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10.10.22

Chile: soberanĂ­a alimentaria y debate constituyente desde las organizaciones campesinas (y II) a

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Por Diego Ortolani Delfino (*)

Este trabajo es la continuación de la primera parte ya publicada en Sin Permiso.

Continuamos la conversación con Nicolás Arraño en un segundo momento, tras la finalización de la escritura de la propuesta de Nueva Constitución por la Convención, en medio de la vorágine de las campañas por el Apruebo en las que estábamos inmersos, y luego de nuevos anuncios del Ministerio de Agricultura del Gobierno Boric.

- ¿Cómo siguió vuestra labor en el proceso constituyente?

Lo primero que hay que decir es que el proceso constituyente fue un catalizador de todo este trabajo de coordinación colaborativa entre las organizaciones campesinas. Fortaleció todo ese tejido, se incorporó más gente, y además se logró articular para la constituyente con otros actores como la ASOF, la CONAPACH, con la Confederación de Cooperativas Campesinas (todas ellas se coordinan en la Corporación Observatorio del Mercado Alimentario CODEMA). Lo que pretenden justamente es articular toda la cadena agroalimentaria y pesquera tradicional, como le llaman, que abastecen al país más del 50% del suministro de frutas, verduras, pescados y mariscos.

Es así, el proceso constituyente sirvió para fortalecer la articulación, al punto que a día de hoy las proyecciones de estas organizaciones es de un movimiento en conjunto. Se lanzó desde la C28J un Comando Alimentario por el Apruebo, hace poco más de un mes, en conjunto con CODEMA, hemos estado haciendo mucha campaña en los campos, tuvimos un Apruebazo de cierre de la campaña en San Clemente.

- Es notable, y deja planteado un horizonte de luchas en común, no solo en defensa del Apruebo y la Nueva Constitución, sino de un programa que se visualiza en el trabajo de esta coordinación, ¿no?

Seguro. Uno de los logros del proceso son todas estas redes que se fueron tejiendo, que lograron justamente articular a movimientos de todo el país, y más allá del ámbito campesino y agrícola; creo que se están sentando las bases para una plataforma común muy interesante de movimientos sociales y organizaciones populares que lograron trabajar mancomunadamente de manera inédita, a raíz y al alero del proceso constituyente, en el marco de unas últimas décadas en las que precisamente, todo el mundo organizacional y político sufría una atomización impresionante.

Incluso, saliéndonos un poco de lo rural y campesino, en el mundo laboral: para la redacción de las propuestas relativas a los derechos laborales y de seguridad social en general, se dio una articulación  intersindical inédita en la historia del neoliberalismo en Chile, donde como sabemos aún rige un Plan Laboral que es modelo mundial de pérdida de derechos del mundo del trabajo. En esa articulación se vio un sobrepaso de todo el mundo político vigente y de la CUT, que sabemos permanece en un fuerte nivel de burocratización.

De hecho con la Ranquil, con ANAMURI, con CONAGRO y otros sindicatos del campo y el mar nos integramos en esta coordinación intersindical de más de 50 organizaciones sindicales del país, entre ellas las centrales sindicales como la Central Autónoma de Trabajadores CAT, y con otras federaciones importantes que están afiliadas a la CUT. Incluso hubo diálogo con la CUT, para ver si se sumaban a esta articulación, pero la pillamos en un momento muy problemático, porque fue el período en que renunció la anterior Presidenta, y la CUT no supo dar respuesta a ese llamado.

A partir de esta alianza, nosotros trabajamos también para impulsar todo lo relativo a los derechos del trabajo rural. Así que fue un paso importante, que habría que ver cómo puede sustentarse en el tiempo, porque como decíamos ha sido algo inédito en el mundo del trabajo. Ha ido madurando un nuevo sindicalismo, todavía sin gran capacidad movilizadora, pero presente y fuera de la CUT, que tiene más claro cómo enfrentar la neoliberalización del trabajo y que tiene la voluntad de hacerlo, con posiciones políticas más claras en ese sentido, de confrontación con el modelo.

Queda un piso de confluencia y articulación muy interesante. Como te decía, volviendo a lo rural, nosotrxs quedamos trabajando constantemente a la par con las organizaciones de pescadores, de las ferias libres, es decir, una activación conjunta del canal agro-pesquero alimentario tradicional, que ha tomado una gran fuerza y difícil que se suelte este tejido, se están pensando nuevas acciones conjuntas hacia adelante. Para estos sectores es un logro grande. Si gana el Apruebo, es un nuevo entramado fuerte desde el cual defender la NC y proyectar las transformaciones, y si nos derrotan en el Plebiscito, será un piso desde el cual resistir y repensar lo que venga.

- Bueno, y cuáles son los principales logros en el texto de la propuesta de NC para ustedes, pensando desde las ruralidades, lo campesino, la soberanía alimentaria, la agroecología, el derecho a la alimentación...

Desde el punto de vista de la historia constitucional del país, los logros son muy sustantivos. Hay unos 15 Artículos que hacen referencia al mundo rural, al campesinado, a lxs distintos actores que están involucrados en la producción de alimentos. Incluso a nivel mundial es algo casi inédito. Como primer punto, está el reconocimiento a la ruralidad. Tanto en Chile como en el mundo es algo difícil de definir, porque en general se define en oposición a lo urbano.

- Claro, cuando en realidad es un entramado de modos de vida, de modos de producción y de culturas sumamente rico y definido en sí mismo.

Justamente. Entonces ahí ya tienes un primer gran avance en el Artículo 241 y subsiguientes, en que se reconoce y se define lo que vamos a entender como ruralidad, se define como una expresión territorial, precisamente con sus formas de vida, de producción, de las comunidades y las personas, que se dan en relación directa con el agua, la tierra y el mar. Hasta hoy día tienes una definición muy pobre de lo rural, en términos solo de la población que no vive en las ciudades, puramente poblacional, y entonces por ejemplo en materia de políticas públicas con respecto a la ruralidad no tienes dónde aferrarte, qué actividades se realizan en los territorios rurales, qué caracteriza a los sujetos rurales, cuáles son sus culturas.

Con la propuesta constitucional, al quedar así definida, incluso el Estado queda comprometido a desarrollar políticas para que esa relación directa y esos modos de vida no desaparezcan, que es lo que hemos visto con mucha intensidad en los últimos 30 o 40 años. La relación con la tierra queda comprometida por el acaparamiento de tierras por parte del gran agronegocio y las forestales, la relación con el agua lo mismo, y el mar para qué decir, con una Ley de Pesca absolutamente corrupta. Además, se establece un compromiso del Estado de establecer mecanismos para que las comunidades, para que las personas que viven y trabajan en los territorios rurales, tengan un rol participativo y protagónico en lo que es la generación de políticas y programas respecto de las materias que les afectan.

Luego viene todo lo dice relación con el rol de la ruralidad en la alimentación. Acá lo que si hay que destacar es que todos los avances y logros en materia de alimentación en la NC son mérito de las organizaciones campesinas, de pescadores y feriantes, que hicieron suya esta tarea al asumir que la labor de alimentar al país es en gran medida de ellxs, y que la responsabilidad de posicionar todo esto en la NC era de ellxs. ANAMURI, con el apoyo de las otras organizaciones de la C28J, fueron quienes presentaron la Iniciativa Popular de Norma Constitucional sobre el Derecho a la Alimentación (en ese inolvidable tramo de la CC abierto a la participación democrática de los pueblos), que logró los más de 15 mil patrocinios populares que eran necesarios para su consideración obligatoria en la CC, que se vio plasmada en el propuesta de NC, y que marca una diferencia sustantiva con respecto a la actual Constitución del 80, donde el derecho a la alimentación ni siquiera existe. Además, permite ponernos al día con distintos instrumentos internacionales en la materia.

Se hace absolutamente necesario, porque en el país tú ves que hay  este escenario tan desalentador en materia de alimentación y de inflación de los alimentos, donde la obesidad y el sobrepeso afectan a ¾ partes de la población, la reaparición del hambre y la malnutrición. Son estos hechos los que hacen necesario plasmar el tema en la NC, hacerse cargo, y entonces se lo consagra, con una serie de características y definiciones, que lo conceptualizan de una manera profunda y eficaz, a tono con lo mejor de la jurisprudencia internacional. Es realmente de vanguardia a nivel mundial porque además vincula directamente el derecho a la alimentación con la soberanía alimentaria, en el Artículo 54 de soberanía y seguridad alimentaria alimentaria, el 55 sobre las semillas y el 56 sobre derecho a la alimentación.

Es un logro de la lucha campesina, porque el concepto de soberanía alimentaria, que nace en el año 1996 por definición de la Vía Campesina, surge como respuesta a la cuestión abstracta de la seguridad alimentaria, que era un concepto que venía a promover que haya acceso a los alimentos para todos, pero que pone el énfasis en el acceso económico a esos alimentos, a simplemente poder comprarlos, lo cual va de la mano con el paulatino control por parte de las corporaciones transnacionales del agrobusiness y la alimentación sobre los mercados alimentarios, pero también sobre la producción de alimentos, desplazando gradualmente a las producciones campesinas en todo el mundo.

- ¿Y te parece suficiente el rango y el estatuto que se le da a la soberanía alimentaria y por tanto a la agroecología en el texto de la NC?

Mira, nosotros queríamos una profundización mayor, y de hecho estuvimos a solo 2 votos (maravillas de los 2/3 de quorum impuestos) de plasmar la soberanía alimentaria de otra manera mejor, reconociéndola explícitamente como un derecho colectivo de los pueblos para poder determinar libremente las formas en que se van a producir, distribuir y consumir los alimentos. Sin embargo, la mención, que fue lo que logramos en ese Artículo, es de todas maneras algo que nos permite abrirnos a que el día de mañana podamos plasmar la soberanía alimentaria como se entiende así, más profundamente, y estrechamente vinculada con la agroecología, que no es mencionada como tal con este rasgo constitucional, pero sí logramos que se plasmara el impulso de una "producción agroalimentaria ecológicamente responsable y sostenible, enraizada localmente y con cadenas de producción y comercialización cortas", todas definiciones provenientes de la agroecología.

Los acontecimientos de los últimos años en el mundo ha dejado en evidencia la fragilidad del modelo hegemónico de producción y consumo; tambalea el abastecimiento de alimentos esenciales como cereales y legumbres, ante coyunturas mundiales geopolíticas crecientemente inciertas e impredecibles, ante la gran especulación financiera con los alimentos. De hecho, el lema de la Vía Campesina es "juntos podemos enfriar el planeta", y al día de hoy hay estudios científicos de instituciones vinculadas a los movimientos campesinos que muestran a ciencia cierta que en base a la soberanía alimentaria, la agroecología y la producción sustentada en la pequeña y mediana finca agrícola, se reduce la emisión de gases de efecto invernadero y el calentamiento global.

Nos costó sensibilizar a muchos convencionales con respecto a estos temas en profundidad, pero se obtuvieron esos logros. Y sí quedó explícitamente definido el apoyo e impulso a la AFC y la pesca y recolección artesanal como pilares de la producción de alimentos. Se reconoce así que hay un actor social que tiene esa función social, y también lo que hablábamos, el reconocimiento de la ruralidad como ese entramado de formas de vida, producción y culturas con derechos colectivos.

Queda plasmado con rasgo constitucional cual es la orientación que deben tomar las políticas agrícolas y alimentarias en el país en los próximos años y décadas para poder garantizar el derecho a la alimentación. Entonces, con este marco institucional se allana el camino para poder garantizar al país una alimentación sana y adecuada que permita a todos y todas desarrollarnos de manera óptima tanto física como mentalmente, como derecho humano fundamental. Queda claro que la hoja de ruta debe ir para allá. Esto no quiere decir que vaya a desaparecer la agroexportación. Significa que se pueda avanzar a un escenario donde puedan coexistir los dos modelos, que no es lo que sucede hoy, cuando al contrario, el modelo del gran agronegocio exportador es excluyente.

- Y va copando más y más tierras y aguas, obtiene financiamiento barato del mercado de capitales, especialmente de las AFP (de los ahorros previsionales de toda la población), y ha obtenido y obtiene grandes subsidios del Estado, mientras concentra más y más la renta de la tierra.

- Claro, es paradójico con la lógica del "libre mercado": particularmente en Chile ha sido un sector que ha surgido gracias al subsidio financiero y el apoyo que le ha entregado el Estado, porque el agua se la han entregado a ellos (los derechos de agua fijos y a perpetuidad); está el tema de las tierras, que en gran medida desde la contrarreforma agraria de la dictadura fueron pasando desde el Estado y lxs campesinos hacia estos nuevos capitales agroexportadores, y así también su acceso a la fuerza de trabajo se da en el marco de la imposición de un Plan Laboral que hasta el día de hoy les garantiza fuerza de trabajo a bajo costo, y para qué decir en materia de normativa ambiental, donde también han contado con  las facilidades para incurrir en todo tipo de prácticas sin sujetarse a límites ecológicos, sin la acción real de una institucionalidad fiscalizadora en lo ambiental. Esta propuesta constitucional sienta bases para corregir, que esta actividad agroexportadora, para seguirse desenvolviéndose, tenga que sujetarse a regulaciones y estándares en estos aspectos.

- Por ciertas votaciones se iba a perder lo de Semillas Libres y Soberanía Alimentaria, recordamos que no se alcanzaban en la Comisión 4 de Derechos Fundamentales y se pasó a la Comisión 5 de Medio Ambiente, Modelo Económico y Derechos de la Naturaleza, donde finalmente se incorporaron y desde ahí se lograron aprobar en el Pleno.

Si, lo que logramos fue el reconocimiento a la Semilla Tradicional, eso fue fundamental, y a partir de ello tendremos un argumento para luego proteger más profundamente todas las semillas, incluidas las agroecológicas. Porque nosotros habríamos querido incluso lograr la constitucionalización de la prohibición del uso de transgénicos, pero no hubo la correlación de fuerzas para ello.

- ¿Se notó en la CC la presión del lobby de las corporaciones del agrobusiness en general, y del transgenismo en particular? Sabemos que en Chile rige prohibición de siembra de transgénicos, pero eso excluye los cultivos para producir semillas transgénicas para la exportación y para "experimentación", estando en Chile la mayor planta productora de semillas transgénicas de exportación de la tristemente célebre Monsanto, y contando con una corporación como ChileBio para hacer lobby por sus intereses y romper esta prohibición.

Si, fue un campo de disputas bastante abierto, porque incluso nos encontramos con que muchos convencionales que hubiéramos creído sensibles tenían bastante desconocimiento de la problemática rural y campesina, fue algo con lo que tuvimos que lidiar, informar y sensibilizar a muchos convencionales sobre estas materias de las cuales entendían muy poco, incluidos aquellxs elegidos por los pueblos y los movimientos sociales. De hecho sobre transgénicos tuvimos una controversia con una convencional en particular que ya te cuento mejor. Pero la SNA, la Asociación Nacional de Productores de Semillas que son los que exportan transgénicas, y FEDEFRUTA (que agrupa a los grandes exportadores), desde el minuto 1 estuvieron haciendo lobby, campaña mediática, haciendo campaña del terror sobre campesinxs conque les iban a quitar las tierras, el riego y cosas así.

Obviamente , el sector que representaba sus intereses en la CC era la derecha, pero sus 30 y tantos convencionales no tenían tanta capacidad de maniobra (gracias a la elección de mayo de 2021), se hicieron notar, pero pudimos sobrepasar ese lobby, gracias a la actividad de las organizaciones campesinas que yo diría que fue uno de los sectores populares que más presente se hizo en la Convención.

- Se puede pensar entonces que la labor de pedagogía sobre lxs convencionales fue existosa, y que al revés, la capacidad de sensibilización que mostraron ellxs fue importante.

Si, desplegamos una estrategia interesante, con el aporte de lxs asesores (todo a pulmón), que éramos quienes más manejábamos los temas y podíamos debatirlos mejor, más algunos convencionales como Francisco Caamaño y César Uribe, Alejandra Flores que es parte de ANAMURI, Alvin Saldaña, Carolina Vilches, Ivanna Olivares, Gloria Alvarado, que estaban bien imbuidxs también. Se articuló una bancada rural para coordinar el trabajo de lxs convencionales con las organizaciones y los asesores. Cuando veíamos que las conversaciones se estancaban y no se podía avanzar más, acudíamos a las organizaciones campesinas, que entonces sacaban declaraciones y presionaban. No solo los dirigentes, también los activistas de base de las organizaciones estuvieron presentes constantemente, incidiendo. Eso fue fundamental para concientizar y sensibilizar.

Lo de Semillas nos costó mucho, por eso fue de las últimas batallas, porque la gente no entendía, no sabe lo que pasa hoy día en Chile (y en el mundo) con las semillas, así que constitucionalizar la libre guarda, uso e intercambio de las semillas tradicionales fue muy difícil. La controversia la tuvimos con Elisa Giustinianovich, a quien considerábamos una aliada, en la Comisión 4. Estábamos trabajando para que pasara una definición de Soberanía Alimentaria que considerábamos nosotros era la más profunda, tenía un inciso que prohibía el uso de plaguicidas altamente peligrosos, y además contenía la prohibición del cultivo de transgénicos. Cuestión que no se logró porque una maniobra compleja de Elisa cambió el inciso, a otro que planteaba regular el uso de transgénicos, lo cual hubiera implicado ni más ni menos que la constitucionalización de su uso. Pasó esa versión al Pleno, y tuvimos que llamar a rechazarlo.

- Claro, como pasó con las concesiones mineras (la vía por la que se han ido privatizando de facto los yacimientos en estos 40 años), que por iniciativa del bloque Frente Amplio-Colectivo Socialista-INN se quisieron constitucionalizar también ahí en la CC, cuestión que ni existe en la actual Constitución.

Así es, muy similar. Después supimos que esta compañera no veía con malos ojos los transgénicos, es biotecnóloga. Ahí perdimos una gran oportunidad con el artículo de Soberanía Alimentaria. Cuestión crítica por cierto, porque la contaminación genética por la circulación del polen transgénico, como sabemos, está extendida, en la práctica es incontrolable y contribuye al proceso ya dramático de pérdida de la biodiversidad. Vas a las localidades rurales donde están instalados los semilleros transgénicos, de maíz por ejemplo, y ves que ha desaparecido todo el maíz tradicional.

De todas maneras, con el artículo de Semillas Libres tenemos una salvaguarda, bajo la que podremos apelar a que no haya cultivos transgénicos en sus territorios que hagan que se pierdan. Tienes distintos recursos que quedaron en el texto que permiten el día de mañana luchar por profundizaciones en dependencia de las correlaciones de fuerza, dar luchas para disputar estas cuestiones eco-políticas.


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