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18.10.21

En defensa de Mimmo Lucano. Dossier

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Por Autores Varios (*)

Gaetano Lamanna

Tratado como un delincuente. Antes del juicio, hubo de sufrir una orden de alejamiento de Riace. No podía volver a su pueblo ni siquiera para visitar a su padre, viejo y enfermo.

Se le consideraba peor que un mafioso. Pero resulta que Mimmo Lucano no es un mafioso, sino un ciudadano honesto, bueno y generoso. Una cabeza dura, como tantas en Calabria. Nos encontramos ante una flagrante contradicción entre el Derecho y la justicia. La ley no siempre está de acuerdo con la justicia. A menudo, para hacer o tener justicia, hay que cambiar una ley. Esto se ha hecho muchas veces. Pero es un proceso largo y laborioso. A veces hacen falta batallas, movimientos, peticiones populares, referendos, antes de que el Parlamento se decida a cambiar una ley injusta o a promover derechos.

Este fue el caso del Estatuto de los Trabajadores. Lo mismo ocurrió con el iussoli. Lo mismo ocurrió con los delitos de honor, el aborto, el divorcio, y tantos otros ejemplos que podrían darse. El Derecho, que es la base de la Ley, evoluciona, sigue la historia y se actualiza sobre la base de las transformaciones históricas y políticas. En la época griega y romana, la esclavitud no era ilegal. En la Edad Media, los privilegios feudales y la servidumbre de la gleba eran legales. El derecho no es neutral.

La mayoría de las veces se limita a codificar normas, convenciones, costumbres, ya en uso. Transforma en ley el statu quo. Por lo general, toma nota de las relaciones de poder. Con la Revolución Francesa, la naciente burguesía derriba el viejo mundo feudal, moldeado a la medida de la aristocracia, ceñido por limitaciones, privilegios y normas que impedían la acumulación de capital, el libre mercado y el desarrollo industrial. En tiempos más recientes, durante los gobiernos de Berlusconi también hemos visto leyes ad personam, delitos rebajados o desaparecidos del código de un día para otro.

El Derecho, por tanto, siempre se ha configurado en función de los intereses de la(s) clase(s) en el poder. La historia es eso. Fuera de la historia y del sentido común están los jueces de Locri. Para hacer funcionar el modelo de Riace, un modelo de acogida e inclusión estudiado en todo el mundo, Mimmo Lucano tuvo que infringir leyes antiguas e inadecuadas. Como aquella que, por ejemplo, no da derecho a los niños que nacen y estudian en Italia a conseguir la ciudadanía. O la que niega vivienda social, derecho de alojamiento a los inmigrantes legales que llevan menos de 10 años residiendo en Italia. Mimmo Lucano se ha inventado el trabajo y ha puesto en marcha una economía asfixiada.

Y para levar esto a cabo, ha tenido que inventarse incluso una moneda alternativa. Una forma que permitiera a los recién llegados vestirse y comer hasta que el Ministerio del Interior, dirigido entonces por Marco Minniti (y más tarde por Salvini), se dignase transferir algo de dinero para pagar a los proveedores. En Riace, las casas, los talleres y las tiendas habían reabierto sus puertas. El pueblo se había repoblado, volviendo a una nueva vida, a diferencia de tantos pueblos muertos de Calabria.

A los cocodrilos que lloran por los pueblos abandonados, el alcalde de Riace les ha mostrado un camino concreto para renacer.

Una alternativa a la despoblación y al abandono de los pueblos. Tras la ruptura del latifundio y la reforma agraria, Calabria entró en la modernidad pagando un precio altísimo en términos de emigración. Proporcionó mano de obra barata para el desarrollo industrial del Norte y de Europa. Destruyó un floreciente artesanado que no pudo resistir el impacto del mercado de productos industriales. Incluso muchas personas que se habían beneficiado de la reforma agraria abandonaron el campo debido a la falta de apoyo público, dirigido sobre todo a facilitar la construcción y las actividades comerciales, así como los puestos de trabajo en la administración pública.

Calabria se convierte en una tierra de consumo. Se desarrolla una economía dependiente y funcional al crecimiento económico de las regiones del centro-norte. Con una clase política atenta sólo a interceptar el flujo del gasto público y a gestionar negocios y criminalidad. En este contexto, no hay lugar para la Calabria de los pueblos, para las comunidades rurales, de colinas y de montaña.

Mimmo Lucano nos ha permitido vislumbrar (en una pequeña realidad) una alternativa posible, una forma innovadora y solidaria de hacer renacer nuestros pueblos. Se ha topado con lo obtuso de la burocracia y de los políticos que sólo están interesados en su propio beneficio personal. Mientras tanto, Marco Minniti, después de haber recibido todo (y más) de su partido, se ha sentado en el cómodo tren de la Fundación Leonardo. Mimmo, en cambio, ha tenido que vérselas con magistrados que, en lugar de perseguir la ilegalidad de la mafia, dirigieron sus reflectores sobre sus delitos. Cometidos con la convicción de hacer el bien. Era la única manera de salvar vidas, de hacer que la integración real saliera adelante, de desbloquear situaciones enredadas en los meandros de la burocracia y o retrasadas por leyes inadecuadas.

Mimmo Lucano es un "forajido", actuó en disconformidad con leyes injustas o equivocadas que no le permitían actuar en favor de los inmigrantes y los habitantes de Riace. Desde luego, no es un ladrón ni un delincuente, como hay muchos, hasta de chaqueta cruzada. Esta condena es una vergüenza. Una grave injusticia. Quienes no aceptan la injusticia y luchan por el cambio no tiene otra que ponerse de su lado, demostrando que no está solo y aislado, sino que es un punto de referencia. La votación del 3 y 4 de octubre [elecciones municipales en Italia] es la ocasión. Es la manera de manifestarle, y no sólo con palabras, solidaridad.

 

(*) Gaetano Lamanna, exdirigente del PCI y de la CGIL (principal sindicato italiano) en Calabria, es autor de "Malapolitica. Le radici del caso Calabria" (Ediesse, 2010), un ensayo sobre las raíces del atraso de la región en la que se encuentra Riace.

ilmanifesto, 4 de octubre de 2021

Mimmo Lucano es culpable de un crimen muy atroz: humanidad

Tonino Perna

La decisión del Tribunal de Locri, que ha condenado a Mimmo Lucano a 13 años y dos meses de prisión, nos deja atónitos, indignados e incrédulos. La parte de nuestro país que todavía cree en la democracia y en la administración de una justicia justa se encuentra conmocionada.

Si la petición del fiscal de una pena de 7 años de prisión ya parecía una monstruosidad, con esta sentencia, el juez casi ha duplicado esa cifra, rebasando cualquier justificación legal posible.

Conozco a Mimmo Lucano desde el otoño de 1998, cuando llegó a Badolato, donde el CRIC [Centro Regional de Intervención para la Cooperación (una ONG muy activa en esa época) había creado el primer proyecto de acogida de inmigrantes, con el objetivo de revitalizar un antiguo pueblo abandonado.

Mimmo, con la sencillez y espontaneidad que siempre le han caracterizado, nos dijo que quería hacer lo mismo en su Riace: "¿Me echáis una mano?". Así nació el proyecto de Riace, gracias a un importante préstamo de Banca Etica y, sobre todo, a la solidaridad de decenas de asociaciones italianas y extranjeras, empezando por la comunidad anarquista de Longo Mai, que, además de contribuir con fondos, organizó un flujo de cientos de turistas solidarios.

Sin olvidar a Recosol, la red de Municipios Solidarios que durante casi veinte años ha apoyado este proyecto de muchas maneras, de modo que se convirtiera en un proyecto colectivo.

Mimmo Lucano representa su encarnación, ya que le ha dedicado toda su vida adulta, hasta el punto de renunciar a su propia familia para ocuparse de la acogida de inmigrantes. Acabar con él significa acabar con el modelo de Riace, conocido en todo el mundo como un símbolo concreto y un vehículo formidable para otra imagen de Calabria y de Italia, capaz de demostrar que existe una alternativa real a los barrios de chabolas, a los guetos y a las políticas de rechazo de seres humanos que sólo piden poder vivir con dignidad.

Y más aún: el modelo Riace, que ha sido afortunadamente retomado por varios municipios de Calabria y de otras regiones, ha sido y sigue siendo la vía principal para la recuperación de zonas interiores abandonadas y degradadas, al ofrecer una respuesta eficaz a los riesgos medioambientales de desprendimientos, corrimientos de tierra, inundaciones, provocados en gran medida por el dramático y progresivo abandono de vastos territorios valiosos para el futuro sostenible del país.

¿Y qué ha hecho tan mal Lucano como para que se considere que merece una condena del tipo de las que se infligen a asesinos empedernidos, mafiosos, narcotraficantes internacionales, violadores en serie, terroristas? El ex alcalde de Riace está acusado de ayuda y complicidad con la inmigración ilegal porque aconsejó a una mujer inmigrante, desesperada porque estaba a punto de ser expulsada y devuelta a su país de origen, que se casara con un anciano.

¿Quién de nosotros no se hubiera inclinado a sugerir tal cosa como último recurso en esas circunstancias? Y en cualquier caso, si es un delito oficiar un matrimonio entre una joven inmigrante y un anciano italiano, anulemos entonces miles de matrimonios y arrestémoslos a todos.

La otra grave e increíble acusación de la que se le acusa es la de clientelismo con fines electorales, fraude, malversación y abuso de funciones, pero nunca se ha encontrado un solo euro ilícito en sus bolsillos, ni hay pruebas de que se haya apropiado de dinero público de ninguna manera.

La verdad -una verdad incómoda, muy incómoda- sólo puede ser que Lucano está acusado de "crímenes de humanidad", por haber acogido a decenas de miles de inmigrantes, que la Prefectura le envió como último recurso. Por haber intentado conseguirles un trabajo digno, por haber reactivado un territorio totalmente abandonado, Lucano se ha convertido, al parecer, en uno de los delincuentes más peligrosos que existen.

Es cierto que sus carencias administrativas y su desconocimiento de las normas burocráticas le han llevado a cometer errores administrativos; sin embargo, no hay malicia, apropiación de dinero, sobornos o conspiraciones criminales, sino sólo ingenuidad, ligereza y, si se quiere, los atajos típicos de quienes no soportan las limitaciones de nuestra engorrosa burocracia.

Con esta sentencia, el Tribunal de Locri ha añadido, de hecho si no de derecho, el "crimen de lesa humanidad" al panorama jurídico de nuestro país, creando un precedente inquietante. Es una señal más que nos muestra la profunda crisis que atraviesa nuestro poder judicial, y por tanto nuestras instituciones democráticas. Tomemos nota de ello, y no nos rindamos, porque no queremos acabar en el país de Erdogan.

Bajo el lema de salvar nuestra democracia y nuestra sociedad, el viernes se celebró una manifestación en Riace en apoyo de Lucano. Por supuesto, no nos detendremos aquí, y contamos con el hecho de que esta sentencia increíblemente injusta será anulada en la apelación.

Tonino Perna, economista, sociólogo y político, es actualmente teniente de alcalde de la ciudad de Reggio Calabria. Autor de ensayos, novelas y obras de teatro, profesor emérito de Sociología Económica en la Universidad de Mesina, es editorialista de diarios como "ilmanifesto" o "IlQuotidiano del Sud". Ha sido presidente y director del CRIC (Centro Regional de Intervención para la Cooperación) y del Parque Nacional de Aspromonte, donde desarrolló un sistema antiincendios que es referencia en toda Europa. Entre sus iniciativas se cuentan la primera moneda local que tuvo curso en Italia, el "Ecoaspromonte", así como el parque lúdico-tecnológico ambiental Ecolandia, inspirado en los mitos de la Magna Grecia, y el parque literario Horcynus Orca.

ilmanifesto global, 3 de octubre de 2021

Mimmo Lucano: conmoción y angustia por una condena a 13 años de prisión

Silvio Messinetti, Claudio Dionesalvi

Lucano recibió el amargo trago al final de una mañana interminable. A las 11:48 horas, el presidente de la sala judicial del Tribunal de Locri, FulvioAccurso, después de 75 horas de deliberaciones en la sala del consejo, pronunció la esperada sentencia. Para todos fue una conmoción. Mimmo Lucano fue condenado a 13 años y dos meses de prisión. Los jueces le declararon culpable de asociación delictiva con fines de ayuda y complicidad con la inmigración ilegal, estafa, malversación, falsificación de documentos y abuso de funciones, con la circunstancia agravante de reincidencia.

Fue absuelto de los demás cargos que se le imputaban, pues de lo contrario la condena habría sido aún mayor. También se le condenó a devolver 500.000 euros de la financiación recibida de la Unión Europea y del gobierno. Además, se le prohibió ejercer cargos públicos durante cinco años. El tribunal también condenó al socio de Lucano, LemlemTesfahun, a cuatro años y diez meses.

El tribunal aumentó en seis años la pena solicitada por la fiscalía. El ex-alcalde de Riace había sido detenido y puesto bajo arresto domiciliario el 2 de octubre de 2018, como parte de la "Operación Xenia" coordinada por la fiscalía de Locri. Los fiscales, en su solicitud de medidas cautelares de 1.200 páginas, calificaron a Lucano de alcalde "sin ley" por haber "favorecido los matrimonios de conveniencia" entre ciudadanos de Riace y mujeres extranjeras y por haber permitido que dos cooperativas que no se ajustaban a los requisitos realizaran el servicio de recogida de residuos urbanos. Inmediatamente después de la lectura de la sentencia, el ambiente del tribunal se volvió aún más callado y surrealista.

Ya en la tarde del miércoles, quedó prohibido el acceso el barrio que rodea el tribunal. Se estableció una zona sellada y sólo se permitió entrar a la sala a los profesionales del derecho. Se reservó una sala especial para los medios de comunicación. "Es un momento difícil. Esperaba una absolución amplia. No esperaba esta sentencia. Ni siquiera a los mafiosos los tratan así", declaró airadamente Lucano fuera de la sala.

Llevaba su característico polo oscuro, cara de resignación y apariencia de desconsuelo. Cámaras y micrófonos le esperaban fuera. Habló dando rodeos, visiblemente emocionado: "No tengo nada, mi mujer hace trabajos de poca monta, limpiando casas de gente. Me puse del lado de los humildes, me imaginé que participaba en la redención de mi tierra. Pero hoy todo termina para mí. Esto ha sido muy grave. No sé si se infligen castigos similares siquiera para los crímenes de la mafia. Es un momento difícil para mí, no sé lo que voy a hacer".

El ex alcalde de Riace dio luego las gracias a todos sus abogados, en primer lugar a Antonio Mazzone, fallecido a finales del año pasado: "No tenía dinero para pagarles, tuvieron que designarme un abogado de oficio. No podía pagar a los abogados, y se lo debo todo a ellos. Hoy puedo decirlo, no estoy fingiendo, estoy diciendo cosas verdaderas. Mucha gente me ha apoyado, hasta algunos magistrados se han solidarizado por un caso sin precedentes. Y este es hoy el triste resultado".

El mundo calabrés es un mundo patas arriba. En una tierra en la que algunos destacados personajes de la política y de las instituciones lo han acaparado todo para ellos, en la que ya no hay derecho al agua, a la eliminación de residuos, a la depuración, a la sanidad pública y a la atención personal, al trabajo, a las infraestructuras, a la financiación del desarrollo, a la atención a los débiles y a la educación, con una emigración galopante de las generaciones más jóvenes, es un espectáculo grotesco ver que, en el plano judicial, el problema es, al parecer, Lucano.

Estamos a la espera de conocer las motivaciones de la sentencia; sin embargo, hay un aspecto que salta a la vista. Los jueces de Locri no han tenido en cuenta los pronunciamientos escandalosamente contradictorios de varios jueces anteriores, de los tribunales de revisión y de casación en primer lugar. Ciertamente, Lucano nunca ha negado los hechos, no ha pedido un trato especial, no ha intentado eludir el proceso. Podría haberlo hecho presentándose a las elecciones europeas y reclamando inmunidad parlamentaria, pero decidió no hacerlo.

Y desde el jueves por la tarde, está de nuevo en Riace junto a sus fieles compañeros, todos en apuros. Con él están también su hija, sus amigos, sus compañeros de toda la vida y los candidatos de la lista "Otra Calabria es posible" para las elecciones regionales. Es inevitable que esta sentencia tenga un impacto en las elecciones, pero al mismo tiempo es difícil predecir cuál será.

Debido a la Ley Severino, Lucano será suspendido de su cargo aunque resulte elegido. El mitin de cierre de la campaña electoral estaba previsto para el viernes, pero se canceló y se transformó en una manifestación de solidaridad. Porque el modelo de Riace ha sido juzgado y condenado, pero sigue siendo imparable.

Silvio Messinetti y Claudio Dionesalvi son periodistas calabreses del diario "ilmanifesto", y autores del libro "Al di làdella mala. Quando la ´ndranghettac´entra poco o niente". Dionesalvi ha publicado otros títulos como "Scrittiultrá", "Come nasce una mafia" o "Fino all´ultima cabina. Viveresenzatelefonino" y mantiene la bitácora inviatodanessuno.it.

 

AAVV 

Fuente: IlManifesto

Traducción: Lucas Antón


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