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12.7.21

El 88% de la población siga respirando aire insalubre, pese al parón por la pandemia

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CTXT / El Observatorio Social

Un informe de Ecologistas en Acción señala que las limitaciones de movilidad que se impusieron en 2020 han reducido los indicadores de polución a su nivel más bajo desde 2010. Sin embargo, 42 millones de personas soportan una exposición que supera los límites.

El descenso abrupto de los niveles de contaminación que provocaron las limitaciones de movilidad durante el año pasado no ha evitado que nueve de cada diez personas, un 88,4% de la población, sigan respirando aire insalubre en España. Esta es una de las conclusiones más preocupantes que se puede extraer del último informe anual sobre calidad del aire de Ecologistas en Acción, donde también se han incluido mediciones sobre el índice de protección de la vegetación o los costes humanos y económicos que genera cada año la polución. 

Según el documento de la ONG, basando en las mediciones de 800 estaciones repartidas por todo el país, tanto el volumen de emisión de partículas contaminantes como el número de personas afectadas por la mala calidad del aire registraron, durante el año pasado, su cifra más baja de la última década. Pese a esta mejoría, que la organización califica de "excelente noticia", cerca de 44 millones de personas -apenas 2,3 millones menos que en 2019- han seguido expuestas a unos niveles de polución más altos de los que marcan las recomendaciones de la OMS.

Es decir, las cifras apuntan a que ni siquiera un evento abrupto como la crisis sanitaria y las enormes limitaciones de movilidad han conseguido frenar de forma tajante algunos de los efectos más graves e inmediatos de la contaminación atmosférica, lo que a su vez da buena cuenta de lo profunda y avanzada que está la emergencia climática.

 

Así se puede constatar en el resto de indicadores recogidos por la ONG ecologista, en los que la mejora registrada durante el año de pandemia contrasta con el fuerte deterioro generado a lo largo de décadas de enorme contaminación. En materia de protección medioambiental, por ejemplo, el estudio destaca que "dos quintas partes del territorio español soportaron en 2020 una contaminación atmosférica que incumple los estándares legales vigentes para proteger los cultivos agrícolas y los ecosistemas naturales".

A pesar de que 43.000 kilómetros cuadrados de tierra dejaron de estar expuestos, durante el año pasado, a niveles de contaminación nocivos, un 80% del territorio sigue en riesgo de degradación medioambiental si se usan como referencia los objetivos a largo plazo recogidos en la normativa para el ozono troposférico.

Junto a esto, 2020 ha vuelto a ser el año más caluroso desde que existen registros, y ciudades como Madrid han seguido incumpliendo los límites legales de NO2, cuyo volumen de emisiones se ha desplomando un 27% en el conjunto del país respecto de los niveles medios registrados en el periodo 2012-2019.

A nivel comparado, los datos son mucho más positivos si se atiende a los límites que marca la normativa europea y española, donde los estándares en materia medioambiental son significativamente menos exigentes que los que recogen las recomendaciones de la OMS. Durante el año pasado, cerca de 8,5 millones de personas -un 18% de la población- respiró aire contaminado, según los valores legales que existen a nivel comunitario. Una cifra que supone un descenso de cerca de cuatro millones de personas respecto de lo que se registró en 2019.

Sin embargo, la ONG también recuerda que "la mejoría de la calidad del aire en la última década se ha debido más a razones coyunturales (la crisis económica y la pandemia) que a la aplicación de medidas planificadas". Entre otros motivos, por la falta de actuación de las Administraciones y porque los numerosos planes para mejorar la calidad del aire apenas resultan efectivos contra el problema estructural de la emisiones.

En los últimos meses, numerosos organismos y centros de investigación han advertido de que, pese al descenso de emisiones diarias que provocó la pandemia durante el año pasado, la concentración de gases de efecto invernadero ha seguido marcando máximos históricos, de la mima forma que ha sucedido con las temperaturas. Lejos de suponer un respiro, la recuperación de la crisis podrá traer un aumento de las emisiones contaminantes, tal y como sucedió en la anterior recesión.

Según Ecologistas en Acción, la contaminación del aire causa cerca de 30.000 muertes prematuras cada año en España, mientras que los costes sanitarios derivados de la polución representan cerca de un 3,5% del PIB del país. En este sentido, la ONG asegura que la crisis sanitaria no ha hecho más que corroborar "que la reducción del tráfico en las ciudades tiene claros efectos en la disminución de la contaminación, algo que a su vez supone una importante mejora de la salud pública".


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