bitacora
ESPACIO PARA PUBLICIDAD
 
 

30.11.20

Política y libertad

imagen

Por Esteban Valenti (*)

La libertad es aquella facultad que aumenta la utilidad de todas las demás facultades.

Inmanuel Kant

Los uruguayos estamos generalmente sumergidos en un permanente temporal político, donde todas las cosas, o casi todas están relacionadas con los gobiernos, la oposición y los cientistas sociales y periodistas que opinamos sobre esos temas. La sociedad civil, también tiene un profundo sentido  político.

Pero la política no es, ni admite siempre las mismas prioridades. Durante mucho tiempo las izquierdas (que es la política que me interesa analizar, para lo cual debo hacerlo obligatoriamente en relación al centro y a las derechas) tuvo prioridades diferentes a las actuales. Y sobre todo tenía prioridades claras.

En una síntesis necesariamente muy apretada, durante un importante periodo histórico la prioridad de las izquierdas fue demostrar quién era mejor y más de izquierda; luego vino la trabajosa tarea de la unidad en la diversidad y sin exclusiones; mientras otros consideraban que las acciones armadas eran totalizadoras; posteriormente la batalla contra la dictadura ocupó casi todo el horizonte de todas las izquierda;  a partir de la salida del régimen, se trataba de preservar la unidad y disputar el poder con crecientes posibilidades de éxito en un mundo totalmente en desorden; finalmente llegamos a gobernar, primero en  Montevideo y luego a nivel nacional y en varios departamentos; ahora, luego de 15 años de gobierno, la única prioridad parece ser volver a ocupar los diferentes cargos. En especial obviamente los nacionales.

Esta es una síntesis muy esquemática, con el denominador central en cada momento. ¿Cuál el hilo conductor de todo ese proceso, este largo proceso?

En primer lugar aún en momentos donde encontramos la unidad, fue disponer, elaborar y aplicar una línea política. Sin línea política, no hay táctica ni estrategia posible, se vive al golpe del balde, sin capacidad de articular una ruta que se confronte con la realidad, con los cambios, con las líneas políticas de los adversarios e incluso de los enemigos, por ejemplo los golpistas y fuerzas antidemocráticas, le dé la iniciativa a las izquierdas. Y como la gente es inteligente y sabe de política, es imposible entusiasmar y darle un impulso épico a la propia política. Que es lo que sucede hoy de manera muy dura, aunque algunos fanáticos logren explicar todo atacado enemigos, adversarios y disidentes. Siempre los otros.

Hoy la izquierda, cerrado el ciclo del crecimiento y del gobierno nacional, gira y se enrosca casi exclusivamente en torno a posibles candidaturas a algo. A presidente del FA, a presidente de la República, a intendentes y en muchos casos a dirigir las  muchas fuerzas política que lo integran. Incluso su relación con el movimiento social, que fue un rasgo característico del Uruguay, no tiene hoy ningún rasgo bien definido, que no sea someterse a reivindicaciones sindicales.

Ni siquiera ha logrado definir y profundizar en un análisis sobre las causas de su derrota, su alcance, su impacto dentro y fuera de la propia fuerza política, sobre la línea política aplicada por sus adversarios y sobre la nueva situación creada a partir de la pandemia. En síntesis, el FA no tiene una línea política. Ni ninguno de sus principales sectores dan muestra de estar trabajando en esa dirección. Las izquierdas, que en la diversidad, pero en la unidad política no cuentan con una clara línea política, son una gallina sin cabeza. No aciertan ni a picotear ni su alimento.

Sobre este tema, que es naturalmente siempre dinámico, deberemos insistir en el futuro, ahora queremos introducir otro elemento fundamental: para elaborar esa orientación política hay que tener una base teórica y definiciones sobre los principales problemas nacionales e internacionales de esta época. Una base siempre en revisión crítica.

Una base sobre las condiciones materiales y sus tendencias en el Uruguay, en la región y a nivel global. Y este aspecto tiene componentes totalmente nuevas: la sostenibilidad medioambiental, social y democrática  de cualquier proyecto. Y sin bien es cierto que es imposible reducir esas bases teóricas a los límites nacionales, la globalización, es más inconmovible que en el pasado lo fue la revolución industrial.  Uruguay perdió en estos 15 años de gobiernos del FA, su principal bandera de triunfo, el haber iniciado la construcción de un Proyecto Nacional, que era al inicio el corazón de su línea política, desde el gobierno, desde la batalla política y cultural del propio FA.

Basándose en la caída estrepitosa de la relación entre la política y la filosofía, las ciencias sociales, la sociología, la antropología, la economía (no como una simple herramienta de administración) es realmente difícil prever cambios positivos a corto plazo.  

Hay un aspecto central que ha quedado colgado de la táctica de corto plazo, de los vaivenes diplomáticos o comerciales y de poco más y, que es definitorio para el futuro, como lo fue para la salida de la dictadura: el papel central y definitorio de la libertad, como soporte insustituible de la democracia. No se trata solamente de la multiplicidad de partidos (faltaría más...) o de algunas libertades, se trata de la base central de la propia identidad de la izquierda.

La historia de la lucha por el socialismo, la conquista del poder en algunos países - muchos - su derrumbe, tiene directa relación con la libertad y con la actitud de la izquierda y también con sus errores sobre este tema crucial. Una de las peores tragedias que sufrió la izquierda, nuestra ideología, nuestra cultura, nuestra polémica con las derechas, fue regalarle la libertad al liberalismo.

No es una derrota circunstancial, es la base de una desviación de fondo que destrozó inexorablemente la esencia de las ideas de izquierda. Si para poder gobernar las izquierdas necesitan imponer sus opiniones, su poder, sus limitaciones a todo el resto de las fuerzas políticas y sociales, es porque nos dejamos arrastrar a ese terrible dilema, que para obtener la igualdad de oportunidades, hay que entregar partes fundamentales de nuestra libertad. Y la libertad es y seguirá siendo la clave del progreso de las naciones, y la clave de la justicia y de formas superiores de organización democrática. No hay atajos posibles. Las libertades individuales y sociales.

Por la cantidad de citas que acumulé de los grandes pensadores del socialismo sobre la libertad, reproducirlas me impondrían una columna entera. Y algunas no son frases, son largas y fundamentadas frases de esos autores. Que en algunos casos son polémicas y debemos admitirlos, con otras citas, muy abundantes sobre la "dictadura del proletariado" la dictadura de un partido, en definitiva la dictadura de una nueva clase en el poder, elevada al más alto nivel: la burocracia.

En el Uruguay los 11 años de dictadura, los 5 años del gobiernos autoritarios previos, y nuestra propia experiencia han influido de manera determinante en el aprendizaje de parte de la izquierda, pero nos falta mucho, no en materia práctica, en avances en cuanto a nuevos derechos, sino en una valoración central de la libertad en nuestra identidad como definición de la propia izquierda.

Marx escribió que "Nadie combate la libertad; a lo sumo combate la libertad de los demás. La libertad ha existido siempre, pero unas veces como privilegio de algunos, otras veces como derecho de todos." Y Gramsci: "El poder es un centauro: mitad coerción, mitad legitimidad". ¿Cuánto es para nosotros el poder, que parte crece a expensas de la otra en nuestra visión de un gobierno de izquierda?

Más elemental pero clara es Rosa Luxemburgo: "Sin elecciones generales, sin libertad de prensa, sin libertad de expresión y reunión, sin la lucha libre de opiniones, la vida en todas las instituciones públicas se extingue, se convierte en una caricatura de sí misma en la que sólo queda la burocracia como elemento activo"

En otra época, y con otras implicancias políticas inmediatas fue lo que afirmó Jaime Pérez en1989: "Ni dictadura del proletariado, ni dictadura de ningún tipo" Y es bueno recordarlo porque algunos - con buenas intenciones, o se lavan las manos con ese tema o tratan de hacerlo tan elástico, que todos podemos cobijarnos en sus miserias.

La libertad, nunca es neutra, es siempre el resultado de haber vencido a los que nos las quieren arrebatar, reducir, limitar. La libertad es la substitución de un sistema de opresión más o menos terrible. Y como decía Julio Cortázar ·Un hombre es el uso que haga de su libertad. En primer lugar de luchar por su libertad y la de sus semejantes y no una libertad recortada, la más amplia de las libertades, incluso  la libertad de la necesidad.

(*) Periodista, escritor, director de UYPRESS y BITACORA. Uruguay


Atrás

 

 

 
Imprimir
Atrás

Agrandar texto

Achicar texto

linea separadora
rss RSS