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12.12.22

La extrema polarizaciĆ³n

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Por Esteban Valenti (*)

Las marchas, contramarcas,  veloces giros de trompo en la política actual del gobierno, tienden a desconcertar. Además hay diversos actores que se ocupan de flancos diferentes de la crisis. Porque lo único que está claro es que afrontan una crisis creada exclusivamente por ellos, mejor dicho por el Presidente, con la designación de Alejandro Astesiano y su cargo de jefe de la custodia presidencial durante 2 años y medio.

El escándalo podría haber quedado circunscripto al pasado borrascoso del delincuente Astesiano o incluso a la falsificación de documentos para entregar pasaportes a rusos distribuidos por el mundo, pero esa fue solo la mecha, la bomba que crece en forma constante son la cantidad de asuntos del Estado, de la policía, de la justicia, con intervención de altos mandos policiales, los negociados y la suma de todo ellos que constituye una imagen deplorable emitida desde la propia Torre Ejecutiva y una gran responsabilidad política. Además de los aspectos penales que deberá definir la justicia.

Todos le reconocimos al gobierno, pero por sobre todo al Presidente Luis Lacalle Pou una refinada y bien cuidada capacidad de comunicación. Que pulió durante la campaña electoral en sus dos fases y en relación a la anterior (2014), pero que alcanzó su máximo nivel durante la pandemia.

Una porción fundamental del indiscutible éxito político del gobierno durante la pandemia fue la comunicación presidencial y gubernamental. Pero...la verdadera prueba se da en los momentos de crisis. Y esta es la mayor crisis de imagen que enfrentó un gobierno uruguayo al menos desde la recuperación democrática.

Hubo momentos muy tensos: la crisis bancaria y financiera del 2002, diversas situaciones del gobierno de Lacalle Herrera, Sanguinetti y la batalla por los derechos humanos, Vázquez  y el caso del vicepresidente Raúl Séndic, pero en ningún caso alcanzaron el nivel y la proximidad a la Presidencia deAstesiano y su banda. Y lo peor es que no ha terminado.

Todo el capital acumulado por el Presidente se enfrenta hoy a la necesidad de explicar, responder la serie de preguntas que se acumulan no solo en el mundo político - oficialista y opositor -, sino sobre todo a la población,  a la inmensa mayoría de la población en sus diversos niveles de interés y atención a la política.

No es momento todavía de sacar conclusiones, pero algún balance se puede y se debe realizar.

El gobierno y sus voceros trata por todos los medios de combinar dos cosas: por un lado quitarle importancia a los varios y diversos episodios, circunscribirlos  a un oscuro "perejil" y por otro lado poner a toda costa el debate dentro del choque político con la oposición y buscar algunos elementos que relacionen todo de alguna manera con los pasados gobiernos del Frente Amplio. Una empresa que solo un ministro explica todo, como Heber, puede intentar y además deslumbrarnos con esta frase El caso Astesiano debe ser visto como un mérito de este gobierno. (Sin comentario)

Está claro que en el centro está salvar, proteger al Presidente, por ello mismo no se entiende porque razón no han saltado los fusibles que deberían haber saltado hace tiempo. Al contrario, incluso un jefe policial Héctor  Ferreira, metido hasta el cuello, que renuncia y además es ensalzado por el ministro Alberto Heber, cuando tiene acumuladas inconductas de todo tipo entre los chats, algunos escritos por Astesiano y otros por él mismo y que no puede desmentir. ¿Por qué no cae nadie?

Las encuestas, incluso las más generosas, muestran claramente que la tendencia generalizada es a la caída de la imagen presidencial y el apoyo al gobierno y de la intención de voto a los partidos multicolores. ¿Por qué, siguen por este camino casi suicida?

¿Les falta experiencia, les sobra soberbia y ambición? No alcanza como explicación. Y buscar una explicación seria y razonable es obligatorio, es un ejercicio político imprescindible.

Considerenque cuando yo escribo esta columna los chats entre Lacalle y Astesiano todavía no están en poder de la fiscalía. Menudo detalle.

Las hipótesis son todas inquietantes:

Astesiano era realmente un perejil y él o los operadores eran otros y a otro nivel. Observando su forma de escribir de expresarse y su trayectoria delictiva no parece por cierto una lumbrera como para manejar una red con esas ramificaciones en tantas dependencias del estado, de la policía y birlar toda forma de control.  Esto plantea una pregunta obligatoria ¿Quién o quienes encabezaban esta asociación para delinquir?

Otro enfoque: ¿Cuánto sabe Astesiano y sus principales cómplices, por ejemplo algunos jerarcas policiales? ¿Qué tamaño de bombas explotarían si se decidieran a declarar ante la justicia?¿A qué nivel pueden seguir y aumentar la afectación institucional del país?

La fusilería gubernamental o la artillería de grueso calibre del propio Presidente no puede creer que los uruguayos nos podemos marear de tal manera que, situaciones absurdas, llenas de explicaciones todavía más absurdas y contradictorias las tragaremos mirando hacia otro lado. No tenemos curiosidad, estamos muy preocupados por la degradación de la democracia y las instituciones y porque nos miramos en otras realidades regionales y no queremos parecernos en absoluto. Ya la prensa internacional, ya dejó de mirarnos con ese diferencial y eso nos daña a todos, no solo al gobierno y al poder.

La síntesis de toda la estrategia defensiva es la polarización, es adelantar la campaña y tratar de que la tensión agrupe a la Coalición y crispe a la oposición, y debilite los aspectos institucionales y la calidad de la democracia. Eso sí, siempre aullando a la luna sobre evitar la fractura.

Lo que sucede es que esta es también una batalla ideológica y cultural de primer nivel, de la que la prensa oficialista comenzó a mencionar y a desempolvar hace algún tiempo.

La batalla ideológica central es imponer el acostumbramiento, la aceptación de los peores atentados institucionales, el manejo indiscriminado y prepotente del poder, en definitiva la corrupción en sus diversos aspectos económicos pero también formales y de procedimientos, como algo normal e intrínseco a la política. A todas las políticas.

La gran batalla que hay que ganar es que no hay corrupciones y deformaciones graves del poder que hay que naturalizar y aceptar porque son "nuestras", de "nuestros colores" y combatirlas es ceder ante los adversarios-enemigos.

La batalla principal en estos momentos es democrática, es republicana, es institucional y luego vienen las definiciones programáticas. La polarización oficialista pretende construir sus propios ejes y líneas de fractura, favoreciendo casi exclusivamente al Partido Nacional y no a la Coalición.

Una de las peores tentaciones de la oposición de izquierda es dejarse tentar por la famosa frase de Napoleón, "cuando veas a tu enemigo equivocarse, no lo interrumpas".

El drama es que los actuales adversarios siguiendo por este rumbo de derrota están arrastrando a la república, a su cultura política, a su acumulación positiva, a la propia identidad nacional. ¿Podemos sacrificar todo eso para estar más cerca de la victoria electoral o hay que impedir el desbarranque democrático del país? Y eso no es solo formalidad o adjetivos, es el alma de la democracia.

La sola suma de los escándalos: Marset-Astesiano-Vertical Skies-Importación de pescado, espionaje de senadores de la república para favorecer a KatoenNatie-demoras y manipulaciones con los chat del Presidente y su jefe de custodia- compras del estado "abreviadas" - cobertura de delitos con intervención de jerarcas policiales pagados con traslados dentro del Instituto policial, depósitos de dinero a Astesiano por Vertical Skies, asusta, pero si no reaccionamos proporcionalmente, corremos el riesgo de su "normalización" y de estar ayudando directamente a diversas formas del crimen organizado y de que el Uruguay pague un precio muy alto e irrecuperable.

 

(*) Esteban Valenti. Trabajador del vidrio, cooperativista, militante político, periodista, escritor, director de Bitácora (www.bitacora.com.uy) y Uypress (www.uypress.net), columnista en el portal de información Meer (www.meer.com/es), de Other News (www.other-news.info/noticias). Integrante desde 2005 de La Tertulia de los jueves, En Perspectiva (www.enperspectiva.net). Uruguay


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