pilar de una comprensión polarizada y distorsionada de la historia que daría forma a la historiografía en lengua alemana de la Revolución de Noviembre durante décadas.

Un polo de esta constelación estaba formado por la investigación marxista-leninista procedente de la que sería más tarde RDA; el otro por una coalición de historiografía burguesa y socialdemócrata en Alemania Occidental. Ambos prefirieron centrarse en la historia de los partidos, ambos llevaron a cabo una labor de legitimación, pero con intenciones y grados de libertad muy diferentes.

En la RDA se adoptó en lo esencial el marco histórico-partidista presentado sobre la base de la "Historia Ilustrada" y en muchos lugares de forma aún más limitada. En Alemania Occidental, en cambio, dominó una historia orientada únicamente hacia el parlamentarismo federal, que retomó el discurso socialdemócrata contemporáneo.

Las concepciones alternativas del socialismo, como las defendidas por Richard Müller, fueron víctimas de la contraposición que se construyó entre democracia y comunismo.

Sin embargo, ha habido alternativas a la historiografía oficial. El comunista, más tarde diputado socialdemócrata de izquierdas en el Reichstag e historiador Arthur Rosenberg presentó dos obras de referencia, "Entstehung der deutschenRepublik" (Origen de la República Alemana), publicada en 1928, y posteriormente "Geschichte der deutschenRepublik" (Historia de la República Alemana), publicada en 1935 en el exilio, que proporcionaba un análisis marxista independiente de la Revolución de Noviembre y sus consecuencias. Aunque también él situó en primer plano a los partidos políticos y, sobre todo, los acontecimientos en las instituciones parlamentarias, a Rosenberg no le resultó difícil reconocer los Obleute como una fuerza autónoma, adoptar información esencial del relato de Müller y trazar un sobrio retrato de las tensiones entre Espartaco y los Obleute.[26]

El texto de Ossip K. Flechtheim "Die KPD in der WeimarerRepublik" (El KPD en la República de Weimar), escrito en el exilio y publicado en Offenbach en 1948, también puso sus propios acentos. Subraya los puntos en común entre la generación fundadora del KPD, incluidos los Obleute revolucionarios y las fuerzas democráticas de la República de Weimar. Para él, la antítesis de la democracia de Weimar no era un "bolchevismo" o un "totalitarismo" abstractamente definidos, sino la derecha antidemocrática de la contrarrevolución.[27]

Sin embargo, estas voces del exilio no tuvieron expansión. Cuando se retomó la investigación histórica en ambos estados alemanes en la década de 1950, permaneció estancada en los esquemas de la Guerra Fría. No obstante, es importante señalar que siempre hubo voces discrepantes en la historiografía de Alemania Occidental debido a su mayor grado de libertad. Ya a finales de los años cincuenta, las tesis de los autores exiliados Rosenberg y Flechtheim fueron retomadas en el espectro socialdemócrata y sindical de izquierda. El estudio de Fritz Opel de 1957 sobre la Federación Alemana de Metalúrgicos en la Primera Guerra Mundial,[28] por ejemplo, fue un trabajo pionero que por primera vez investigó la relación entre los políticos de la Burgfrieden y la oposición en la DMV y rindió homenaje a los logros de los miembros de la oposición, incluidos los Obleute revolucionarios.

A principios de la década de 1960 siguieron las obras de referencia de EberhardKolb y Peter von Oertzen.[29] Aquí se abandonó finalmente la oposición construida entre democracia y sistema de consejos y se examinó más de cerca la reivindicación contemporánea de una "democracia de consejos". En particular, von Oertzen puso de relieve las tendencias al aburguesamiento de la socialdemocracia que ya se encontraban presentes antes de la Primera Guerra Mundial y analizó el movimiento de los consejos como expresión de un déficit de representación.

Consideraba a los Obleute revolucionarios como la "representación de las propias masas trabajadoras".[30] Según von Oertzen, los trabajadores "como tales" no eran "sujetos capaces de actuar" para el SPD y los sindicatos. A sus ojos, solo las organizaciones como el partido o el sindicato eran capaces de actuar y, por tanto, también estaban legitimados para hacerlo". [31]

A través de Peter von Oertzen, las obras de Richard Müller no solo se utilizaron como recopilación de hechos, sino que también se retomaron en términos de contenido. Adoptó muchas de las tesis de Müller sin renunciar a un análisis crítico del papel histórico de Richard Müller.

Otro publicista de Alemania Occidental que se inspiró decisivamente en la obra de Müller fue SebastianHaffner. Su obra "Die VerrateneRevolution" (La revolución traicionada) pasó a la ofensiva con una crítica implacable de la implicación del SPD en su labor para sofocar la Revolución de Noviembre y es una de las obras más leídas sobre el tema hasta el día de hoy.[32] Haffner adoptó la tesis de Müller sobre la guerra civil y, por primera vez, dio a conocer a un público más amplio la existencia de los Obleute revolucionarios. Como relato de "divulgación científica", sus escritos corrían paralelos a la actividad académica, pero por eso mismo tuvieron gran influencia.

Queda por señalar, sin embargo, que la investigación y una discusión intensa sobre los consejos sigue perteneciendo a una corriente claramente minoritaria en la historiografía de Alemania Occidental. Una expresión de la tendencia mayoritaria fueron estudios como los de IngeborgKoza, que en una comparación de autobiografías y relatos contemporáneos sobre la República de Weimar se limitó explícitamente a los "partidos de afirmación del Estado" y solo tomó nota de las voces burguesas y socialdemócratas.[33]

Difícilmente podría formularse de forma más clara el desinterés por las alternativas históricas y las luchas contemporáneas sobre el carácter social de la República de Weimar. Posiciones como éstas también dieron forma a los libros de texto y a la cultura del recuerdo.

La influencia de Müller en los debates sindicales y políticos de la RFA

Sin embargo, fuera de la historiografía académica, hubo sin duda un gran interés en Alemania Occidental por un análisis del contenido de los escritos de Richard Müller. Peter von Oertzen, por ejemplo, había añadido un comentario a la segunda edición de su obra de referencia, encargada por IG-Metall, en la que se discutían los modelos de consejos de Müller y otros en el contexto de una reforma prevista de la Ley de Constitución de Empresas. Dieter Schneider y Rudolf Kuda ya habían hecho algo parecido en su volumen de 1968 "Los Consejos Obreros en la Revolución de Noviembre ".[34]

También contrastaron los conceptos históricos de consejo con la actual normativa de cogestión de la RFA y documentaron las formulaciones conceptuales de Müller sobre el "sistema de consejos puro". Estos intentos formaban parte de un amplio debate sindical sobre la ampliación de la democracia en la empresa.[35] Se depositaron grandes esperanzas en el gobierno de Willy Brandt formado en 1969, que había comenzado con el lema "atrévete con más democracia". Sin embargo, la reforma de la Ley de Constitución de Empresas de 1972 no afectó significativamente al poder de control de los empresarios sobre la producción: los comités de empresa siguieron siendo órganos de representación de los trabajadores basados ??en la concertación social.

Precisamente por estos decepcionantes intentos de reforma, el legado revolucionario de Richard Müller continuó siendo relevante. Como muchos otros clásicos marxistas de difícil acceso, su trilogía sobre la Revolución de Noviembre fue reimpresa a finales de la década de 1960 por activistas del movimiento estudiantil en ediciones "piratas" producidas fotomecánicamente y distribuidas bajo mano. Desde 1973 ha habido varias reimpresiones "oficiales" a cargo de la editorial berlinesa Olle&Wolter. Sin embargo, estas ediciones están agotadas desde hace años y ahora se ofrecen en Internet y en librerías de segunda mano a precios absurdamente elevados.

Esto indica que sigue habiendo demanda de las obras de Müller en la actualidad, lo que a su vez es la razón de esta nueva edición. Queremos rescatar las tesis de Müller de su involuntaria condición de recomendación y devolverlas al legado generalmente accesible de la experiencia histórica del combate. En este sentido, esperamos que el libro no solo agudice nuestra visión del pasado, sino sobre todo nuestra visión del presente.

Como la mayoría de los libros, esta nueva edición es un esfuerzo colectivo que no habría sido posible sin la dedicada cooperación de muchos. Damos las gracias especialmente a DieterWegner por la iniciativa, a Jochen Gester por el diseño y la distribución del libro, y a RainerKnirsch por la corrección de pruebas y la edición. Agradecemos a la Fundación Rosa Luxemburg la subvención para la impresión, sin la cual este libro no habría podido publicarse.

Con el fin de reunir por primera vez los tres libros de la trilogía en un solo volumen, el texto del original se ha vuelto a mecanografiar para esta edición, pero la ortografía se ha dejado como en la edición original, salvo la corrección de errores tipográficos evidentes. Debido a la nueva composición tipográfica, los números de página difieren de los de la edición original y de las reimpresiones fotomecánicas de los años setenta. Esto se tiene en cuenta en las citas.

NOTAS:


[1] Vorwärts nº 159, 5 de abril de 1923.

[2] Gerhard Engel et al. (eds.): Groß-BerlinerArbeiter- undSoldatenräte in der Revolution 1918/1919, vol. 1, Berlín 1993, p. 154 y p. 184.

[3] Para una biografía exhaustiva de Richard Müller, véase RalfHoffrogge, Richard Müller - Der Mann hinter der Novemberrevolution, (El hombre detrás de la revolución de noviembre) Berlín 2008, en adelante citado como Hoffrogge 2008.

[4] Véase el estudio pionero: Dirk H. Müller, GewerkschaftlicheVersammlungsdemokratieundArbeiterdelegiertevor 1918, Berlín 1985.

[5] La influencia de los Obleute fuera de Berlín está en gran parte inexplorada, aunque había pruebas de contactos suprarregionales.

[6] Véase OttokarLuban, Spartakusgruppe, revolutionäreObleuteund die politischenMassenstreiks in Deutschlandwährend des ErstenWeltkrieges, en: OttokarLuban, Rosa LuxemburgsDemokratiekonzept, Leipzig 2008, pp.127-171, esp. p. 157 y ss.

[7] Véase Hermann Weber (ed.): Der Gründungsparteitag der KPD - ProtokolleundMaterialien, Frankfurt a. M. 1969.

[8] Resumió sus ideas en el ensayo "Das Rätesystem in Deutschland" (El sistema de consejos en Alemania), que aún hoy merece la pena leer, en: Die Befreiung der Menschheit (La liberación de la humanidad), sin autor, Leipzig 1921.

[9] Este fue el consenso general del primer Congreso de los Consejos del Reich, cf. el "Reichsrätekongress": Congreso General de los Consejos de Obreros y Soldados de Alemania, 16-21 de diciembre de 1918 en la Cámara de Representantes de Berlín - Informes taquigráficos, Berlín 1919.

[10] Las últimas etapas de la vida de Müller no se han investigado adecuadamente hasta la fecha debido a la falta de fuentes.

[11] Las siguientes observaciones se basan en el capítulo "Richard Müller como autor e historiador de la Revolución de Noviembre: 1923-1925" en: Hoffrogge 2008, pp. 171-183.

[12] Véase el prefacio del primer volumen, "Del Imperio a la República".

[13] En: Marx Engels Werke, Berlín (RDA) 1956 ss, vol. 4, p. 459 ss y vol. 7, p.9 ss. Además, Müller se refiere a la descripción de Marx de la Comuna de París, que, sin embargo, no está contenida en la obra de 1850 "Las luchas de clases en Francia", sino en la obra de 1871 "La guerra civil en Francia" (MEW 17, p. 313 y ss.). Se trata de una confusión evidente debida a la similitud del título, posiblemente debida también al hecho de que en los años veinte las ediciones de los textos de Marx eran todavía bastante incompletas y estaban disponibles en diferentes versiones.

[14] Para más detalles, véase Hoffrogge 2008, pp. 25-63.

[15] Para más detalles sobre el Consejo Ejecutivo, véase Hoffrogge 2008, pp. 80-90 y los prólogos en: Engel, Gerhard; Holtz, Bärbel; Materna, Ingo (eds.): Groß-BerlinerArbeiter- undSoldatenräte in der Revolution 1918/1919, tres volúmenes, Berlín 1993-2002.

[16] Sobre el archivo de Müller, lamentablemente perdido, véase también el artículo "Richard Müller" en: GünterBenser/Michael Schneider (eds.): Bewahren - Verbreiten - Aufklären. Archivare, BibliothekareundSammler der Quellen der deutschsprachigenArbeiterbewegung, Bonn - BadGodesberg 2009.

[17] Las siguientes observaciones se basan en: Hoffrogge 2008, pp. 183-198.

[18] Karl Brammer (ed.): Der Prozeß des Reichspräsidenten, Berlín 1925.

[19] InternationalerArbeiterVerlag (ed.): IllustrierteGeschichte der deutschenRevolution, Berlín 1929.

[20] Su expresión más conocida y eficaz es la obra "In Stahlgewittern" (En tormentas de acero) de Ernst Jünger, publicada por primera vez en 1920, en la que la guerra mundial aparece como una prueba heroica para una nueva generación de hombres.

[21] Las únicas obras comparables son DiethardKerbs (ed.): RevolutionundFotografi e - Berlin 1918/19, Berlín 1989 y GünterHortzschansky (ed.): IllustrierteGeschichte der Novemberrevolution, 2ª ed. Berlín (DDR) 1978.

[22] Historia ilustrada de la Revolución alemana, Berlín 1929, p. 202.

[23] Se trata de una anotación en el diario de Liebknecht sobre la actitud vacilante de los Obleute a principios de noviembre de 1918. A pesar de su exasperación, ni siquiera se plantea la posibilidad de que la Liga Espartaco actúe revolucionariamente por su cuenta, un claro testimonio del papel protagonista de los Obleute en la preparación de la revolución en Berlín. Cf. Historia ilustrada de la Revolución alemana, p. 203.

[24] Ibidem, p. 267.

[25] Sobre las diferencias y continuidades entre la "Historia ilustrada" y los paradigmas de la historiografía marxista-leninista posterior, cf. Klaus Kinner, MarxistischedeutscheGeschichtswissenschaft 1917-1933, Berlín (DDR), 1982, p. 261 y ss.

[26] Cf. Arthur Rosenberg: Entstehung der WeimarerRepublik, p.181 ss, así como Rosenberg: Geschichte der WeimarerRepublik, p. 52 ss - en cada caso citado de la nueva edición de Hamburgo 1991.

[27] Ossip K. Flechtheim, Die KPD in der WeimarerRepublik, Offenbach 1948.

[28] Fritz Opel, Der Deutsche Metallarbeiterverbandwährend des ErstenWeltkriegesund der Revolution, Hannover 1957.

[29] Peter von Oertzen, Betriebsräte in der Novemberrevolution, 2ª ed. Berlín - Bonn - BadGodesberg 1976.

[30] Von Oertzen, Betriebsräte in der Novemberrevolution, p. 73. Para la crítica de von Oertzen a Kolb, véase p. 21 y ss.

[31] Von Oertzen, Betriebsräte in der Novemberrevolution, p. 76.

[32] SebastianHaffner, Die VerrateneRevolution - Deutschland 1918/19, Hamburgo 1969; reimpreso posteriormente 1979 ss bajo el título "Die Deutsche Revolution".

[33] IngeborgKoza, Die erstedeutscheRepublikimSpiegel des politischenMemoirenschriftums - Untersuchungen zum SelbstverständnisundzurSelbstkritikbei den politischHandelndenaus den Reihen der staatsbejahendenParteienzurZeit der erstendeutschenRepublik, Ratingen - Wuppertal - Kastellaun 1971.

[34] Dieter Schneider / Rudolf Kuda (eds.): Arbeiterräte in der Novemberrevolution, Frankfurt a. M. 1968.

[35] Otros títulos de este debate son: Frank Deppe et al. (eds.): Kritik der Mitbestimmung, Frankfurt a. M. 1969; Dieter Schneider / Rudolf Kuda, Mitbestimmung - WegzurindustriellenDemokratie?, Munich 1969 y la nueva edición de Fritz Naphtali'sWirtschaftsdemokratie - IhrWesen, WegundZiel, publicada en 1928, Frankfurt a. M. 1966. Un título reciente que retoma los conceptos de Müller es: TheoPanther (ed.): AlleMacht den Räten! - TextezurRätebewegung in Deutschland 1918/19, Volumen 2, Münster 2007.

 

(*) Ralf Hoffrogge es un historiador alemán, especializado en historia de los movimientos obreros, las luchas sindicales y la revolución alemana.

(*) Jaume Raventós fue militante de la Lliga Comunista Revolucionària

Fuente:  https://www.academia.edu/28280482/Richard_M%C3%BCller_Eine_Geschichte_der_Novemberrevolution_eingeleitet_und_herausgegeben_von_Ralf_Hoffrogge_Berlin_2011

Traducción: Jaume Raventós


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