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12.12.22

Israel: Después de las elecciones

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Por Moshé Machover (*)

Los resultados de las elecciones al parlamento israelí celebradas el 1 de noviembre son trascendentales y creo que nos dirigimos a una crisis que desbordará los confines de Israel-Palestina.

La coalición que va a formar el gobierno israelí se compone de cuatro sectores, uno de los cuales se subdivide en tres partes. Es consecuencia del sistema electoral: se basa en la representación proporcional, pero con un umbral, lo que significa que una lista de candidatos que reciba menos del 3,25 % de los votos válidos no obtiene ningún escaño y sus votos simplemente se pierden. Sirve como incentivo para que los partidos muy pequeños formen bloques y se presenten juntos en una sola lista.

El principal ganador (no numéricamente, sino políticamente) en estas últimas elecciones es el bloque llamado Sionismo Religioso, que comprende tres partidos, que después de las elecciones se dividieron de nuevo en sus componentes. Pero si este bloque no se hubiera formado, uno de los tres partidos probablemente no habría ganado ningún escaño. El hecho de que estas facciones se presentaran juntas también ayudó a aumentar su voto total: es un fenómeno bien conocido que los votantes prefieran respaldar lo que se considera grandes partidos en lugar de arriesgarse a desperdiciar su voto en un pequeño grupo.

El principal ganador político de las elecciones fue, como dije, el Sionismo Religioso, que obtuvo 14 de los 120 escaños. Obviamente, para formar un gobierno se requiere una mayoría de al menos 61 escaños y la coalición que va a formar gobierno en realidad tiene una mayoría bastante cómoda con 64 escaños.

El partido más grande sigue siendo el Likud, liderado, por supuesto, por Binyamin Netanyahu, que ganó 32 escaños, seguido por el centrista Yesh Atid (24) y por el Sionismo Religioso. Yesh Atid fue el mayor componente del gobierno saliente y ahora será el mayor grupo de la oposición. Además están los dos partidos religiosos, a veces descritos como ultraortodoxos, que son socios tradicionales del Likud, que han formado parte de una coalición liderada por el Likud durante muchos años. Uno de ellos, Shas, que ganó 11 escaños, se dirige principalmente a los judíos religiosos originarios de los países musulmanes, mientras que el segundo partido judío-ortodoxo, el judaísmo de la Torá Unida, es apoyado principalmente por judíos asquenazíes y obtuvo siete escaños. Por cierto, estos dos partidos ortodoxos son los únicos partidos judíos en la Knesset que no están comprometidos con el sionismo, según sus programas. Sin embargo, debido al cambio general de la opinión pública judía en Israel hacia un sionismo más extremista, los votantes más jóvenes en particular están liderando la tendencia en esa dirección y estos dos partidos también son ahora más cercanos al sionismo.

La coalición del gobierno estará formada por cuatro bloques y, si se mira su tamaño en números, se verá que cada uno es un componente esencial. En otras palabras, si alguno de los cuatro bloques se descuelga de la coalición, esta no tendrá mayoría en el parlamento. Dado que cada componente puede amenazar con derribar la coalición desertando, ello proporciona a cada uno de los cuatro bloques un poder de negociación considerable.

Componentes

Pero veamos primero las tres facciones del Sionismo Religioso. Su terreno común es un compromiso con una corriente mesiánica fanática del sionismo, cuya influencia ha aumentado desde 1967. He explicado y analizado este proceso en mi artículo, "Israel y el asno del Mesías", que proporciona una base útil para los eventos más recientes que se discuten a continuación.1

¿Cuáles son estos tres componentes del Sionismo Religioso? El principal, que tiene siete de los 14 escaños del bloque, está dirigido por Bezalel Smotrich, que ha sido descrito por un historiador israelí del genocidio como "el legislador israelí que anuncia el genocidio contra los palestinos".Smotrich es un orador suave que dice cosas extremas, pero de una manera superficialmente moderada y educada. Es un enemigo jurado de las organizaciones de derechos humanos activas en Israel; recientemente pronunció un discurso en el que las describió como una "amenaza existencial" y propuso luchar contra ellas por diversos medios, incluidas medidas financieras y de "seguridad", en otras palabras, amenazando con medidas de fuerza, así como el uso de medidas legales para evitar que recaudan fondos

Ya es más o menos claro que en el nuevo gobierno Smotrich va a estar a cargo de la "administración civil" en los territorios ocupados. La "administración civil" no es actualmente un cuerpo civil, sino un brazo del ejército israelí de ocupación en Cisjordania, una rama que se ocupa de asuntos políticos y administrativos que afectan a la vida de la población palestina en lugar del uso directo de la fuerza.

Cuando dicha fuerza se considera necesaria en los territorios ocupados, entonces, por supuesto, es llevada a cabo por unidades militares, pero cuando se trata de asuntos civiles, en otras palabras, decidir si un determinado pedazo de tierra debe ser robado a sus propietarios palestinos, etc., esto es un asunto de la administración civil. Así que a este archienemigo de los derechos civiles se le asignará el papel de gobernante sobre todos los asuntos civiles palestinos en los territorios ocupados: tendrá autoridad sobre el régimen de apartheid en esos territorios. Un poco como nombrar a un lobo pastor jefe o a un zorro como guardián del gallinero.

La segunda facción en el Sionismo Religioso, que se llama Poder judío ("poder" en el sentido de "fuerza", su nombre hebreo es Otzma Yehudit). Su líder, Itamar Ben-Gvir, a diferencia de Smotrich, es un demagogo y agitador brutal, cuyos seguidores participan en cada pogrom dirigido por matones en varias partes de Israel y los territorios ocupados, gritando y agitando sus armas.

Alentando a los matones a ir cada vez más lejos, Ben-Gvir es un admirador del asesino en masa, Baruch Goldstein, y seguidor de ese racista, Meir Kahane, que fue calificado oficialmente como un terrorista en los Estados Unidos y en el propio Israel, donde el partido que dirigió fue prohibido porque apoyaba el terrorismo y abogaba por el racismo. De hecho, Ben-Gvir fue una vez considerado tan extremista que el ejército israelí se negó a aceptarlo como recluta, a pesar de que el servicio militar es obligatorio para todos los judíos, fue descalificado por motivos de "extremismo". Este hombre va a ser el jefe del ministerio de seguridad nacional. Va a tener control sobre la policía israelí y todos los demás organismos encargados de hacer cumplir la ley: no solo la responsabilidad política general, sino el control operativo. Ben-Gvir, por ejemplo, controlará a los guardias fronterizos, que, aunque en el propio Israel operan bajo la autoridad policial, son de hecho una formación militar. En los territorios ocupados, sin embargo, operan bajo el mando del ejército, pero ahora serán entregados al control del ministerio de seguridad nacional encabezado por Itamar Ben-Gvir. Esto le dará, en efecto, el mando de un ejército privado. Además, en el derecho internacional, la transferencia de la administración civil y los guardias fronterizos en los territorios ocupados de la autoridad del ejército israelí a la de los ministros del gobierno civil equivale a que estos territorios estén anexionados políticamente a Israel. Este es, por supuesto, uno de los principales objetivos del sionismo religioso.

Con Poder Judío de Ben-Gvir obteniendo seis escaños de los 14 del Sionismo Religioso, queda un escaño, destinado al rabino Avigdor Maoz de la fracción conocida como Noam, que se traduce como "Placidez". Bueno, ¡qué agradable es un partido con una plataforma que hace hincapié en los "valores familiares" y la "normalidad"! De hecho, son eufemismos para la misoginia y la homofobia rabiosas de Noam. (Por cierto, el fundador de Noam, que sigue siendo su líder espiritual, es el rabino Zvi Thau, contra quien la policía israelí ha abierto una investigación por acusaciones de agresión sexual, ya que una mujer se quejó de que la había agredido repetidamente, la primera vez hace 30 años, cuando todavía era menor de edad). El rabino Maoz será viceministro y dirigirá una oficina de "identidad judía", encargada de promover y impulsar el carácter judio del estado judío.

Aunque el Sionismo Religioso solo tiene 14 escaños en la coalición, de hecho tiene un poder de negociación mucho mayor de lo que indica este número. Se debe a que el líder del Likud, el ex y designado primer ministro Binyamin Netanyahu, es de hecho un cautivo de sus socios: los necesita mucho más de lo que ellos lo necesitan a él: necesita inmunidad (o algún tipo de tarjeta "salir de la cárcel") en relación con el juicio en el que se está defendiendo de cargos de corrupción, soborno y ruptura de confianza. De hecho, la razón para convocar la serie de cinco elecciones que Israel ha tenido en menos de cuatro años fue el deseo de Netanyahu de evitar la cárcel por los cargos por los que está siendo juzgado.

Es un hecho bien conocido que los líderes del Sionismo Religioso desprecian a Netanyahu: piensan que es demasiado suave con los palestinos, y ciertamente es menos extremista en su sionismo y la colonización que ellos. Ahora se encuentra en la inusual posición de ser la personalidad más "moderada" de la coalición que está a punto de liderar. Otros socios de la coalición son más duros que él en relación con la anexión, las políticas de apartheid, los valores sociales, etc. De hecho, es un político bastante cauteloso, contrariamente a lo que se podría creer: todo es relativo, por supuesto, y en términos relativos ha sido menos propenso a aplicar la fuerza o tomar medidas extremas. Pero muchos en la nueva coalición lo desprecian y estarían muy contentos de deshacerse de él si fuera posible: en otras palabras, si el nuevo gobierno cae por una razón u otra y se convocan otras elecciones, los líderes del Sionismo Religioso pueden aumentar su representación política a expensas del Likud.

Oposición

Analicemos ahora los otros partidos. El principal partido de la oposición es Yesh Atid, dirigido por Yair Lapid, que ganó 24 escaños de 120. Este es un partido que atrae principalmente a los judíos de clase media, y está comprometido con el sionismo como todos los partidos judíos en Israel, excepto los ultraortodoxos.

Yesh Atid significa "Hay futuro", un nombre soso, que prácticamente no tiene sentido, y eso dice mucho sobre el tipo de ideas que ofrece este partido. Utiliza consignas destinadas a apelar a los "israelíes liberales" (en realidad están muy a la derecha, pero en términos israelíes se consideran "liberales"). Luego está el partido de la Unidad Nacional (una vez más el nombre casi no tiene sentido), dirigido por un ex general, Benny Gantz, que se enorgullece de haber matado a muchos árabes cuando era jefe del ejército israelí. Con sus 12 escaños, atrae a más o menos al mismo tipo de votantes que Yesh Atid, excepto que está un poco más a la derecha.

El siguiente partido es Yisrael Beiteinu ("Israel nuestro hogar"), dirigido por Avigdor Lieberman, con seis escaños. Si bien es un partido de derecha, también es anticlerical. Es de derecha en términos socioeconómicos y las políticas de apartheid que promueve, por ejemplo, las anexiones y el uso de la fuerza contra los palestinos, pero no está interesado en la religión. Esto se debe a que su principal circunscripción, los que votan por este partido, son inmigrantes de la antigua Unión Soviética, o sus descendientes, muchos de los cuales no son, estrictamente hablando, judíos. Llegaron a Israel como parte de las disposiciones de la Ley de Retorno, que permite al pueblo judío inmigrar sin restricciones, trayendo consigo cónyuges, hijos y nietos, muchos de los cuales no son judíos. Los matrimonios mixtos eran bastante comunes en la antigua Unión Soviética, por lo que obviamente estas personas no están muy contentas con el dominio de la religión en un gobierno israelí. Por cierto, tenemos que agradecer a Lieberman la caida original en 2019 del gobierno Netanyahu, que condujo a las cinco elecciones. Guarda un fuerte rencor personal contra Netanyahu y desertó de su coalición.

Los siguientes dos bloques tienen cinco escaños cada uno, el primero es la Lista Árabe Unida o Ra'am, vagamente afiliado a los Hermanos Musulmanes y está dirigido por Mansour Abbas, que de hecho estaba bastante satisfecho de participar en la coalición del gobierno saliente, dirigida por partidos sionistas, a cambio de algunos beneficios económicos para su base electoral. Y luego hay un bloque, también con cinco escaños, Hadash-Ta'al (anteriormente Lista Conjunta), dirigido por el Partido Comunista Israelí, apoyado principalmente por votantes árabes, aunque uno de sus cinco representantes es un miembro judío del PC.

Finalmente, el bloque más pequeño con solo cuatro escaños es el Partido Laborista, antaño el partido más poderoso de Israel, que dirigió todos los gobiernos hasta 1977 (y uno o dos después), pero que desde entonces su declive lo hace irreconocible. El Partido Laborista Israelí es ahora una fuerza menor, con menos escaños que el bloque dirigido por el Partido Comunista. El partido sionista más pequeño y ligeramente más izquierdista, Meretz, no alcanzó el umbral necesario para obtener ningún escaño.

Dialéctica

Esa es la situación a nivel parlamentario. Pero sobre el terreno hay una dialéctica de opresión y resistencia, con la que la mayoría de los lectores pueden no estar familiarizados: la mayoría no será plenamente consciente de lo horribles que son las cosas en la vida diaria de la población palestina, especialmente en los territorios ocupados, pero también dentro de Israel pre-1967.

Una serie de pogroms casi diarios tienen lugar, particularmente en los territorios ocupados, en ciudades como Hebrón, en municipios y pueblos, en los que bandas de jóvenes matones religiosos actúan sin control, destruyen propiedades palestinas, invaden hogares y atacan a los residentes.

Y algo similar sucede a diario en el campo. Los colonos religiosos conocidos como la "Juventud de las Colinas", típicamente adolescentes o hombres de unos 20 años, armados con palos y armas de fuego, hacen redadas, arrancan olivos y arruinan las cosechas, atacan a agricultores y pastores palestinos y perpetran pogroms. Cuando los atacados llaman a la policía, los guardias fronterizos, estos guardianes de la legalidad dicen: "Ah, vemos que hay un altercado aquí. Hay dos lados que se pelean, así que tenemos que separarlos, ¡e invariablemente se ponen del lado de los atacantes! A menudo arrestan a las víctimas palestinas y las acusan de asalto a los perpetradores.

Esto suele ocurrir en las zonas palestinas. En la parte norte de Cisjordania, las fuerzas militares israelíes invaden regularmente ciudades y campos de refugiados, buscando "sospechosos" y matándolos, junto con transeúntes totalmente inocentes. Por supuesto, lo que está sucediendo es una dialéctica de opresión y resistencia. En respuesta a tales ataques, la resistencia palestina ha aumentado. Los principales medios de comunicación a menudo informan cuando un judío es atacado en Israel o en los territorios ocupados. Pero no se oye hablar de los pogroms habituales a los que estos ataques son una respuesta.

Cuanto mayor sea la opresión, más desesperada será la resistencia. Ha habido algo nuevo al respecto en el último año o dos: ya no está organizada principalmente por movimientos palestinos conocidos como Fatah o Hamas; es una forma de organización de base de jóvenes que pueden ser partidarios de diferentes grupos políticos palestinos. Pero se unen operativamente simplemente porque las cosas se han vuelto tan insoportables, y ceden a su frustración y sentimientos de desesperanza al tomar medidas, con enormes riesgos para ellos mismos, a veces contra el personal militar israelí y a veces contra los civiles. Los medios de comunicación israelíes no hacen distinción entre los actos dirigidos al ejército israelí y los dirigidos a los civiles; ambos son etiquetados como "asesinatos" y "terror". Cuando un soldado israelí es muerto, se describe de esta manera, no como un soldado que cae en servicio, sino como un israelí inocente que es "asesinado". De hecho, el público israelí, como en otros países, es en su mayoría inconsciente de las operaciones de los colonos y militares israelíes en los territorios ocupados, por lo que las cosas se perciben como si los israelíes fueran atacados sin ninguna razón por estos "terroristas".

Obviamente, la respuesta del público israelí es: "Debemos tomar medidas más duras. Somos víctimas del terror, y suprimir ese terror significa aplicar medidas más duras, más extremas y represivas". Así que es fácil comprender lo que está impulsando la escalada que aumenta de semana en semana, mes a mes. Y con el nombramiento de Smotrich para administrar Cisjordania y Ben-Gvir para vigilarla, es absolutamente seguro que las cosas escalarán en espiral, y seguramente terminarán en una gran conflagración.

Sionismo

Esta es la situación, pero ¿qué pasa con el proceso histórico subyacente que ha llevado a todo esto? Debemos recordar que nada de esto es un accidente y nada de esto era impredecible.

No podemos entender lo que sucedió en el pasado y sucede en el presente en Israel-Palestina y no podemos tratar de proyectar el futuro sin hacer referencia al sionismo. El sionismo no es solo una palabra vacía; es un proyecto vivo.

Como he señalado, la gran mayoría de los judíos en Israel votan por partidos que se describen a sí mismos como sionistas. ¿Qué es el sionismo? No es simplemente una ideología: es un proyecto de colonización. Muy abiertamente desde el principio, los sionistas describieron su objetivo como la colonización de Palestina como la "tierra de Israel" para constituir un estado judío.

El territorio que se coloniza se definió generalmente como Palestina bajo el mandato dado a Gran Bretaña por la Sociedad de Naciones después de la Primera Guerra Mundial. Originalmente, los sionistas tenían como objetivo incluir todo el territorio entre el río Jordán y el mar, además de lo que ahora es el reino de Jordania. En 1923, Winston Churchill, entonces secretario colonial del gobierno británico, separó el territorio al este del río Jordán de Palestina y lo instituyó como un emirato bajo la dinastía hachemita. La mayoría de la gente aceptó que el territorio que sería ocupado por la colonización sionista incluiría lo que se convirtió en parte del mandato británico después de 1923 -con la excepción del ala revisionista del sionismo, que durante mucho tiempo afirmó que el territorio a colonizar no sería solo entre el Jordán y el mar Mediterráneo, sino también Transjordania, al este del rio. Esa reivindicación ha sido silenciada desde entonces, pero todos los principales partidos sionistas estuvieron de acuerdo en que la colonización sionista debería incluir todo el territorio al oeste del río.

¿A qué se referían con "estado judío"? Al menos significaba un estado con una mayoría judía estable y segura, pero para muchos sionistas significaba y todavía significa más que eso: significa supremacía judía, en el sentido de que los residentes no judíos de este territorio tendrían menos derechos individuales que los judíos; pero para la gran mayoría de los sionistas significaba al menos una mayoría judía segura y estable. Ese es el proyecto que se ha estado desarrollando desde principios del siglo XX, más intensamente después de la Primera Guerra Mundial.

Ha pasado por tres etapas: el comienzo de la colonización sionista hasta 1948-49; el empoderamiento del estado de Israel de 1949 a 1967; y finalmente el período en el que todavía estamos. La guerra de 1948-49, conocida en Israel como la "guerra de la independencia" y para sus víctimas palestinas como la Nakba (catástrofe), dio lugar a un estado judío que aseguró alrededor del 72 % del territorio reclamado, con una mayoría judía, lograda a través de la limpieza étnica de la mayoría de sus habitantes palestinos. Produjo una mayoría judía que era bastante segura en términos numéricos.

Pero, ¿qué pasó después de 1967, cuando el ejército israelí conquistó la parte restante de Palestina? La pregunta era qué hacer con ella. Algunos sionistas prudentes aconsejaron: "Mantengamos lo que tenemos y no tratemos de morder más de lo que podemos tragar". ¿Qué se debe hacer con la población palestina de los territorios conquistados en 1967? Bueno, había una respuesta sencilla. Las alturas del Golán que Israel conquistó a Siria fueron limpiadas étnicamente, por lo que no presentó ningún problema para que Israel se las anexara. No afectó a la mayoría judía, porque la mayoría de los árabes sirios fueron expulsados. Pero, como lo resumió el primer ministro de Israel en 1968, ¿qué vamos a hacer con todos estos árabes, en Palestina?

Algunos líderes israelíes propusieron devolver la mayoría de los territorios palestinos recién ocupados, excepto Jerusalén. Curiosamente, entre los que abogaban por tal precaución estaba David Ben-Gurion, quien había dirigido la importante limpieza étnica de 1948-49. Pero sus discípulos más halcones tenían el control de Israel en 1967. la posición que ganó fue que "lo que obtuvimos en 1948 era solo una parte de nuestra patria", es decir, del territorio que el sionismo reclama como la patria del pueblo judío. Cuando surgió la oportunidad, la tentación de mantener ese territorio fue demasiado grande.3

Esto creó la situación a la que nos enfrentamos ahora. El proyecto sionista está en una posición única en los anales de la colonización (o al menos la colonización en los tiempos modernos), porque los colonos y los pueblos indígenas están más o menos iguales en términos de población. Si se observa la colonización de, digamos, África, había un modelo totalmente diferente, porque los colonos dependían de la mano de obra de los pueblos indígenas, mientras que los colonizadores eran una pequeña minoría. En la segunda mitad del siglo XX hubo toda una serie de actos de descolonización y los colonos que constituían una especie de cuasi clase de explotadores fueron expulsados en algunos casos. En otros, se les permitió permanecer, pero perdieron su posición de dominio exclusivo. Sin embargo, en lugares como Estados Unidos, Canadá, Australia y Nueva Zelanda, los colonos no basaron su economía política en el trabajo de los pueblos indígenas: ellos mismos eran los productores directos, mientras que los indígenas fueron exterminados, como en Tasmania, o marginados y se convirtieron en una minoría en su propio país.

La colonización sionista siguió este modelo de no depender económicamente del trabajo de los pueblos indígenas. Pero la situación creada en 1967 dio lugar a una paridad numérica entre la nación de colonos judíos y el pueblo indígena palestino. Esto produjo la situación inestable actual y se encuentra detrás de los fenómenos que he descrito. De hecho, el proyecto de colonización sionista sigue siendo un proceso en progreso: no se ha completado y todavía se enfrenta al problema de qué hacer con los millones de palestinos bajo su control.

Perspectivas

Esta situación es la que ahora amenaza con explotar. Ha habido planes para limpiar étnicamente a millones de palestinos de Cisjordania y enviarlos a través del río al reino de Jordania, que se convertiría, por así decir, en el nuevo estado palestino. Los palestinos pueden tener un estado propio, ¡pero no en Palestina! Se sabe que Netanyahu apoyó esta idea, pero no es exactamente fácil de lograr. Requeriría derrocar el régimen existente en Jordania, que es un aliado de los Estados Unidos, por lo que significaría ganar la aquiescencia del "gran jefe". También solo sería posible lograrlo en una situación en la que haya una gran conflagración regional. Pero Israel no está ahora en condiciones de iniciar una guerra importante, no solo por Irán, sino porque Hezbolá está bien armado en el Líbano. Sus misiles y cohetes podrían causar grandes daños y el público israelí no está acostumbrado a sufrir un gran número de víctimas. Los primitivos cohetes disparados por Hamas han causado pocas bajas, pero han causado casi pánico.

Hezbolá es una fuerza mucho más seria que Hamas en términos de su estrategia y su arsenal, y, por cierto, es la única fuerza militar que ha derrotado al ejército israelí. Tengamos en cuenta que, tras la confrontación con Hezbolá, Israel tuvo que retirarse del Líbano en el año 2000, habiendo ocupado el sur del país desde 1982. Del mismo modo, en sus nuevas incursiones en el Líbano, Israel no ha tenido el éxito esperado. Por supuesto, su ejército puede causar mucho daño, pero Israel se enfrenta a un enemigo serio en el caso de Hezbolá.

Sin embargo, no debemos desestimar la perspectiva de una gran conflagración en Oriente Medio, que permita un intento israelí de limpiar étnicamente a millones de palestinos tanto del propio Israel como de los territorios ocupados en 1967. En realidad la anexión de Cisjordania a Israel es un hecho consumado. Si compras un mapa de la región en Israel, muchos muestran Cisjordania y las alturas del Golán sirio como parte de lo que se llama Israel; no hay ninguna línea que indique la diferencia entre ellos y el estado oficial. En otras palabras, en cierto sentido, la anexión ya es un hecho. Pero la razón por la que dicha anexión no es oficial es obviamente porque no se puede integrar completamente Cisjordania en Israel sin decidir qué hacer con la población palestina.

Teniendo en cuenta todo esto, las perspectivas son bastante preocupantes con respecto a lo que va a suceder en un futuro previsible en esa parte del mundo.

Este artículo se basa en la charla que Moshé Machover dio al Foro Comunista en línea del 27 de noviembre. Ver: www.youtube.com/watch? v=3eKmyWpfUkI

Notas: https://www.sinpermiso.info/textos/israel-y-el-asno-del-mesias ??

D Blatman, "El legislador israelí que anuncia el genocidio contra los palestinos" Ha'aretz 23 de mayo de 2017: www.haaretz.com/opinion/.premium-1.791115. ??

Para más detalles, consulte mi artículo, "Israel y el asno del Mesías" (op cit). ??

 

(*) Moshé Machover, veterano militante socialista antisionista israelí que fue co-fundador de la extinta Organización Socialista de Israel (Matzpen). En la actualidad vive en Londres. Es profesor emérito de filosofía del King's College, de la Universidad de Londres. Su libro más reciente es Israelis and Palestinians: conflict and resolution, London 2012. Varios de sus iluminadores artículos pueden consultarse en los archivos de Sin Permiso.

Fuente: https://weeklyworker.co.uk/worker/1421/after-the-election/

Traducción: Enrique García


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