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21.3.22

Tic – Toc, el referéndum

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Por Esteban Valenti (*)

Faltan 5 días para que todos los uruguayos y uruguayas vayamos a las urnas. ¿Qué se puede agregar a todo lo que se ha dicho en esta intensa campaña de debates, protagonismo ciudadano, propaganda y publicidad? Lo que está absolutamente claro es que con las dos alternativas abiertas y posibles, todos estarán dando el último esfuerzo, con cabeza y corazón.

Y con la importancia que los uruguayos le damos a todos los instantes finales, el envión será fundamental.

Mañana se emitirá la cadena oficial de radio y televisión por el SÍ. Hay mucha expectativa. Por primera vez desde que se utiliza este mecanismo, que antes era habilitado por ANDEBU, el Presidente cambió radicalmente las reglas. Rompió algo que es fundamental, la igualdad de condiciones.

A mí ni siquiera me interesa mucho lo que muchos juristas y mucha gente ha dicho que el Presidente viola el artículo 77 (*) de la Constitución que le impide participar en actividades político-electorales y notoriamente el referéndum tiene ese carácter. Asumamos que está con un pie afuera de la Constitución y algún dedo del otro pie también. Allá él.

Lo que muestra son dos cosas, bastante desesperación por defender los 135 artículos poniendo su cargo directamente al servicio de ese objetivo, cuando es el presidente de todos los uruguayos, lo segundo es que poca confianza le tiene a sus compañeros políticos en materia de comunicación.

Lo que ya es el colmo es que además de utilizar en directo el mismo tiempo que utiliza el SÍ en la cadena, además convocara a una conferencia de prensa. Ventajismo al por mayor.

Nadie podrá decir que el Presidente de la República ha sido parco en palabras en los últimos tiempos, ni nunca. Discurso en el Parlamento, reportajes maratónicos, declaraciones delante de periodistas, incluso cuando va a inaugurar no una obra (hay tan pocas) sino la piedra inicial del aeropuerto de Carmelo y otras. Todos los días ocupa nuestras pantallas y nuestros receptores y portales con su locuacidad.

Es buena, es entradora, pero ya es mucha, demasiada. Es cierto que hablar es también gobernar, pero cuando las palabras se substituyen a los hechos de una manera tan evidente comienza a limarse la luna de miel y la paciencia.

Como yo considero que la política no debe ser descriptiva, sino que su principal valor es ser prospectiva, es decir, arriesgarse opinando hacia dónde vamos, me arriesgo: poco después del referéndum e independiente de su resultado, vamos hacia cambios en el gabinete y el fin de la luna de miel, tan generosamente pintada por muchas empresas de opinión pública.

¿Por qué se deben esperar estos cambios? En el gabinete porque la inseguridad crece día a día y el fracaso del Ministro del Interior también se percibe en los cambios en los mandos policiales pero sobre todo en la clara sensación térmica ardiente de la gente de que volvimos a un crecimiento de los delitos y en particular de los más graves. Ya no queda otra cosa que cambiar que el ministro.

Segundo, gane quien gane, la realidad económica y social está explotando y va a seguir haciéndolo en cadena con un detallecito: la inflación ya se comió los magros aumentos salariales y jubilatorios y a partir de ahora todo es peor, más caro, más lejos el fin del mes, mas impagables las boletas y se terminaron los restos de los restos de aguinaldos y salarios vacacionales. Quedan 9 largos meses hasta fin de año. Y en este panorama los ingresos fijos seguirán siendo para el gobierno y algunos empresarios, la variable de ajuste. No es por maldad, es por mentalidad. Es el mercado por encima de todo.

Además, se termina la pandemia y la vacunación para explicarlo todo. Esperemos, porque implicará la fase ultra final de la pandemia. Y este gobierno se ha especializado en atrincherarse detrás de la pandemia, de la guerra, de cualquier cosa que no sea su propia responsabilidad y las consecuencias de su política. Recuerden, en abril, a lo sumo en mayo, se termina la luna de miel.

Voy a cometer una herejía, incluso no es claro qué le conviene al gobierno, si ganar o perder en el referéndum. Porque si pierde, se pasará los próximos casi tres años, hasta el final de su mandato quejándose de que le faltan los 135 artículos y justificándolo todo por ese motivo principal.

También podría tener un arrebato de lucidez no oratoria, sino concreta y material y asumir que los grandes problemas nacionales, los verdaderamente urgentes problemas que afronta el país, necesitan grandes consensos, no solo del Estado, sino mucho más amplios, al menos en la discusión.

El gobierno gobernando, pero también convocando a los parlamentarios, intendentes, al partido de la oposición, a los sindicatos que han tenido una actitud absolutamente constructiva y responsable (mirar hacia los alrededores e incluso Europa, EE.UU y Canadá), la academia, los profesionales destacados que tenemos en las diversas materias, por ejemplo en el tema portuario..., los empresarios, naturalmente, la sociedad civil en relación a materias específicas.

Lo puede hacer, no será fácil, sobre todo porque el Presidente con solo el 27% de los votos propios en la primera vuelta electoral, se ha colocado en un olimpo por encima de sus propios socios de la coalición.

Allí está la otra clave. La coalición formada en el gobierno de Jorge Batlle en el año 2000 en medio de la peor crisis nacional y regional que se recuerde, duró algo más que dos años, cuando el Partido Nacional resolvió ocupar el lugar que históricamente había tenido el Partido Colorado y dejó a Batlle con una gigantesca papa ardiente y sin mayorías parlamentarias. La movida le salió bien, el histórico Partido Colorado se fue riverizando y cayó en un profundo pozo electoral en el que desciende cada elección un poco más.

¿Cuándo se termine el huracán de cola de los precios internacionales y para la mayoría de la sociedad y del empresariado venga el huracán de frente y la luna de miel sea un vago recuerdo, que harán los colorados y Cabildo Abierto?

Todos declararán con cara de próceres que las elecciones están lejos, pero...

En medio de esos vientos políticos estaremos los hombres, mujeres y niños para los cuales tres años son un largo periodo de nuestras vidas, y nuestros tiempos no coinciden con los malabarismos políticos, necesitamos cosas concretas, comestibles, bebibles, vestibles, habitables, divertibles, transportables, iluminadas, comunicadas, vacacionables, para ser un mínimo de exigentes. Y lo que no necesitamos es que los malos vientos contribuyan a que la renta y el patrimonio se sigan distribuyendo cada día peor.

Para que AEBU no nos informe el año que viene que las cuentas corrientes con más de cien mil dólares crecieron generosamente en el sistema bancario nacional y por otro lado nos informe de otras fuentes, que los depósitos de uruguayos en el exterior también crecieron imparables. En este caso los montos son todavía mayores y difícilmente la clase media, media baja y los sectores populares utilicen estos servicios financieros.

La promesa seguirá siendo que de allí vendrán las inversiones privadas, pero desde hace muchos años que las inversiones productivas vienen sobre todo del exterior, en casi todos los sectores de la actividad. La vocación inversora del Estado ya ha demostrado su poco vuelo en estos dos años e incluso en las promesas hacia el futuro, así que para cumplir rigurosamente con la macro economía, la ciencia de las ciencias, y para controlar el déficit fiscal, aunque la deuda pública bruta haya subido imparable en estos dos últimos años y alcanzado el 73.4% del PBI, cuando a finales del 2019 era del 60.8%. Números y no relatos. Un crecimiento en solo dos años del 20.7%.

El reloj seguirá su curso inexorable, las urnas nos aguardan y el país nuevamente hará uso del principal derecho cívico conquistado por los seres humanos: el voto secreto. En este caso, en un referéndum legislativo.

(*) Artículo 77 inciso 5°) El Presidente de la República y los miembros de la Corte Electoral no podrán formar parte de comisiones o clubes políticos, ni actuar en los organismos directivos de los partidos, ni intervenir en ninguna forma en la propaganda política de carácter electoral.

 

(*) Esteban Valenti. Trabajador del vidrio, cooperativista, militante político, periodista, escritor, director de Bitácora (www.bitacora.com.uy) y Uypress (www.uypress.net), columnista de Wall Street Internacional Magazine (www.wsimag.com/es), de Other News (www.other-news.info/noticias). Integrante desde 2005 de La Tertulia de los jueves, En Perspectiva (www.enperspectiva.net). Uruguay


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