bitacora
ESPACIO PARA PUBLICIDAD
 
 

14.6.21

El optimismo de la soledad

imagen

¿Qué es el optimismo? Sostener lo bien que está todo cuando manifiestamente todo está muy mal. Augusto Roa Bastos. Yo el Supremo.

Por Esteban Valenti (*)

En recientes apariciones en la prensa del presidente Luis Lacalle Pou, demostró un optimismo que tiene muy poco que ver ni con la dramática situación de la pandemia ni con la situación económica y social del país.

A ello le agregó dos nuevos elementos, muy peligrosos: la deformación total de la realidad, manipulando datos y promesas. Este es un ejemplo concluyente: https://www.montevideo.com.uy/Columnistas/Opinion--Aclaracion-sobre-importantes-errores-en-los-anuncios-de-Lacalle-Pou-uc789097

En la escalada de la omnipotencia le agregó el insulto a los que discrepan u opinan diferente: Dijo en Bella Unión, con cara de prócer: "Soy el presidente de todos, aun de aquellos que se dedican a caranchear" Los uruguayos no necesitamos explicar a que se refiere, lo entendemos perfectamente. Y nos preguntamos a quien dirige ese insulto ¿A los médicos y sociedades médicas que lo han criticado, a los opositores políticos, a los que se atreven a pensar diferente a él, que conduce con mano tan certera la lucha contra la pandemia que Uruguay ocupa el primer lugar del mundo en cantidad de muertos por habitantes?

Es un insulto grave, muy grave de alguien muy desesperado porque no logra a puro discurso y ahora con insultos, mitigar las heridas del covid que ya alcanzan a más de 5.000 muertos y a casi el 10% de la población que sufrió el virus. Es un discurso de "un supremo" que no escucha ni a sus propios aliados, ni a los científicos, ni a la experiencia internacional. Es él y solo él.

Hay que reconocer que con su soledad parlanchina a logrado que una cantidad importante de uruguayos acepten la alternativa trágica de arriesgarse a morir o que peligre su empleo y su supervivencia, como si el gobierno no tuviera los recursos de todo el Estado para modificar esta trágica ecuación.

Ahora está prisionero de su propia burbuja, si en un arranque de sensatez y de sentido humanitario, decidiera hacer lo que han hecho todos los países que realmente están saliendo de la pandemia, y "bajara la térmica" por tres semanas y se vieran los resultados, quedaría atrapado en su terquedad y en la comprobación absoluta que si se hubiera actuado de esa manera hace tres meses, cuando lo reclamó el GACH, muchos uruguayos hoy estarían vivos, y los caranchos presidenciales no los estarían rondando las muertes evitables.

Los informes de una encuestadora que muestran un apoyo del 60%, refuerzan su decisión de proseguir a cualquier costo por el actual camino en plena soledad, aunque los resultados, diarios e indiscutibles muestran el fracaso del último trimestre en la batalla contra el virus.

El presidente no escucha a nadie y ese es el primer rasgo de la soledad. No escucha a los propios socios de la coalición multicolor a la que le han impuesto una bandera bicolor de su propio partido. No escucha a los científicos del GACH, ni a las decenas de científicos y médicos que se lo han dicho hasta agotarse: con las vacunas no alcanza, se necesitan otras medidas; no escucha a la oposición que representa más del 40 por ciento de los votantes; no escucha a nadie, solo el eco de sus verdades y sus falsedades.

Que en un país con la cultura política del Uruguay un presidente, aplaste de la manera que lo hace a partidos históricos como el Partido Colorado, con la complicidad de una sola persona que tiene tanto odio que es capaz de tragarse un buzón todos los días y llevar a su partido a la destrucción; o un senador-general que en pocos meses levantó un partido con tres senadores y once diputados y el mandatario no le lleva una sola propuesta importante y a lo sumo le tira migajas y por otro lado le impone barbaridades como la entrega por 60 años del puerto de Montevideo, la mayor entrega de la soberanía nacional que se haya cometido. Que pone el Reglamento de Atraque del puerto de Montevideo en manos del operador belga y, como lo dice con todas las letras uno de los mayores expertos nacional en normas marítimas, Edison González Lapeyrre (Búsqueda 3/6/21). Y que no es del Frente Amplio...

El presidente impuso este regalo y todos boca abajo, aunque las grandes navieras, los exportadores, los trabajadores del puerto, otras empresas, no solo el operador de contenedores estén mucho más que preocupados. La voluntad real, veloz y silenciosa debe imponerse sobre los próximos 11 gobiernos nacionales.

Da vergüenza ajena y propia asistir al desarrollo de un plan frío y premeditado para desaparecer a los otros partidos de la alianza multicolor y que no haya reacciones, pero mucho peor es que sus líderes se hagan cómplices del peor desastre sanitario de la historia nacional. No hay cifras que se parezcan ni cerca en toda nuestra historia, no solo tuvimos un infectado de coronavirus por cada 10 habitantes (record mundial) y en este mes de junio con un alto nivel de vacunados, superamos ampliamente los 50 muertos diarios. No tengan dudas que pasaran a la historia. A la peor. Y ya no hay vuelta atrás, los daños están hechos y se podían haber evitado.

La soledad, poblada de servidores acompañantes parece no tener límites, ni fuera de sus filas, ni con los científicos, con los opositores, ni dentro de su propio partido, un partido que siempre se caracterizó y se ufanó de estar integrado por hombres libres. Es notorio que fuera de su círculo, de no más de 4 funcionarios y algunos abogados privilegiados, los demás están en la mira y en cualquier momento pueden pasar a las sombras. Es más que evidente como se maneja la calesita de la visibilidad. Suben y bajan y eso sí, manda al frente, a concretar su entrega portuaria por medio siglo, a los más fieles.

Su voracidad real no tiene límites. Le bajó el dedo al intendente de Canelones, que como todos sabemos no es blanco, sino opositor y del Frente Amplio. No le gusta para el futuro y menos para el 2024, así que con desparpajo trabaja a puras reuniones privadas para promover otra candidatura en el propio FA que le parece más conveniente. Juega fuerte y al omnipotente.

Se sabe, uno de los peligros de la soledad son las apariencias, mucho jarabe de pico, muchas actuaciones, selfies abundantes, gestos y escenografías, truco y el "contacto directo" con sus seguidores.

Los omnipotentes no mienten, simplemente consideran que la realidad es su opinión. Así en una cómoda e interminable entrevista televisiva en un canal "amigo" expuso cual es la realidad oficial, la aceptable. Por ejemplo desmintió que lo que el 7 de febrero el GACH le había solicitado y, Lacalle hizo las cuentas como le pareció - porque también las matemáticas pueden modificarse a gusto -, así que según sus declaraciones en la TV, de las 24 medidas propuestas, no se habían aplicado solo 2 y media. Falso, la agencia internacional AFP Factual comprobó que entre el documento del GACH y las medidas implementadas, solo 14 recomendaciones se aplicaron en su totalidad y siete parcialmente. Y continuó: en Rivera se vacunaron 114 mil personas, y esa es la población total del departamento y para culminar el desborde nos quiso convencer que un papel colgado de en su escritorio son hechos, obras y un país en marcha.

Si se revisa el detalle que brindó relacionado al pizarrón de papel, ninguna, absolutamente ninguna obra ha sido licitada, ni estamos cerca, lo único firmado fue el contrato entre UTE y una empresa china (casualmente...) para construir la línea de alta tensión entre Tacuarembó-Chamberlain-Salto, obra cuya licitación ya venía del gobierno anterior. Ah... y naturalmente la presurosa entrega del puerto por 60 años a los belgas, la destrucción de otras empresas y la desregulación de las tarifas, violando la Ley de Puertos de 1992, aprobada durante el gobierno de Luis Lacalle Herrera que promovía la competencia. Pues ahora, pasando por encima de la Constitución y de varias leyes (la de la competencia incluida) el presidente decreta, ni siquiera se legisla, se decreta el monopolio desregulado del movimiento de contenedores y el reglamento de atraque del puerto de Montevideo. Nunca visto.

Fabricó a su antojo la situación de las negociaciones sobre la flexibilización del Mercosur que no sean movido una micra, o sobre la hidrovía del Uruguay, que solo aparece en sus sueños más profundos.

El manejo de los medios y su presencia en ellos es un modelo. Se sabe un muy buen comunicador y tiene entre sus asistentes más fieles, especialistas en manipular los medios, cambiar directores de informativos, incorporar otros y manejar sus propias apariciones y la de sus colaboradores en el gobierno. El carrusel de las conferencias de prensa y los diversos protagonistas es casi una telenovela.

Cuando muchos periodistas preguntones no le convienen, se organiza una larga entrevista para desplegar hasta las habilidades en el juego del truco, en tono sobrador, cuando el país sufre la peor tragedia sanitaria de toda su historia y en la cantidad de contagiados (4.000 diarios) los muertos más de 55 y los muertos suman 4.600, con una media de más del 1.5% de fallecimientos por contagiados. Ocupamos los peores lugares del mundo, en todos los indicadores. Pero el presidente hace bromas, para cumplir su rol de gran comunicador.

Este fracaso ya irreparable, sucede en un país que acumuló en su historia compartida, la mayor cantidad de médicos por habitantes de toda América (solo Cuba tiene más), la mayor cantidad de ambulancias del mundo, además con médicos a bordo, estamos por lejos entre los primeros en cantidad de camas en hospitales y sanatorios por habitantes. Esto se hizo durante décadas entre todos los gobiernos y partidos.

Y comenzamos tan diferente. Porque al inicio de esta terrible peste, el gobierno del entonces presidente Luis Lacalle Pou fue el correcto, con firmeza, con inteligencia y yo la apoyé y respaldé plenamente,  porque lo principal era salir de esa terrible amenaza, luego todo se vino abajo como un alud, por la burbuja en la que se encerró el gobierno.

En decenas de países que ya están en una clara caída de la pandemia, se complementó la vacunación con drásticas medidas de control de la movilidad, "bajaron la térmica" como pidió el profesor Rafael Radi y el GACH. Por ejemplo lo hicieron en Israel, en Gran Bretaña, que no son por cierto gobiernos de izquierda, lo hicieron en Nueva Zelanda, sobre cuya situación el mintió.

Pero lo más grave es precisamente el impacto atroz que el oficialismo solitario y su campaña está creando en la sociedad uruguaya, donde una parte de sus habitantes ha llegado a politizar tanto la situación que ante los muertos, los enfermos, los internados en los CTI son totalmente insensibles.

Este razonamiento lo recibí por una red y por su lógica implacable debería servir  hasta para un monarca: "hace dos meses que tenemos los peores resultados de todo el planeta. El peor país en muertos per cápita de los 5 continentes. Si dependiera sólo de la gente, quiere decir que tenemos tanta malaliga que de los 7800 millones de personas de este mundo, justo en este paisito, se juntaron los 3 millones y medio de personas  que hacen las cosas peor que todo el resto. ¿No les parece raro?

 

Debo confesar que en toda mi vida, en 59 años de actividad política NUNCA vi tanta gentileza y tibieza de todas las fuerzas políticas uruguayas hacia un gobierno. Enternece.

Siempre conviene recordar otra frase genial de Augusto Roa Bastos, en "Yo el Supremo": Nada enaltece tanto la autoridad como el silencio.

 

(*) Periodista, escritor, director de Bitácora (bitacora.com.uy) y Uypress (uypress.net), columnista de Wall Street Internacional Magazine  (wsimag.com/es) y de Other News (www.other-news.info/noticias). Uruguay.


Atrás

 

 

 
Imprimir
Atrás

Agrandar texto

Achicar texto

linea separadora
rss RSS