26.10.20

Entre autocríticas y embarradas

Por Esteban Valenti (*)

Hay un grupo de personas que son inmunes a toda crítica o autocrítica en el FA, sobre el FA y sobre cualquiera de sus ilusiones evaporadas, porque no se acostumbran. ¡El FA perdió dos elecciones, una atrás de otra, bajando en ambas el caudal electoral y el principal responsable de esas derrotas es el propio FA! ¿No se dieron cuenta, no quieren darse cuenta?

¿Consideran que mordiendo los talones al actual gobierno o envenenados contra todos los que hace muchos meses afirman que se iba en esa dirección recuperaran el gobierno en 4 años y medio y la paz y la tranquilidad de sus almas? ¿No sienten la menor tentación de analizar otras causas que no sea su fanatismo?

El mismo fanatismo que los llevó a ocultar el título universitario inexistente de un vicepresidente de la república, a defender el despilfarro de más de mil millones de dólares en ANCAP y de la enorme cantidad de obras faraónicas fracasadas y costosas. No les preocupa la caída en picada de los votantes del FA en las elecciones internas, en las internas de junio del 2019, en las nacionales y en las departamentales del 2019 Y 2020. Ellos todo lo explican con las cosas que se hicieron y que la gente no entendió y de la falta de una propaganda adecuada. Son sentimientos que comparten dirigentes (no todos) y militantes (los pocos que quedan).

Los únicos argumentos críticos aceptados a regañadientes son los "oficiales", los demás somos traidores.

Pero ahora hay que dedicarse a la política actual, que está vinculada estrechamente al balance de los éxitos, de los resultados, de los cambios, pero también de las políticas equivocadas, de la falta de dinamismo en los cambios, de los errores y los horrores. Nos referimos a cómo afrontar la nueva situación política, el nuevo gobierno de la Coalición Multicolor, la situación económica y social del país, la lucha contra la pandemia y los cambios en el mundo. Hay varios en puerta: elecciones de los EE.UU., elecciones en Bolivia, situación en Argentina y referendo y protestas en Chile, relaciones económicas y comerciales internacionales. Y muchos etcéteras más.

¿Ya se olvidaron de cómo hacer política desde la oposición?

Gran batalla gran, contra la LUC. De todas maneras se votaron más de la mitad de los artículos que salieron por unanimidad en el Parlamento por lo tanto con los votos del FA. Ahora el diablo "la LUC" será enfrentado con la convocatoria a un referendo. ¿Por la vía larga o corta, por todo el paquete o por algunos artículos? Ya lo sabremos.

Craso error táctico y estratégico. Un golpe en la oscuridad, sin las definiciones básicas y claras desde un principio.

En política, tiene que haber prioridades y no se puede cubrir todos los ángulos con la misma importancia, el referendo, es ocultar la incapacidad de comenzar a construir una alternativa, de utilizar la autocrítica, no para acallar los gritos, sino para aprender de los errores y las incapacidades y limitaciones y revisar a fondo los aspectos programáticos y recomponer la idea central: EL PROYECTO NACIONAL.

Si el Proyecto Nacional, eso que se fue desmigajando desde el primer al segundo gobierno y encalló en el tercer gobierno del FA, sin audacia, sin imaginación, todo cubierto con soberbia. Y se pagó muy caro. ¿Escucharon ustedes el mensaje de Tabaré Vázquez al Plenario del FA? Su máximo sentido de autocrítica, fue decir que habíamos perdido las elecciones y había que reconocerlo... ¿Y qué otra cosa queda, que otra cosa puede proponer en tan agudo mensaje? ¿Escucharon alguna mención a sus últimos cinco años de gobierno, alguna crítica, algo que lo hiciera tocar tierra? Nada de nada.

Y no están en un concurso de brillanteces, que por otro lado las verdades no aparecen por ningún lado, están definiendo el rumbo de la principal fuerza política del país. Y con una liviandad absoluta, con importantes sectores en contra, tanto a nivel político, como sindical, sin ningún aliado fuera del núcleo "iluminado" se lanzan a esa aventura.

Poniendo en riesgo cosas muy importantes, como una nueva derrota, que además golpearía al sector social y político más reducido, para utilizar la LUC, parcialmente para plebiscitar a toda la acción del gobierno. Porque ese es el objetivo.

¿No tienen nada que cambiar y que ajustar de sus relaciones con el conjunto de la sociedad, con los sectores no tradicionales del bloque popular, del interior, del campo, de los intelectuales y de los jóvenes? Las consignas derivadas de la LUC, solo aportan a los que no quieren cambiar absolutamente nada en los entes del estado y a abrir de la peor manera un debate sobre la seguridad pública, en un concurso de cifras. Donde de parte del FA hay una decadencia de la seguridad que merecería una revisión crítica desde el 2005 hasta la fecha. ¿O todo lo van a tapar con la plata que puso el gobierno?

¿No tienen nada que elaborar sobre las relaciones con las Fuerzas Armadas, los derechos humanos y una base estratégica sobre su democratización a fondo?

No, el Plenario decidió, que más solos que nunca, sin posibilidad ninguna de ampliar el espectro de adhesión social, con divisiones internas, todo el esfuerzo se pondrá en juntar firmas y eventualmente votos dentro de unos meses. En la Coalición Multicolor deben estar festejando, sobre todo los más inteligentes, que ven cómo se los consolida, se suelda esa alianza para el futuro.

En todos los otros referéndums que ganamos, siempre era un agrupamiento mucho más amplio que simplemente el FA y el PIT CNT. Siempre. Ahora irán más solos que nunca y más desesperados que siempre.

Me gustó el argumento de un dirigente, de que era mejor poner a la gente a juntar firmas a que saliera a la calle a protestar. Que falta de confianza en la gente, en la circulación de ideas y de protestas y que pobreza argumental.

No es un pequeño traspié, que algunos fanáticos y de los otros, quieran defender convocando a los que están en contra a guardar silencio, que ellos encontraron la bandera justa y adecuada para este momento político tan particular, es un error histórico.

Si fracasan estarán comprometiendo cosas mucho más profundas que una LUC, votada en más de la mitad de los artículos por los legisladores del Frente Amplio. Una LUC que tiene cosas malas, que muchos no apoyamos, pero que nunca nos inmolaríamos en esa aventura que nos convoca una fracción del FA, de esa estructura cada día menos representativa y obsoleta.

¿Qué pretenden, recuperar la capacidad de gobernar de a pedacitos? O peor aún ¿Qué el actual gobierno se vea maniatado para gobernar y de esa manera asegurar el GRAN SUEÑO, el triunfo en el 2024? Tan poca confianza se tienen en la capacidad de aprender de nuestra propia historia y construir los triunfos desde la seriedad, la solidez nacional y política y no los manotazos en la oscuridad.

El referéndum sobre la LUC es un viraje muy grande en toda la tradición política del Frente Amplio, es la confesión de una pobreza insuperable en materia política, en la capacidad de agrupar, de convocar a las grandes mayorías nacionales que son necesarias para cambiar en serio este país que tanto lo necesita.

En el fondo y no tanto, hay una enorme pregunta que crece: ¿el referéndum es la principal lección y aprendizaje del FA, luego de iniciar su declive electoral, anímico y político?

(*) Periodista, escritor, director de UYPRESS y BITACORA. Uruguay