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Israel-Palestina: Jared Kushner no ve la brutal ocupación que ayudé a imponer

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Por Yehuda Shaul (*)

Como soldado, hice observar dos sistemas legales separados para israelíes y palestinos. El plan de Trump quiere hacer permanente esta realidad.

En una entrevista en CNN la semana pasada, Jared Kushner, uno de los arquitectos del recientemente publicado "Acuerdo del siglo" del presidente Donald Trump, declaró: "La realidad es que Israel está allí [en Cisjordania], y no se va a ir ... No parto del mundo que existía en 1967. Sino del mundo tal como existe en 2020".

Estos comentarios se hacen eco de los repetidos llamamientos de Kushner para que los palestinos abandonen su historia y acepten los hechos tal y como son hoy en el terreno. Solo esto, dice, permitiría a los palestinos avanzar hacia un futuro próspero.

Instaría a Kushner a seguir su propia consejo y observar más de cerca la "realidad" que dice ver.

En las 181 páginas que comprenden el plan de Trump, no hay espacio, ni siquiera una vez, para la palabra que describe la verdadera naturaleza de la situación que se supone que el plan debe abordar: la "ocupación". Este término, aunque seco y legal en su núcleo, resume los últimos 52 años para cada palestino cuyo futuro Kushner y Trump ahora están tratando de dictar.

Cualquier palestino que viva en Cisjordania, ya sea en Nablus, Ramallah o cualquiera de las aldeas y pueblos de las Colinas del Sur de Hebrón o el Valle del Jordán, sabe lo que significa vivir con las consecuencias grandes y pequeña de la ocupación militar.

Y aunque no sé cómo es vivir bajo la ocupación, sí sé cómo es imponer esa ocupación, después de haber servido como soldado de las FDI en las comunidades palestinas que Israel ha sometido a gobierno militar durante más de medio siglo.

Vigilé los puntos de control que dividen las diferentes áreas de Cisjordania. Asalté las casas de las familias en medio de la noche para llevar a cabo arrestos, conduje búsquedas y, con mayor frecuencia operativos cuyo objetivo, simplemente, es "crear la sensación entre la población palestina de ser perseguidos", para usar la jerga oficial de las FDI.

Disparé indiscriminadamente en vecindarios residenciales con una ametralladora de granadas en respuesta a los disparos contra los asentamientos israelíes en Hebrón. Y, en cualquier área dada, a veces en la misma calle, hice cumplir dos sistemas legales separados : un sistema civil con plenos derechos para los colonos israelíes y un sistema militar sin ciudadanía o derechos básicos para los palestinos.

Esta es la realidad que prevalece en el terreno en 2020. Sin embargo, a pesar de la afirmación de Kushner de que ve el mundo tal y como es, esta realidad, que todo residente palestino y soldado israelí en Cisjordania conoce, es de alguna manera invisible para él.

El plan de Trump espera convertir ahora en permanente esta realidad vital. Al anexar una porción considerable de Cisjordania a Israel y llamar a lo territorios fragmentados restantes "el Estado de Palestina", el plan está tratando de obtener la aprobación de la comunidad internacional para establecer unos Bantustanes modernos.

La Casa Blanca ha hecho incluso un intento lamentable de ocultar la fragmentación de este "estado", como se muestra en su mapa conceptual, al dibujar una serie de posibles túneles y puentes para conectar sus tierras amputadas.

Esta infraestructura, asume el plan, compensará la división permanente de Cisjordania y el hecho de que las fuerzas de seguridad israelíes conservarán la autoridad para tomar decisiones sobre que palestinos pueden disfrutar de la libertad de movimiento como sujetos sumisos. Exactamente como hoy, pero para siempre.

El apartheid de Sudáfrica también supuso la creación de bantustanes como una solución a su situación político-demográfica. Creían que era el truco perfecto para mantener, dentro de una sola área, un régimen donde un grupo tendría plenos derechos civiles y el otro se acostumbraría a vivir eternamente con mucho menos. La "solución" del régimen del apartheid fue rechazada por todos los países del mundo.

Ahora, Trump quiere revocar las leyes y normas internacionales vinculantes para legitimar una "solución" de apartheid para Israel y Palestina. Como tal, no fue un plan de paz lo que se propuso en la Casa Blanca la semana pasada: Trump simplemente le otorgó a Israel luz verde para avanzar hacia la anexión.

Aún así, queda un consuelo del espectáculo distópico en Washington: la falacia del "status quo" se ha hecho añicos. La comunidad internacional debe sacudirse la peligrosa alucinación impulsada por el presidente estadounidense. Debe unirse a los israelíes y palestinos que luchan por un futuro diferente y ayudarnos a evitar el apartheid.

Si la comunidad internacional no toma las riendas en sus manos y actúa para detener el plan de Trump, la perspectiva de crear una realidad de verdad, justicia y paz para israelíes y palestinos, se convertirá en humo como esta tierra dividida.

 

(*) Yehuda Shaul fue un comandante de las FDI durante la Segunda Intifada y es miembro fundador de la ONG israelí "BreakingtheSilence".

Fuente: https://www.972mag.com/jared-kushner-soldiers-occupation/

Traducción: Enrique García


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