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29.8.22

¿Qué es la dictadura del proletariado?

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Por Esteban Valenti (*)

Una de las diferencias fundamentales de los seres humanos, del resto de los seres vivos es que nos formulamos preguntas. El concepto de la dictadura del proletariado fue uno de los puntos de definición y diferenciación durante décadas de los partidos comunistas del resto de los partidos políticos del mundo e incluso de los socialistas.

En el Uruguay, la piedra del escándalo, la chispa que encendió la pradera fue una respuesta del entonces secretario general del Partido Comunista de Uruguay, Jaime Pérez en un programa periodístico televisivo, ante la pregunta de cuál era su posición sobre la dictadura del proletariado, contestó que él estaba en contra de cualquier dictadura. Fue enfático.

A partir de allí, se desataron todos los demonios del debate interno en un PCU que había exhibido anteriormente siempre una gran unidad, en particular desde 1955. Es que en realidad Jaime Pérez había puesto en discusión el núcleo mismo de la doctrina de los comunistas en todo el mundo y en particular en el socialismo real y, el PCU durante décadas realizó aportes teóricos importantes y polémicos apoyando el concepto de la dictadura del proletariado, a partir de la obra de Rodney Arismendi, uno de los principales dirigentes y teóricos comunistas de América Latina. Incluso en la Conferencia Internacional de los Partidos Comunistas y Obreros (Moscú, junio de 1969), el tema central de su discurso - prácticamente de cierre, pronunciado por Rodney Arismendi, con una fuerte carga polémica con el eurocomunismo, fue precisamente sobre la dictadura del proletariado. No es un tema solo histórico, sino político e ideológico con una larga y sólida tradición.

El incendió, los debates posteriores que llevaron a que el 95% de los integrantes del Comité Central del PCU se fueran del partido, sin por ello dejar de militar en la izquierda y que hizo implosionar al partido, correspondía perfectamente a la gravedad y profundidad del tema en debate.

La división entre la II Internacional socialista y la III internacional (Comunista), tenía una base fundamental precisamente en el concepto, en la teoría y la práctica de la dictadura del proletariado, de la democracia burguesa y de todas las consecuencias que ello implicaba en la revolución de octubre en Rusia y la creación de la URSS. Nadie podría entender las causas del derrumbe de la Unión Soviética en 1991, luego de 74 años, sin considerar precisamente el régimen de la dictadura del proletariado. Cuando quiso retocarse, actualizarse y abrir las puertas con Mijail Gorbachov y la Perestroika, todo se vino abajo.

Simultáneamente implosionaron todos los países del llamado socialismo real en Europa, Asia central, grandes, pequeños y medianos partidos comunistas en todo el mundo, gobiernos y partidos anticoloniales en África y países gobernados por partidos comunistas en Asia, Laos y Camboya. Todos en la misma oleada.

Sigue existiendo bajo la misma denominación o inspiración original, pero con diferencias muy grandes, China, Viet Nam, Corea del Norte y Cuba. Todos de una manera u otra se siguen llamando al comunismo, aún con políticas económicas y de propiedad de los medios de producción y cambio, muy diferentes. Tienen en común la existencia de un partido único en el gobierno.

La dictadura del proletariado no es una consigna, es la base teórica y conceptual fundamental por la cual se pudieron implantar en la URSS a partir de la disolución de la Asamblea Constituyente en 1918 y de la instalación de una dictadura del partido bolchevique con todas sus consecuencias, inclusive el dominio absoluto de José Stalin, tras sucesivas victorias sobre sus opositores. La lucha por el control de la "verdad" revolucionaria, en el mundo, en la "ciencia", en el partido, en el Estado, en toda la sociedad y apelando para esa suprema tarea "redentora" a todos los métodos, inclusive al terrorismo de estado y de partido, necesita un apoyo doctrinario. No será posible sin el concepto de la dictadura del proletariado, que deformó totalmente las ideas originales, de Marx e incluso de Engels.

¿Cómo se puede entender la extinción del estado durante el socialismo formulada por Engels en el Anti-Dühring, e "interpretada" por Lenin en El estado y la revolución, con una "dictadura proletaria" que desarrolló la mayor máquina estatal de la historia universal, con el mayor aparato burocrático, de vigilancia, de represión y de control de todos los resortes de la vida de una nación como la que se creó en la URSS?

La gran diferencia actual, la más importante de todas, en relación al periodo anterior a la caída del muro de Berlín y a partir de allí del socialismo real y de la crisis de los partidos comunistas, es que hoy nadie, con cierto nivel intelectual y de responsabilidad piensa, sueña que el comunismo se va a construir en algún lugar de la tierra, ni siquiera aquellos que se afirman inspirarse en la teoría y la obra de Carlos Marx y Vladimir Lenin. Por ello se recurre con tanta frecuencia a la utopía, como referencia y como épica. Y es que en realidad ni siquiera se sabe por aproximación que es el comunismo. ¿O alguien cree, por ejemplo, que los dirigentes y el pueblo chino cree que van por el camino al comunismo?

La polémica en torno al concepto de un gobierno revolucionario, luego de octubre de 1917, y sobre todo luego de la disolución de la Asamblea Constituyente en noviembre de 1918, por los bolcheviques que asumen el poder total y absoluto en Rusia, es una polémica muy dura con los comunistas alemanes encabezados por Rosa Luxemburgo y con la socialdemocracia europea.

"... hay que maravillarse de que gentes tan listas como Lenin y Trostky no saquen de eso la conclusión que de los hechos mencionados debería seguirse inmediatamente. Puesto que la Asamblea Constituyente había sido elegida bastante antes del momento de cambio decisivo -la insurrección de Octubre- y en su composición se reflejaba la imagen del pasado superado (...), iba de suyo que lo que tenían que hacer era precisamente liquidar esa (...) Asamblea Constituyente nacida muerta y ¡decretar nuevas elecciones!" Rosa Luxemburgo.

No lo hicieron y nunca más hubo elecciones libres en la URSS y ese fue precisamente el dogma central de esa dictadura del proletariado, difundida por todo el planeta, como saber central del mundo comunista.

Dos citas del libro El Estado y la revolución de Lenin, son suficientes para demostrar que por algo este es el texto más leído, utilizado y distribuido por los partidos comunistas, el corazón de la doctrina.

"Ya hemos dicho más arriba, y demostraremos con mayor detalle en nuestra ulterior exposición, que la doctrina de Marx y Engels sobre el carácter inevitable de la revolución violenta se refiere al Estado burgués. Este no puede sustituirse por el Estado proletario (por la dictadura del proletariado) mediante la "extinción", sino sólo, por regla general, mediante la revolución violenta. El panegírico que dedica Engels a ésta, y que coincide plenamente con reiteradas manifestaciones de Marx (recordaremos el final de "Miseria de la Filosofía" y del "Manifiesto Comunista" con la declaración orgullosa y franca sobre el carácter inevitable de la revolución violenta; recordaremos la crítica del Programa de Gotha, en 1875, cuando ya habían pasado casi treinta años, y en la que Marx fustiga implacablemente el oportunismo de este programa), este panegírico no tiene nada de "apasionamiento", nada de declamatorio, nada de arranque polémico. La necesidad de educar sistemáticamente a las masas en esta, precisamente en esta idea sobre la revolución violenta, es algo básico en toda la doctrina de Marx y Engels. La traición cometida contra su doctrina por las corrientes socialchovinista y kautskiana hoy imperantes se manifiesta con singular relieve en el olvido por unos y otros de esta propaganda, de esta agitación".

"La sustitución del Estado burgués por el Estado proletario es imposible sin una revolución violenta. La supresión del Estado proletario, es decir, la supresión de todo Estado, sólo es posible por medio de un proceso de "extinción".

¿Stalin, que ocupó más de tres décadas del "socialismo real fue solo un accidente del culto a la personalidad"? ¿Stalin, Krushev, Breshnev y sucesores trabajaron por la supresión de todo Estado en la URSS?

Esta lectura de la obra de Marx y de Engels, realizada por Lenin a partir de la polémica de Engels con Eugenio Dühring sobre la extinción del Estado en el socialismo, es la base de la visión sobre la democracia "burguesa", "pequeño burguesa" y otros adjetivos, que caracterizaron buena parte de la ideología y la política de los partidos comunistas en el llano y en el poder.

Siguiendo con nuestra condición humana, preguntemos ¿La democracia burguesa es solo un pasaje, un instrumento, mejor que el poder dictatorial de la burguesía, para la lucha y el avance hacia el socialismo y el comunismo o tiene valores fundamentales en el progreso de la humanidad que debemos defender? ¿Por qué desapareció de los textos y discursos de partidos y movimientos el concepto de la democracia burguesa desde hace décadas y sin ninguna explicación?

Obviamente se la tragó la experiencia histórica, pero fue tarde para el socialismo real y lo destruyó.

¿Los comunistas uruguayos podíamos hablar de "democracia burguesa" en 1985 cuando salimos de la dictadura y reivindicamos nuestro papel en la lucha por esa democracia?

Los avances inéditos del fuerzas de izquierda y progresistas en América Latina, en los años 2000, en diversos países y ahora que se vuelve a repetir esa sucesión de triunfos electorales en México, Bolivia, Chile, Colombia, con grandes posibilidades en Brasil, se produjeron por la voluntad expresada en las urnas y en ningún caso por la violencia. ¿Y esa es la democracia burguesa? ¿Con la construcción, reconquista y avance de la democracia, la izquierda no tiene nada que ver y se la debe entregar la bandera de la democracia en bandeja a la derecha?

¿O es simplemente un descuido teórico y político del que no debemos dar ninguna cuenta?

¿Las dictaduras del proletariado, en todas sus variedades y con todos sus matices, es decir el partido único, el líder único e indiscutible, la eliminación de elecciones libres, de las libertades, de los derechos de organización, de expresión, de opinión y el Estado como elemento monopólico de la economía, de la sociedad, del arte, la cultura, de la educación, hasta de la estética y de la ética no tuvieron nada que ver con la caída del socialismo real y con la crisis en algunos países socialistas?

Además de su impacto en el estancamiento económico, incluso en el retroceso económico y social, no fue igual en todos lados, pero nadie se interna en el frondoso bosque de esas diferencias, de todos los que cayeron estrepitosamente y de los dos que han logrado enormes avances económicos y sociales, como China y Viet Nam y los otros dos en franca decadencia y con niveles de desarrollo totalmente frenados y niveles de vida bajísimos de su población, como Cuba y Corea del norte.

¿En Venezuela, en Nicaragua, hay dictadura del proletariado, socialismo del siglo XXI, o qué? ¿Y la dura persecución contra los comunistas de esos países, que es?

Todas preguntas que requieren más espacio, mas referencias teóricas (sobran y muy importantes y valiosas) y sobre todo audacia para afrontar temas de los que no hay que lavarse las manos.

 

(*) Esteban Valenti. Trabajador del vidrio, cooperativista, militante político, periodista, escritor, director de Bitácora (www.bitacora.com.uy) y Uypress (www.uypress.net), columnista en el portal de información Meer (www.meer.com/es), de Other News (www.other-news.info/noticias). Integrante desde 2005 de La Tertulia de los jueves, En Perspectiva (www.enperspectiva.net). Uruguay


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