13.12.21
Brasil: Federaciones partidarias, un desafío para la izquierda
Por Raul Pont (*)
La institucionalización de la federación trae una novedad positiva y un desafía a los partidos brasileños, principalmente en el campo de la izquierda.
La aprobación de la Ley de Federaciones de Partidos fue un punto inesperado de la última reforma del sistema electoral. Diseñada para empeorar las reglas, la reforma no alcanzó votos para retroceder a coaliciones electorales proporcionales o al desafortunado "distrito", que provocaría el fin de los partidos y la democracia e instalaría el reinado del poder económico y el personalismo en la política brasileña.
Vigente y en proceso de reglamentación por parte del TSE (Tribunal Supremo Electoral) el instituto de la Federación trae una novedad positiva y un desafío a los partidos brasileños, especialmente en el campo de la izquierda, donde la cuestión de la coherencia, la verdadera identidad de programa y objetivos comunes pauta la posibilidad de acción conjunta.
La nueva ley es inédita y desafiante en un país con más de 40 siglas con representación parlamentaria o en una organización que ya pueda competir.
Al exigir, para constituir una Federación dos o más partidos, (a) de carácter nacional sin pérdida de soberanía propia de cada participante, (b) programa común, (c) unidad mínima por cuatro años, (d) listas unitarias y líderes únicos de los escaños electos, (e) suma de votos individuales y de listas para la composición de la proporcionalidad, la ley plantea un desafío histórico a los partidos que pretenden representar a los trabajadores, al pueblo oprimido y luchar por una sociedad socialista.
La lucha histórica y estratégica de los socialistas fue y sigue siendo la búsqueda de la unidad para enfrentar al enemigo común, el capitalismo y las fuerzas que lo apoyan.
Desde un punto de vista coyuntural y electoral, la posición también se justifica. En las elecciones de 2020, la suma de votos de los campos de izquierda y centro izquierda alcanzó solo 20 millones de votos (PT, PSOL, PC do B, PSB y PDT) en un universo de 150 millones de votantes. La fragmentación partidaria actual dificulta cualquier gobierno. La formación de bloques más cohesivos y programáticos también servirá para darle más gobernabilidad y legitimidad al gobierno electo en 2022.
La búsqueda de la unidad, de la suma útil de todos los votos en las leyendas y candidatos, no solo suma, sino que tiene el potencial de multiplicarse y atraer votantes simpatizantes identificados por el efecto demostrativo de la unidad. En este sentido, cabe recordar que la cláusula de desempeño creada en 2017, ahora en 2022 para la Cámara Federal, será el 2% del colegio electoral.
El ejemplo concreto de esta capacidad potencial es la manifestación permanente de los miles que han marchado con nosotros en las grandes jornadas nacionales de lucha, con frentes sociales y centrales sindicales, y que reclaman la unidad de nuestras fuerzas en la disputa política.
La historia del partido en Brasil no nos favorece con experiencias exitosas en este sentido y no ignoramos que el sistema de dos vueltas ayuda más a la fragmentación que a la unidad, así como la importancia de las candidaturas propias para el fortalecimiento del partido. Aun así, pensamos que estos elementos deben ser tomados en cuenta de cara al momento crucial que vivimos, donde el enemigo común sin duda reclama la unidad del campo democrático, popular y socialista.
En este sentido, es positiva la reciente decisión tomada por el PT de Rio Grande do Sul. Su Dirección Estatal, reunida el 25 de noviembre, aprobó una resolución que toma la iniciativa e invita a los partidos de los campos popular y socialista a una mesa de diálogo para debatir la nueva situación creada con la posibilidad de una Federación de partidos.
La nueva ley desafía a partidos con mayor identidad programática y que buscan coherencia y un mayor compromiso en las alianzas políticas para gobernar. Un paso importante hacia la profunda reforma política que Brasil necesita para fortalecer su frágil experiencia democrática.
(*) Raul Pont, profesor y ex alcalde de Porto Alegre, es uno de los fundadores del PT.
Fuente: Crónicas do Sul, 27 de noviembre 2021
Traducción: Carlos Abel Suárez
