30.5.22
¿Quién va a pagar los daños de la destrucción causada por la guerra de Putin?
Por Pancho Pardi (*)
No hay más que una pregunta: ¿quién va a pagar todo esto? El presidente francés Emmanuel Macron ha vuelto a poner de relieve el significado estratégico de la humillación: según él, todos los pasos político-diplomáticos para detener la guerra y abrir negociaciones sólo serán efectivos si se puede evitar el escenario de una humillaci&
Hay cierta sabiduría en esta forma de ver el escenario de la guerra y sus posibles soluciones, pero se hará necesario mucho más que esto para llegar a un acuerdo sobre los términos de una negociación. Esto es, siempre y cuando no prefiera Putin, en primer lugar, una guerra prolongada. Sin embargo, en algún momento habrá que abordar de frente la cuestión de las reparaciones de guerra.
Sobre la cuestión de la responsabilidad global por haber llegado a este conflicto, pueden seguir discutiendo largo y tendido quienes lo deseen. Sin embargo, sólo el ejército ruso es responsable directo de la destrucción en Ucrania de aeropuertos, ferrocarriles, infraestructuras vitales, hospitales, escuelas, industrias, puertos, depósitos de combustible y alimentos y centros comerciales. Sólo el ejército ruso ha arrasado varios centros urbanos y de producción, ha infligido enormes daños a ciudades y pueblos, ha destruido barrios residenciales y aldeas.
El ejército ruso ha dejado inhabitable una parte importante del territorio ucraniano. Ha impedido la agricultura activa en amplias zonas y ha bloqueado la exportación de cereales, con graves repercusiones que han llevado al hambre a los países pobres. Parece haber hecho caer recientemente una lluvia de misiles sobre los almacenes de maíz destinados a países del exterior. Y de este recuento meramente económico queda fuera el peso de las muertes causadas, las masacres perpetradas, las torturas infligidas a los prisioneros, el secuestro de menores enviados al Lejano Oriente, el éxodo forzado de millones de mujeres con hijos. Ese es un capítulo totalmente diferente, que habrá que considerar por separado con su propia lógica.
Esta pregunta siempre necesitará una respuesta: ¿quién pagará todo esto? ¿Debemos esperar a que algún tercero inteligente proponga que, para no humillar a Putin, se le permitan algunas ganancias territoriales y no se le obligue a pagar reparaciones por los daños causados por su ejército? Si se llegara a la paz con estas premisas, ¿qué tipo de paz sería? ¿Debería Ucrania, herida y despoblada, contentarse con el mero hecho de dejar de ser bombardeada? ¿Debe aceptar una disminución de su integridad territorial y, además, depender únicamente de la ayuda internacional para reconstruir sus tierras destruidas? ¿Debe humillarse a Ucrania para no humillar a la Rusia de Putin?
(*) Pancho [Francesco] Pardi es miembro del Senado italiano por el partido Italia dei Valori, participó en el movimiento estudiantil de los años 70 y en Potere Operaio, fue profesor universitario de urbanismo y estudios territoriales hasta su jubilación, y ha sido promotor de innumerables iniciativas cívicas.
Fuente: il manifesto global, 19/05/2022
Traducción: Lucas Antón
