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18.01.21

Clima y crisis ecológica: Los aprendices de brujo del Banco Mundial y del FMI (Continuación)

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Por Eric Toussaint| Ecología social

Damos ahora, una serie de ejemplos que muestran el nefasto papel de los préstamos del Banco Mundial en materia de asistencia técnica.

 

Mozambique: El megaproyecto de explotación de gas natural licuado cofinanciado por el Banco Mundial

En julio de 2020, el gigante petrolero francés Total y sus socios firmaron acuerdos de financiación por un valor de 14.900 millones de dólares USD para el megaproyecto de gas natural licuado (GNL) de la zona 1 de Mozambique. Ese acuerdo se celebró como la mayor financiación, nunca realizada en África para un proyecto. Están implicados 19 bancos comerciales, financiaciones públicas de ocho agencias de crédito a la exportación, el Banco Africano de Desarrollo y el Banco Mundial.

La contribución del Banco Mundial consiste en un préstamo de 87 millones de dólares para financiar la asistencia técnica en los sectores del gas y de la explotación minera para favorecer un crecimiento generalizado. Como lo denuncia Heike Mainhardt de Ugerwald, una gran parte de la ayuda del Banco se concentra en el sostén a las zonas 1 y 4, que hacen que Mozambique sea uno de los más grandes exportadores de gas licuado (GNL) del mundo [16]. El desarrollo de ese megaproyecto conllevará varias consecuencias muy negativas: desplazamiento de poblaciones, pérdida de medios de subsistencia de los pescadores y aumento de la crisis climática y ecológica. Por numerosas razones, como lo dice Heike Mainhardt, es importante comprender el papel del Banco Mundial.

«El desarrollo de ese megaproyecto en Mozambique conllevará varias consecuencias muy negativas: desplazamiento forzado de poblaciones, pérdida de medios de subsistencia de los pescadores y aumento de la crisis climática y ecológica.»

En la práctica, la asistencia técnica del Banco Mundial financia a consultores encargados de aconsejar al gobierno sobre cuestiones tales como las políticas fiscales y reglamentarias, y la facilitación de grandes y complejos acuerdos financieros. Los consultores financiados por el Banco ayudaron al gobierno durante años a poner las bases jurídicas y a negociar los acuerdos que permitieron un paquete financiero de 14.900 millones de USD. Durante la consulta apadrinada por el Banco Mundial, una nueva ley que cubre las actividades de las zonas 1 y4 de GNL, fue publicada en diciembre de 2014. Según el gabinete de abogados Shearmen y Sterling, entre las numerosas concesiones, esa ley prevé que ninguna preferencia debe otorgarse a los proveedores mozambiqueños para la compra de bienes y de servicios necesarios. Esa concesión aumentó considerablemente las oportunidades para las empresas de países que, teniendo Agencias de créditos a la exportación, participan en un megaproyecto, y eso, en detrimento de las empresas mozambiqueñas. El Export & Import Bank de Estados Unidos (US Exim) anunció que su préstamo de 5.000 millones de dólares para la zona 1, concierne a 66 proveedores estadounidenses y sostendrá a cerca de 16.400 empleos en Estados Unidos. Es fácil entender que este acuerdo de financiación realizado con la ayuda de consultores pagados por el Banco Mundial no favorecerá la creación de una cantidad importantes de empleos en Mozambique.

Continuando con Heike Mainhardt, según este investigador, desde 2012, el Banco Mundial otorgó préstamos a Mozambique por más de 14 millones de dólares con el fin de financiar contratos del gobierno con, por lo menos, 12 sociedades del Consejo de ayuda para las negociaciones del paquete financiero concerniente a las zonas 1 y 4. Un cierto número de estas sociedades tienen relaciones con las compañías petroleras y, al menos, dos de ellas tienen importantes conflictos de intereses. Además de asesorar al gobierno de Mozambique, el gabinete de abogados SNR Denton también asesoró a varias compañías petroleras implicadas en la zona GNL 1 de Mozambique, como Total, ONGC Videsh Limited (OVL) y Bjarat Petro Resources.

Además en 2016, Exxon Mobil adquirió una participación del 25 % en la zona GNL 4 de Mozambique. En 2018, el Banco Mundial financió un contrato de 2,4 millones de dólares para la asistencia en las transacciones de GNL que implicaban a un grupo de consultores, entre ellos el gabinete de abogados preferido de Exxon Mobil, Hunton Andrews Kurth. Durante ese mismo período, Exxon Mobil pagó al gabinete de abogados 500.000 dólares de gastos de presión en Estados Unidos. Es evidente que en lugar de promover una gestión que pondría al gobierno fuera del alcance de la influencia de la industria petrolera, la ayuda del Banco Mundial la facilita.

No solamente las compañías petroleras y financiarlas se ven favorecidas en detrimento de los intereses de Mozambique, sino que los préstamos del Banco Mundial también contradicen el compromiso de Mozambique y del Banco Mundial con los objetivos del Acuerdo de París sobre el Clima, que comprende la limitación del calentamiento climático a 1,5 ºC.

En noviembre de 2019, los investigadores de varias organizaciones de expertos, entre ellos el Programa de las Naciones Unidas para el medio ambiente, alertaron a la opinión pública internacional y afirmaron que, al ritmo que van las cosas, se produciría un 120 % más de combustibles fósiles en 2030, lo que sería incompatible con un aumento de 1,5 º C de temperatura. En otras palabras, las inversiones en la producción de los combustibles fósiles son ya demasiado importantes.

El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) advirtió en su Informe de Brecha de Emisiones de 2019 que se necesitan reducciones de las emisiones del 7,6% anual desde 2020 hasta 2030 para cumplir el objetivo acordado internacionalmente de limitar el aumento de las temperaturas a 1,5 ° C en comparación con niveles preindustriales. Los científicos coinciden en que es una tarea difícil y que la ventana de oportunidad se está cerrando.

«Al ritmo actual se produciría un 120 % más de combustibles fósiles en 2030, lo que sería incompatible con un aumento de 1,5 º C.» (Programa de las Naciones Unidas para el medio ambiente)

Haciendo ver que reconocía el peligro, como ya lo indiqué, el Banco Mundial anunció en 2017 que pondría fin a la financiación directa del petróleo y del gas, en exploración y producción, desde ese momento hasta fines de 2019. De todas maneras, ese compromiso excluye la asistencia técnica y los préstamos del banco para la política de desarrollo. Los préstamos y el asesoramiento del Banco Mundial estimulan la producción de petróleo y gas, saboteando de esa manera los objetivos climáticos.

Un ámbito particularmente importante que el Banco Mundial continúa apoyando es el de las incitaciones fiscales para las inversiones en combustibles fósiles. En Mozambique para atraer nuevas inversiones fuera de las zonas 1 y 4, el préstamo de 110 millones de dólares del Banco Mundial para la política de desarrollo en 2014 obligó al gobierno a aprobar una nueva ley sobre fiscalidad petrolera. La nueva ley fiscal contiene varias incitaciones a la inversión, tales como tasas de amortización aceleradas para la explotación petrolera y de gas. Esa amortización acelerada de las nuevas inversiones en capital permite a las compañías petroleras amortizar rápidamente las inversiones en capital que, de otra manera, se desvalorizarían a lo largo del tiempo. En otras palabras, las reducciones de impuestos más importantes se conceden al comienzo de la operación, lo que hace a los proyectos más rentables y aumenta el flujo de tesorería que puede dedicarse a un mayor número de perforaciones.

 Surinam (Sudamérica)

Es importante señalar que el Grupo Banco Mundial aprobó una operación de asistencia técnica de 23 millones de dólares para Surinam en julio de 2019, cuyo objetivo es desarrollar las industrias extractivas, que podrían producir petróleo o gas. El Banco Mundial presta medios financieros a las autoridades de Surinam para que abran el camino a las grandes compañías petroleras con el fin de explotar los recursos del yacimiento Guyana-Surinam en detrimento de la población y del medio ambiente. La advertencia del Banco Mundial de que la región se verá gravemente afectada por la crisis climática y la elevación del nivel del mar que eso generará, es más que cínica, como lo declara Jacey Bingler de Urgewald en un informe publicado en diciembre de 2020, en la víspera del quinto aniversario del Acuerdo de París sobre el Clima [17].

Un último ejemplo: el Banco Mundial otorgó en 2019 un préstamo de 38 millones de dólares a Brasil destinados a contratos de asistencia técnica para desarrollar la explotación petrolera.

«El Banco Mundial y el FMI saben perfectamente que sus préstamos servían y sirven para sostener políticas contrarias a los intereses de la población y del medio ambiente.»

Las deudas reclamadas por el Banco Mundial y el FMI son odiosas y deben ser anuladas
El Banco Mundial y el FMI reclaman a numerosos países en desarrollo el reembolso de deudas que provocaron daños incalculables a las poblaciones y a la naturaleza de esos territorios y más allá, a todo el planeta. Esas deudas forman parte de la categoría de deudas odiosas ya que fueron contraídas contra el interés de la población. Efectivamente, para ser caracterizadas como odiosas, las deudas deben haber sido utilizadas contra el interés de la población del país que las contrajo, y ese es el caso. Un criterio adicional es necesario para caracterizar las deudas como odiosas: los prestamistas sabían o no pueden demostrar que no podían saber que la utilización de sus préstamos iba en contra de los intereses de la población [18]. Como lo demuestra este artículo y muchos estudios, incluidos los documentos producidos por el propio Banco Mundial y el FMI, ellos saben perfectamente que sus préstamos servían y sirven para sostener políticas contrarias a los intereses de la población y del medio ambiente. Los pueblos tienen el derecho de reclamar su anulación. Y esto también sirve para las deudas reclamadas por los inversores privados o por gobiernos prestamistas.

 Conclusión

Los partidarios del modelo productivista dominante y del sistema capitalista han comenzado por negar la existencia de un problema crucial, en este caso el de los daños medioambientales y del calentamiento climático, y han continuado promoviendo con fuerza políticas que agravaban la situación. Más tarde, cuando la situación se tornó insostenible, lanzaron la primicia en los medios internacionales publicando un informe sobre el tema, intentando otorgar crédito a la idea de que las instituciones internacionales y los gobiernos de los países más industrializados tomaron conciencia de ese grave problema, de hecho voluntariamente ocultado durante décadas. En resumidas cuentas, los defensores del sistema actual hacen creer que el mismo está en condiciones de aportar una solución al problema del cuál es la causa fundamental, permitiendo así su propia perpetuación. Es urgente comprender que la única solución justa y duradera pasa justamente por el cuestionamiento de este sistema capitalista productivista, estructuralmente generador de daños medioambientales y de desigualdades galopantes.

Traducido por Griselda Piñero

Notas:

[1] Nicholas STERN, STERN REVIEW: The Economics of Climate Change, octubre 2006. Todas las referencias al Informe Stern en el presente artículo provienen de las conclusiones del mismo. Es posible acceder al Informe completo en el sitio Internet del gobierno británico.

[2] Nicholas Stern fue economista jefe y vicepresidente del Banco Mundial de 2000 a 2003.

[3] Lawrence Summers, con ocasión de la asamblea anual del Banco Mundial y del FMI en Bangkok en 1991, entrevistado por Kirsten Garrett, «Background Briefing», Australian Broadcasting Company, second programme.

[4] «Summers on Sustainable Growth», carta de Lawrence Summers a The Economist, 30 de mayo de 1992.

[5] Nicholas Stern y Francisco Ferreira en Kapur, Devesh, Lewis, John P., Webb, Richard. 1997. The World Bank, Its First Half Century, Volumen 2: Perspectives, p. 566.

[6] El PIB por habitante sobrepasa los 20 000 dólares en países de América del Norte (Estados Unidos y Canadá), Europa occidental, Japón, Australia y Nueva Zelanda. Agreguemos que China superó el umbral de 5.000 dólares por habitante en 2010. Sudáfrica superó ese umbral en 2005 y Brasil en 2006, las empresas de esos tres países prosiguen en dosis masiva unas actividades que degradan el ambiente.

[7] Véase especialmente, Éric Toussaint, La bolsa o la vida, Gakoa, 2002, capítulo 9.

[8] Damien Millet y Eric Toussaint, Los Tsunamis de la deuda, Icaria - Intermón, Barcelona, 2006

[9] Citado en el Financial Times, 22-23 de abril de 2006.

[10] Citado en el Financial Times, 22-23 de abril de 2006.

[11] Véase la web de este grupo de presión: Members of the Global Commission | New Climate Economy | Commission on the Economy and Climate, http://newclimateeconomy.net/about/members-global-commission consultado el 14 de diciembre de 2020. Véase una crítica de Daniel Tanuro, ¡Demasiado tarde para ser pesimistas! La catástrofe ecológica y los medios para detenerla, Editorial Sylone, Barcelona, 2020.

[12] Todas las citas provienen de la web oficial del Banco Mundial: Cinco años de liderazgo en el área del clima: el primer Plan de Acción sobre el Cambio Climático del Grupo Banco Mundial»

[13] The International Consortium of Investigative Journalists (ICIJ), «The World Bank is Still Hooked on Fossil Fuels Despite Climate Pledge», publicado el 10 de abril de 2019, https://www.icij.org/investigations/world-bank/the-world-bank-is-still-hooked-on-fossil-fuels-despite-climate-pledge/consultado el 13 de diciembre de 2020.

[14] Aliko Dangote, nacido el 10 de abril de 1957 en Kano, Norte de Nigeria, es un hombre de negocios nigeriano, considerado como el hombre más rico de África. En 2018, durante la visita de Emmanuel Macron a Lagos, Nigeria, el presidente francés mantuvo un encuentro con este milmillonario africano. Aliko Dangote es totalmente favorable a la Zona de libre comercio continental africana. Declaró en enero de 2020 y lo reiteró en noviembre de 2020, su deseo de comprar el Club de fútbol británico Arsenal.

[15] Sandrine Blanchard en colaboración con Fanny Fascar, Astrid Rash y Elizabeth Weydt : «La Banque mondiale investit dans des les énergies fossiles, nuisibles au climat», Deutsche Welle, 11 de abril de 2019 https://www.dw.com/fr/la-banque-mondiale-investit-dans-des-les-%C3%A9nergies-fossiles-nuisibles-au-climat/a-48291776.

[16] Heike Mainhardt, «World Bank policy advice boosts oil and gas, undermining climate goals», 21 de julio de2020, https://www.climatechangenews.com/2020/07/21/world-bank-policy-advice-boosts-oil-gas-industry-undermining-climate-goals/, consultado el 13 de diciembre de 2020.

[17] «Five Years Lost, How Finance is Blowing the Paris Carbon Budget», publicado el 10 de diciembre de 2020, https://urgewald.org/sites/default/files/media-files/FiveYearsLostReport.pdf, p. 20, consultado el 1 de diciembre de 2020.

[18] Para una definición de la deuda odiosa, véase: Entrevista a Éric Toussaint: «Argentina tiene la facultad de rechazar el pago de la deuda», Revista Mugica, https://revistamugica.com.ar/entrevista-a-eric-toussaint-argentina-tiene-la-facultad-de-rechazar-el-pago-de-la-deuda/
Véase también, Éric Toussaint, « La deuda odiosa según Alexander Sack y según el CADTM», publicado el 18 de noviembre de 2016, https://www.cadtm.org/La-deuda-odiosa-segun-Alexandre Sack-y-segun-el-CADTM.

 

(*) Eric Toussaint. Doctor en Ciencias políticas de la Universidad de Lieja y de la Universidad de París VIII, es el portavoz del CADTM Internacional y es miembro del Consejo Científico de ATTAC Francia. Es autor de diversos libros, entre ellos: Sistema Deuda. Historia de las deudas soberanas y su repudio, Icaria Editorial, Barcelona 2018; Bancocracia Icaria Editorial, Barcelona 2015; Una mirada al retrovisor: el neoliberalismo desde sus orígenes hasta la actualidad, Icaria, 2010; La Deuda o la Vida (escrito junto con Damien Millet) Icaria, Barcelona, 2011; La crisis global, El Viejo Topo, Barcelona, 2010; La bolsa o la vida: las finanzas contra los pueblos, Gakoa, 2002. Es coautor junto con Damien Millet del libro AAA, Audit, Annulation, Autre politique, Le Seuil, París, 2012. Coordinó los trabajos de la Comisión de la Verdad Sobre la Deuda, creada por la presidente del Parlamento griego. Esta comisión funcionó, con el auspicio del Parlamento, entre abril y octubre de 2015. El nuevo presidente del Parlamento griego anunció su disolución el 12 de noviembre de 2015.

Fuente: https://www.cadtm.org/Clima-y-crisis-ecologica-Los-aprendices-de-brujo-del-Banco-Mundial-y-del-FMI


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