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“Estamos viendo la convergencia de una rebelión de clase en cuyo centro se hallan el racismo y el terrorismo racial”

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Por Amy Goodman. DemocracyNow

Intervención de la escritora y profesora de estudios afroamericanos en la Universidad de Princeton Keeanga-Yamahtta Taylor.

SLOWKING

En la mayor revuelta nacional desde la década de 1960, los manifestantes han paralizado ciudades por todo Estados Unidos durante el fin de semana posterior al asesinato de George Floyd, un hombre afroamericano en Minneapolis, a manos de la policía. "Esto no es solo la repetición de hechos pasados", dice la académica y escritora estadounidense Keeanga-Yamahtta Taylor. "Son las consecuencias de los fracasos de este gobierno y del sistema político... para resolver estas crisis". Taylor es profesora de estudios afroamericanos en la Universidad de Princeton.

AMY GOODMAN: ¡Esto es DemocracyNow!, democracianow.org, El Informe de Cuarentena. Les habla Amy Goodman desde la ciudad de Nueva York, y me acompaña mi copresentadora NermeenShaikh desde su casa también en la ciudad de Nueva York. Hola Nermeen.

NERMEEN SHAIKH: Buenos días, Amy. Y doy la bienvenida a nuestros oyentes y espectadores de todo el país y del mundo.

AMY GOODMAN: En la mayor revuelta nacional desde la década de 1960, los manifestantes han cerrado ciudades por todo Estados Unidos durante el fin de semana posterior al asesinato de George Floyd, el hombre afroamericano de 46 años, a manos de la policía en Minneapolis.

MANIFESTANTES: ¡George Floyd! ¡Di su nombre! ¡George Floyd! ¡Di su nombre! ¡George Floyd! ¡Di su nombre! ¡George Floyd!

¿Qué queremos? ¡Justicia! ¿Cuándo la queremos? ¡Ahora! ¿Qué queremos? ¡Justicia! ¿Cuándo la queremos? ¡Ahora! ¿Si no lo obtenemos? ¡Cierra! ¿Si no lo obtenemos? ¡Cierra! ¿Si no lo obtenemos? ¡Cierra! ¿Qué queremos? ¡Justicia!

AMY GOODMAN: George Floyd murió hace una semana, el Día de los Caídos (Memorial Day), cuando el oficial de policía de Minneapolis, Derek Chauvin, lo arrestó y presionó su rodilla contra el cuello de Floyd durante casi nueve minutos mientras Floyd exclamaba repetidas veces sin apenas aliento: "No puedo respirar"; luego dejó de moverse. El viernes 29 de mayo, Chauvin fue acusado de asesinato en tercer grado y homicidio involuntario en segundo grado. Los otros tres policías implicados han sido despedidos junto con Chauvin, pero no han sido arrestados. El gobernador de Minnesota, Tim Walz, anunció que el fiscal general Keith Ellison asumirá el mando de la investigación y de cualquier acción judicial relacionada con el asesinato de George Floyd. En el cruce de Minneapolis donde mataron a Floyd, la gente levantó un monumento y lo declararon un espacio sagrado.

Imagine lo desesperada que tiene que estar una persona para protestar en la situación de una pandemia que ya ha matado a más de 103.000 estadounidenses

Mientras tanto, las protestas continuaron durante todo el fin de semana de costa a costa. La policía reaccionó con violencia ante las protestas generalizadas arrestando a más de 4.000 personas y atacando a los manifestantes con gases lacrimógenos y pelotas de goma en ciudades de todo el país. Coches y edificios de la policía ardían entre las llamas mientras miles de personas desafiaban el coronavirus y aumentaban la violencia policial al manifestarse. Las autoridades han dicho que, solo en la ciudad de Nueva York, resultaron dañados 47 vehículos de la policía. Al menos 40 ciudades han impuesto el toque de queda. La guardia nacional se ha desplegado en Minnesota, California, Illinois, Florida y otros estados. Los departamentos de policía cada vez reciben más críticas por usar una fuerza excesiva contra los manifestantes y, en al menos 50 incidentes separados, atacar a periodistas.

Las protestas se producen cuando el país se enfrenta a su mayor crisis de salud pública en generaciones y al índice de desempleo más alto desde la Gran Depresión de 1929. Durante las protestas del viernes el presidente Trump fue trasladado al búnker subterráneo de la Casa Blanca. El sábado amenazó por Twitter a los manifestantes con enviarles "perros viciosos" y "armas siniestras". También tuiteó que iba a declarar a Antifa "organización terrorista", a pesar de que los expertos legales afirman que carece de autoridad para declarar a una agrupación nacional "organización terrorista", y advirtieron de que tal medida violaría la Primera Enmienda.

La indignación por la muerte de Floyd se produce después de las protestas que llevaron al arresto de dos hombres blancos el mes pasado por la muerte a tiros en febrero de AhmaudArbery, un hombre negro que hacía footing en Georgia, y que posteriormente llevaron al arresto de un tercer hombre, y después de que, en el mes de marzo, la policía de Louisville matara a tiros a Breonna Taylor en su casa, caso que actualmente está en manos del FBI.

Las manifestaciones han sido en su mayoría en el exterior, con muchas personas con mascarillas, por lo que no está claro si provocarán la propagación del coronavirus. Sin embargo, muchos manifestantes arrestados fueron trasladados a cárceles que son focos de covid-19.

Comenzamos con la profesora Keeanga-Yamahtta Taylor. ¿Qué opina del levantamiento popular que ha tenido lugar en todo el país y la reacción de la policía, así como a su espantoso origen el Día de los Caídos, el asesinato de George Floyd?

KEEANGA - YAMAHTTA TAYLOR: Gracias, Amy, por dejarme venir a hablar esta mañana.

Creo que parte de lo que estamos viendo son años y años de ira acumulada. Muchas personas han hecho referencia a la década de 1960, han hecho referencia al caso de Ferguson en 2014, pero creo que es importante decir que no se trata solo de la repetición de hechos pasados. Son las consecuencias de los fracasos de este gobierno y del sistema político, la incapacidad del sistema económico de este país para resolver estas crisis, que se cimentan y acumulan con el tiempo. Y estamos viendo la ebullición de eso.

La pandemia ha matado a más de 23.000 negros. Hablando claro, uno de cada 2.000 afroamericanos de Estados Unidos

Imagine lo enfadada, desesperada y llena de rabia que tiene que estar una persona para protestar en la situación de una pandemia histórica que ya ha matado a más de 103.000 estadounidenses, que ha tenido un impacto terrible y desproporcionado en las comunidades negras. Creo que han muerto 23.000 o 24.000 negros. Hablando claro, uno de cada 2.000 afroamericanos de Estados Unidos ha muerto por la covid-19. Así que imagine lo difíciles que deben de estar las cosas para que la gente salga en esas condiciones. Así, creo que la tensión acumulada en torno a la brutalidad policial, la continuación de la brutalidad policial, el abuso policial y la violencia y el asesinato han obligado a la gente a tener que soportar esas condiciones porque es obvio que, o bien nuestro gobierno no puede hacer nada al respecto, o bien el gobierno es cómplice y elige no hacer nada.

Y creo que también tenemos que añadir a eso la crisis que se está desarrollando en el país, más allá de la brutalidad policial, porque todos sabemos que los vídeos de palizas, abusos y asesinatos policiales han continuado existiendo. De este modo, el movimiento que surgió de las revueltas en Ferguson, que derivó en Black LivesMatter, las condiciones que llevaron a eso nunca dejaron de existir. Y creo que lo que lo ha reavivado, obviamente, es el linchamiento público de George Floyd hace una semana en Minneapolis, pero también las condiciones, el contexto más amplio dentro del cual se está extendiendo. Y debido a esa situación más amplia de desempleo masivo, de la muerte causada por la pandemia, esto no se trata solo de protestas contra la brutalidad policial.

Sin embargo, vemos muchos, cientos, si no miles, de jóvenes blancos en estas revueltas, lo que las convierte en verdaderas rebeliones multirraciales. Y creo que es importante. Algunos han llegado a describir la participación de los blancos como agitadores externos, o me consta que hay informes de supremacistas blancos que se infiltran en algunas manifestaciones. Y creo que son cosas a las que debemos prestar atención, hacer un seguimiento e intentar comprenderlas. Pero creo que no podemos descartar de manera generalizada la participación de los jóvenes blancos, porque tenemos que entender que lo que ha sucedido en la última década también ha destruido sus vidas. Y se ha discutido sobre ello quizás con la generación de sus padres, con la descripción de muertes por desesperación.

De este modo, sabemos que la esperanza de vida de los hombres y mujeres blancos corrientes se ha revertido, algo que, por cierto, no suele suceder en el mundo desarrollado. Y está motivado por la adicción a los opioides, el alcoholismo y el suicidio. Y así, esta generación, cuyas vidas verdaderamente... es decir, si te has graduado en la universidad, tu vida ha entrado en un paréntesis por la guerra a comienzos del siglo XXI, por la recesión y ahora por una pandemia mortal. Y de este modo, creo que estamos viendo la convergencia de una rebelión de clase en cuyo centro se hallan el racismo y el terrorismo racial. Y, en muchos sentidos, nos encontramos en un terreno desconocido para Estados Unidos.

Traducción de Paloma Farré.


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