18.10.21

Italia: Ganar perdiendo votos, perder creciendo un poco

Por Andrea Fabozzi (*)

La ilusión óptica del triunfo del centro-izquierda (como, a la espera de inventar un nuevo nombre, seguimos llamando al PD más sus satélites con o sin los Cinco Estrellas) desaparece cuando aparecen los votos absolutos.

Porque si es cierto que en las elecciones con sistemas mayoritarios a una o dos vueltas lo que importa es llegar antes que los adversarios, también es cierto que antes de gritar en el cambio de fase, o en el "colapso de los soberanistas", siempre es mejor hacer cuentas con los votos reales, y no con los porcentajes. Porque cuando la abstención crece como ha sucedido esta vez, también se puede ganar retrocediendo. Lo cual puede consolar, pero no debería tranquilizarnos para el futuro.

Para entender mejor cómo han ido las elecciones municipales del domingo y el lunes, ahora que se dispone de los votos absolutos, hemos tomado como muestra los diez primeros municipios por tamaño entre los que acudieron a las urnas. Son por orden, Roma, Milán, Nápoles, Turín, Bolonia, Trieste, Rávena, Rímini, Salerno y Latina; en conjunto, 5,8 millones de votantes de un total de 12,1, es decir, el 48% de todos los llamados a las urnas. Hemos comparado los votos recogidos hoy por cinco partidos -PD, Fratellid'Italia, Liga, M5E y Forza Italia- en estos municipios respecto a las elecciones de hace cinco años. En algunos casos no ha sido posible hacer una comparación completa: hace cinco años, las Cinco Estrellas sólo estaban presentes en Roma, Milán, Nápoles, Turín, Bolonia y Trieste; el PD no existía (y sigue sin existir, ya que está De Luca al mando) en Salerno y la Liga no existía en Nápoles, Salerno y Latina.

Con los votos absolutos queda claro por qué con una baja participación -en nuestras ciudades fue a votar uno de cada dos votantes - se gana con porcentajes, aunque se pierda en números. El PD, generalmente reconocido como ganador, ha perdido en las nueve mayores ciudades italianas (Salerno, como se ha dicho, hemos tenido que excluirlo) más de 123.000 votos entre 2016 y 2021, es decir, casi el 20% de los 628.000 y más que tenía en la misma muestra hace cinco años. Por el contrario, Fratellid'Italia (diez ciudades de diez) creció en 147.000 votos, es decir, casi el 82%. Pero la Liga, la gran perdedora, también creció, ganando casi 22.000 votos, el 14,8%. Es una cifra que los analistas, en general, y Enrico Letta en particular no deberían pasar por alto de cara a las próximas elecciones políticas. Y tal vez incluso las votaciones en Roma, Turín y Trieste, donde, como sabemos, incluso los que se abstuvieron en la primera vuelta pueden decidirse a votar. En el centro-derecha, la gran hemorragia de votos, como era de esperar, es la que ha sufrido Forza Italia, que en cinco años en las diez ciudades de la muestra ha perdido más de 106.000 votos de la lista, es decir, más del 45% de su base de 2016. Pero el abismo más profundo lo han cavado los 5 Estrellas, que han pasado (en las seis primeras ciudades) de 698.000 votos a 187.000, lo que supone un menos 73%.

Al acercar la vista a los datos de las tres primeras ciudades, se descubre que el Partido Democrático ha perdido muchos votos en Roma (38.000, es decir, un 18%, ante una abstención que ha crecido un 8,2%), muchos también en Nápoles (3.800, es decir, un menos 8,8% frente a una abstención que ha crecido un 6,9%) pero ha ganado votos en Milán, donde ha interceptado la corriente ascendente de Sala (más 6.200 votos, es decir, más del 4,2%, a pesar de una abstención del 6,9%). El 5 Estrellas ha perdido perdido mucho, más del 70% de los votos de hace cinco años, tanto en Roma como en Milán, y ha perdido mucho menos, el 12,5%, en Nápoles, donde se presentó en coalición con el PD. Fratellid'Italia ha explotado, duplicando y triplicando sus votos tanto en Milán como en Nápoles, mientras que en Roma ha crecido mucho menos, apenas 31.000 votos más. Casi los mismos votos, 29.000, que ha ganado también la Liga en la capital y en este caso el crecimiento de Salvini, que partía de una base mucho menor que la de su aliada-rival, es incluso del 90%. No está mal para un derrotado.

Otra serie de consideraciones puede referirse, en cambio, al abstencionismo. Un análisis del Instituto Cattaneo confirma la primera impresión de ayer: la participación se ha desplomado, especialmente en los grandes centros. Y, según Cattaneo, más en las ciudades del norte que en las del sur. Se puede añadir, sin hacer, sin embargo, demasiadas generalizaciones, que tiende a ser más en las periferias que en los centros históricos. Algunos ejemplos.

En Roma, el distrito con menor participación, un 42,82% respecto al 48,76% de media ciudadana, ha sido el sexto, el extremo oriental de la periferia, uno de los dos únicos municipios (el otro es Ostia) donde Raggi obtuvo mejores resultados que Gualtieri. En la capital, el distrito con mayor participación (56,52%) fue el segundo, Parioli, el único en el que el candidato a alcalde más votado ha sido Calenda. En Nápoles, los dos distritos con mayor participación ciudadana fueron los distritos centrales y burgueses del Vomero y de ChiaiaPosillipo, mientras que los dos con menor participación fueron los periféricos de Miano y Barra San Giovanni. Este último es un barrio históricamente rojo, donde el PD alcanzó su mayor porcentaje y el M5E el segundo más alto de la ciudad. En Turín, las circunscripciones con mayores tasas de abstención fueron también los de la periferia del norte, el sexto (Barriera Milano) y el quinto (Vallette). En Milán, en cambio, el mayor índice de abstención se registró en el centro histórico, el primer distrito, que es también donde Sala registró su mejor resultado y Bernardo el segundo peor.

 

(*) Andrea Fabozzi estudió Economía y Comercio y se ha desempeñado como periodista en diarios como "Liberazione" y semanarios como "Rinascita" y "Avvenimenti". Desde hace veinte años trabaja en "ilmanifesto", donde ha dirigido la sección política, ha sido jefe de redacción y es actualmente cronista parlamentario. Es también profesor de periodismo en la Universidad SuorOrsolaBenincasa de Nápoles.

Fuente: ilmanifesto, 5 de octubre de 2021

Traducción: Lucas Antón