Las razones de la victoria vs las justificaciones de la derrota

Por Milton A. Ramírez (*)

A pocas horas de realizarse el balotaje la pregunta que va ganado en los ciudadanos interesados en la política refiere a las causas de la victoria de quién gane y las causas de la derrota de quién pierde.

En un escenario abierto, ma non troppo, la atención ciudadana se enfoca más hacia la campaña electoral que al proceso de los últimos cinco años, del cual el resultado electoral será su indiscutible hijo. 

En los últimos cinco años hubo una acumulación de hechos objetivos y de percepciones y lecturas subjetivas.  Así se llega a la campaña electoral con un largo camino donde se acumularon hechos objetivos junto a cinco años donde también se acumularon, en medio de un profunda batalla ideológica, política.

Si se analiza la economía del país y su evolución en estos años de gobierno del Frente Amplio se verá que una buena parte de la ciudadanía tiene presente que hubo un enlentecimiento del crecimiento, una inflación siempre por arriba de las metas, un déficit fiscal con números en rojo - 4,9% del PBI- y una pérdida de más de 50.000 empleos.

Todo parecería indicar que el próximo gobierno heredará una herencia maldita que puede comprometer el ejercicio del gobierno entrante.

Es importante mirar la economía desde otra perspectiva. Este martes, el economista Gonzalo Zunino, CINVE, escribió una valiosa columna sobre esa herencia económica, que con todos su problemas, parece más una herencia bendita antes que maldita o negativa.

La pregunta que se impone es ¿qué pasó durante este gobierno qie no quedó en la ciudadanía esta conclusión a la que llega Zunino en su columna? Es necesario preguntarse ¿qué pasó en el Frente Amplio que dejó crecer y expandirse y ganar la opinión pública una visión catastrófica de la economía? ¿Que hicieron los partidos del arco opositor para plasmar una idea que cautivó a un conjunto enorme de la opinión pública?

Mientras la oposición se abría a la ciudadanía y marcaba sus ideas y opiniones, desde el Frente Amplio se respondió, casi sin fisuras, "nosotros estamos en lo correcto y somos mejores, y uds., no entienden nada", más un sinnúmero de gestos basados en el auto referenciamiento.

Ahora pasemos a un área muy sensible, muy sensible y muy justificadamente: la seguridad pública.

En esta área no hubo un solo número positivo. Todo lo que tenía que salir mal salió mal. Aumentaron los delitos más graves, homicidios, rapiñas, hurtos y un largo etc. La pregunta es ¿de quién es la responsabilidad?¿de quién es la culpa?

Se optó por la más fácil y la que menos explica, o directamente no explica nada: la culpa fue de Bonomi. 

Un ministro puede tener una buena o una mala gestión. Puede incluso que sea un desastre mayúsculo, pero nunca la gestión de un ministro explica el complejo aumento de la delincuencia. Ni el Frente Amplio, ni la oposición, entendieron que el aumento de la delincuencia estaba en la enorme cantera delictiva que genera la exclusión.

Durante cinco años la oposición le apuntó a Bonomi. Poco o nada le importó la enorme grieta social que se profundizaba y consolidaba en todos estos años. Solo pidió aumento de penas y "mano dura" sea esto lo que sea.

Pero hay que decir que el gobierno del Frente Amplio se quedó sin recursos para afrontar la más dramática de las exclusiones. Diagnosticó a siete barrios críticos y lanzó el Plan 7 zonas. Pero ese plan se quedó sin recursos y no se pudo avanzar más. Luego se diagnosticó que eran 25 los barrios que requerían un fuerte intervención global del Estado, pero no se pudo hacer nada por la falta de recursos.

Sí se pudo llevar adelante los operativos Mirador, pero esos planes, eran básicamente represivos. Solo en Casavalle se empezó a aplicar una política pública más global con intervención la Intendencia, el ministerio de Vivienda y otros organismos.

Mientras Bonomi reafirmaba los avances en la gestión del policiamiento, la oposición reafirmaba "renunciá Bonomi". Ni unos ni otros levantaron la bandera de "finalicemos la exclusión y mejoremos la vida de la gente para que esos barrios dejen de ser la cantera de la delincuencia y el narcotráfico".

Es más, desde dentro del Frente Amplio se criticaba con dureza la propia gestión del Ministerio del Interior. 

Mientras al Frente Amplio le faltó unidad interna para diagnosticar y definir políticas públicas y más aún , le faltó presupuesto para avanzar en las soluciones posibles y urgentes, la oposición ni miró para ese lado.

Es importante decir que en lo policial el nuevo gobierno se encontrará con una nueva policía. En una lista rápida se pueden señalar - nuevo modelo de patrullaje (PADO y GRT), - nueva currícula para la formación policial (reestructura de la carrera policial - DNEP),- renovación de armamento (todos los policías con Glock 9mm), - - Guardia Republicana con competencia y despliegue nacional, - comunicación policial segura y encriptada (tetra)- videovigilancia más de 6.000 cámaras instaladas en la zona metropolitana; más de 2.000 para blindar la frontera con Brasil ,- aumento del salario policial ,- GIR - Grupo de Intervención Rápida (PADO en moto),  aplicaciones al servicio de la seguridad (APP 911, APP VD - violencia doméstica), - Unidad de Policía Aérea (4 helicópteros y 2 aviones); - Unidad de Drones (UNAVANT).

Economía y seguridad pública son los dos principales temas de preocupación de la ciudadanía. Sobre ambos hubo tres relatos: uno de la oposición y los otros desde la interna del Frente Amplio.

Cuando el lunes 25, opositores y oficialistas empiecen a realizar sus balances tendrán que pensar muy bien como hacer el balance y el que pierda deberá hacer muy bien su autocrítica. Claro está que una autocrítica salvaje destruirá por mucho tiempo al perdedor, en tanto una autocrítica que solo busque culpables ajenos se mete en un camino sin retorno hacia el caos y la profundización de su propia derrota.

 

(*) Milton Ramírez. Militante político. Navegantes-La Alternativa- Internacional Progresista.