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5.10.20

Elecciones: dos pasos para atrás y ninguno hacia adelante

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Por Esteban Valenti (*)

A diferencia del célebre libro de Vladimir Ilich Lenin "Un paso adelante, dos pasos atrás" escrito en 1904, la izquierda uruguaya sigue caminando hacia atrás y ni siquiera se da cuenta.

Las elecciones departamentales y municipales completan el cuadro de un claro retroceso, de una inversión de tendencia con el avance de los sectores del centro derecha y de la derecha y el retroceso claro de la autodenominada izquierda, el Frente Amplio.

En las elecciones del 2020, no solo el Partido Nacional obtuvo 15 intendencias del interior del país, por lo tanto el FA perdió 3 de sus intendencias (Río Negro, Paysandú y Rocha), sino que perdió municipios emblemáticos, en Montevideo el "F" de una populosa zona del nordeste, y en el interior por ejemplo perdió San Carlos y Piriápolis en Maldonado, y Bella Unión en Artigas. No todo va tres bien madame la marquise.

En los 18 departamentos del interior el FA en este 2020 obtuvo 466.994 votos, mientras el Partido Nacional lo votaron 626.776 ciudadanos, una ventaja de 159.782 votos, mientras que en el 2015 el Frente Amplio había obtenido 514.571 y el Partido Nacional 568.602 votos con una ventaja en aquella oportunidad de 54.031 votos. El cambio ni siquiera necesita comentarse. Y salva en algo la situación el resultado de Canelones. 

En Montevideo entre las dos elecciones aumentó 5,021 votos (aumento de 1.12%) y en Canelones aumentó 20.200 votos que representa un aumento del 12.74%, aunque el porcentaje obtenido en este departamento (51.39%) es inferior a las expectativas y a las encuestas.

Una comparación obligatoria es con las elecciones nacionales de octubre-noviembre del 2019, aunque se trata de situaciones diferentes, forman parte de un ciclo electoral y político, con voto obligatorio. En octubre los 5 partidos que hoy forman parte de la Coalición Multicolor obtuvieron: 1.315.178 del total                   y al Frente Amplio lo votaron 949.376 votantes. En el balotaje de noviembre del 2019, Luis Lacalle Pou obtuvo  1.189.313 votos y Daniel Martínez 1.152.271. En Canelones el Frente Amplio es el único departamento donde tuvo un crecimiento importante por lo cual el retroceso de la izquierda institucional es de 20 años, se ha replegado a la zona metropolitana y pierde terreno en el interior del país de manera notoria.

¿Les preocupará a los dirigentes del FA? ¿Motivará el cierre de este ciclo electoral 2019-2020 un análisis serio, profundo realmente crítico o habrá otros argumentos para evitar la autocrítica? ¿Primará el concepto fundamental que para ser de izquierda hay que rendirle cuenta a los ciudadanos y a sus propios electores de las conductas políticas?

¿Las diversas fuerzas políticas que integran el FA analizarán la situación interna, como ha quedado conformado el cuadro interno y sus propios partidos, algunas listas en vías de desaparición que sobreviven por pura ingeniería electoral y no se les mueve un pelo? No las voy a mencionar por simple delicadeza.

Para seguir quiero reconocer que lo que me advirtieron muchos compañeros y amigos que anularon el voto o votaron en blanco de que terminaría votando (por la ley de lemas que funciona perfectamente en las elecciones departamentales) a una candidata que no apoyo en absoluto, porque la considero el epítome de los dirigentes surgidos exclusivamente de los cargos, por lo tanto los reproductores del peor rasgo de la izquierda actual: hay que venir de un cargo para llegar a algo y ascender en los cargos es la suma de todas las virtudes y objetivos. Esas son las trayectorias premiadas y elegidas y el pueblo frenteamplista, en particular en la capital está formado, influenciado y definido mayoritariamente por esos rasgos.

Los fanáticos que son una porción mayoritaria del FA, no admiten la crítica, ni de afuera y mucho menos desde adentro. Es considerada la peor traición y así son sus reacciones y el que gana es el que logra representar de la mejor manera ese aspecto cerrado y fanático del FA. Y eso fue lo que ganó en Montevideo, cargo que genera cargo y discurso para posicionarse como el enemigo de los "otros" y los "otros" los multicolores, obviamente la eligieron como la alternativa, como la otra parte de la polarización y le dieron una buena mano. Pensando en el futuro...

Pero también perdió Álvaro Villar, porque lo maniataron y le impusieron una identidad sectorial que no es la suya y mediatizaron sus principales virtudes: ser realmente independiente, y haber cumplido una labor brillante al frente del Hospital Maciel. Por ello dispararon con todo contra esa faceta y del otro lado el apoyo de la 609 fue abrumador y con errores graves y en los peores momentos. La 609 cuando no es Mujica el candidato, no gana ninguna elección. Presidencias del FA, Intendencia de Montevideo, etc.

Orsi ganó cómodamente Canelones porque piensa, actúa, gobierna, hace discursos y construye relatos como un independiente que quiere representar en serio a toda la izquierda y a todo el departamento. Lo logró en buena medida, pero hay que interrogarse porque en Canelones hubo más del 8% de votos en blanco y anulados. El porcentaje más alto de todo el país.

El Frente Amplio dio dos pasos atrás, uno seguido del otro, no se ha recuperado en absoluto de la derrota de las nacionales del 2019 y no da ninguna señal de discutir los cambios necesarios para reconstruir un nuevo bloque social, económico, cultural e ideal para una nueva etapa de cambios.

Si va a seguir mordiéndole los talones al gobierno nacional y considerando que tiene asegurada la zona metropolitana y que lo que tiene que esperar son los errores de sus adversarios, los pasos atrás serán varios y largos. Y se sabe, cuándo se viene cuesta abajo no es fácil detener la caída y sobre todo invertir la tendencia.

Los tres dirigentes tradicionales, son grandes perdedores, los candidatos a intendentes que apoyaron en Montevideo fueron derrotados.

La pregunta política clave que hay que hacer en Montevideo, es ¿si será una plataforma para planes todavía más ambiciosos o si efectivamente comprenderán que perdió por lejos el intendente que tenía un alto nivel de aprobación (55-60%) lo que demuestra que la relación con el electorado de la capital es extremadamente compleja? ¿Seguiremos aguantando la mugre, los servicios mediocres, las imposiciones de ADEOM, o en algún momento nos pondremos realmente exigente con el gobierno departamental?

Porque pongamos clara una cosa, en Montevideo y Canelones el FA obtuvo el mismo porcentaje de votos, pero por razones totalmente diferentes, en Canelones porque todos reconocen la calidad y los resultados de la gestión gubernamental y la claridad de objetivos de Yamandú Orsi, en Montevideo el FA gana porque primero está la definición partidaria y luego viene, lejos, todo lo demás.

Una experiencia personal: entré a votar al cuarto secreto (¿?) y me choqué con tres mesas que tenían 66 listas del Frente Amplio (las conté en el informe de la Corte Electoral) y una mesita con las 26 listas de los 5 partidos de la Coalición Multicolor. Un apunte, la lista 1 del Partido Nacional tiene por si sola más de 200 mil votos el 58% del total de la candidata Laura Raffo. Y hay otras listas blancas menores. ¿Habrá sido un gran negocio electoral para los blancos la candidatura única de la Concertación en Montevideo?

¿Hay 66 posiciones políticas o ideológicas diferentes en el Frente Amplio o simplemente es la cruda disputa por un cacho de poder que los lleva a presentar 66 listas diferentes, algunas con trampas como la 6009, ilustremente desconocida que apoyaba a la candidata Cosse y obtuvo 19.305 votos...mientras que la verdadera 609 obtuvo 70.390? ¿Será un exceso mío de suspicacia? La diferencia entre Cosse y Villar fue de 21.143 votos...¿Nadie se habrá confundido en la elección de la lista? Si se le sacan esos votos a Cosse y se pasan a Villar, gana cómodo Villar... La 6009 la creó Victor Semproni y sabía elegir muy bien los números. Le dio un excelente resultado.

¿Hay alguna razón seria y fundada para que la lista 6009, ilustremente desconocida obtenga 19.305 votos y la lista 212199 (Asamblea Uruguay y Nuevo espacio juntos) logren 19.010? Si alguien logra una explicación que no sea una maniobra de confusión que siempre se utilizó esa lista, que nos avise.

Parece una anécdota menor, pero la desesperación por el poder, ya nos dio ejemplos claros en las elecciones del 2019, de grupos que eligieron dos senadores y ni un solo diputado...¿Cómo fue posible?

Un balance de las elecciones departamentales y municipales no puede hacerse de una sola mirada nacional, hay que hilar muy fino, porque aunque la tendencia al retroceso del FA es general, excepto en la zona metropolitana e incluye a Salto, donde fue reelecto el intendente Andrés Lima. El FA en Salto en el 2015 obtuvo 40.258 votos y en esta elección del 2020 lo votaron 36.491, con una pérdida de 3.767 es decir una pérdida del 9.4% de los votos. Lo salvó la división entre blancos y colorados.

Hay que analizar la situación departamento por departamento, inclusive en los municipios, si interesa trabajar seriamente para el futuro y las interrogantes no deben ser solo políticas o programáticas, también ideológicas. Algo se hizo mal, desde el gobierno nacional en el 2015-2020, pero también en las intendencias que querían ser reelectas en Río Negro, Paysandú y Rocha, hay que interrogarse sobre la incapacidad de invertir tendencias que tienen muchas décadas. Porque acusan al FA de gobernar Montevideo desde hace 30 años, pero también podríamos interrogarnos porque algunos departamentos reeligen al mismo partido desde hace décadas, incluso con raras excepciones por más de un siglo... ¿Acaso hay que resignarse que hay razones divinas que son impenetrables?

Este es con algunos trazos un primer balance de un observador interesado, que recibirá como siempre el odio de los fanáticos y la sorna de los que me advirtieron que terminaría ayudando a elegir a alguien a quien no apoyo en absoluto. Es mi culpa y la reconozco.

Quiero dejar claro que reconociendo la excelente campaña de Laura Raffo, su inteligencia y su capacidad de vincularse con la gente, de todos los sectores sociales y de polemizar a distancia con argumentos y con seriedad, no era ni podía ser mi candidata. No pertenece a mi proyecto político, ni ideológico.

Votar en blanco y anulado, es muy duro, lo hicieron 126.400 ciudadanos sobre un total de 2:249.590 lo que equivale al 5.6%. del total.

Un último comentario obligado, los uruguayos votando somos unas fieras, contra el mal tiempo, la pandemia, las restricciones a los viajes desde el exterior. Llegado el momento el 83.5% de los 2.694.370 habilitados fuimos a votar. Es lo mejor de este país y su democracia.

(*) Periodista, escritor, director de UYPRESS y BITACORA. Uruguay.


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