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Islamofobia y judeofobia: algunas reflexiones

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Por Shlomo Sand (*)

Después de la derrota en las elecciones europeas y cara a las elecciones municipales, hacer escuchar en los medios un poco de música "secular" islamofóbica puede permitir, tal vez, recuperar votos perdidos al populismo nacionalista de verdad. La experiencia histórica, sin embargo, demuestra, una vez más, que el rechazo a los extranjeros, del otro, de los que son diferentes, siem

El libro de Philipped'Iribarne: La islamofobia: una intoxicación ideológica fue publicado el 3 de abril de 2019. El autor lo utiliza para convencer a sus lectores de que "el concepto de islamofobia es una ilusión, un espejismo, una intoxicación". Mala suerte para el autor, doce días después de la publicación de su libro, la realidad vino a contradecir su tesis que creía incontrovertible: 49 personas fueron asesinadas en dos mezquitas por un islamófobo loco en Nueva Zelanda.

En los medios de comunicación no hay prácticamente ninguna mención a la discriminación diaria que sufren los musulmanes en los barrios pobres; es una especie de rutina, que no da lugar a ningún informe, y solo produce reacciones públicas marginales. En nombre de la laicidad republicana, la cultura política francesa puede mostrarse así tolerante, y hasta simpática, con respecto al concepto de islamofobia. El reconocido filósofo laico Henri Peña-Ruiz, que en 2004 ya se pronunció con fervor para pedir la prohibición del pañuelo para las estudiantes musulmanes, fue invitado a la universidad de verano de Francia Insumisa para exponer a los activistas de este movimiento lo que es una política laica "auténtica".

Con motivo de su erudita conferencia, el filósofo dijo que "tenemos el derecho a ser islamófobos" y no hay en ello ningún trazo de racismo, porque criticar al Islam no es una señal de racismo. Uno puede compartir de hecho el punto de vista del filósofo del derecho en un marco filosófico de criticar la religión musulmana, como a cualquier otra religión. A condición en esta aproximación teórica de distinguir el Islam de los opresores del Islam de los dominados, así como el Islam radical del moderado: muchos matices que Henri Peña-Ruiz optó por dejar de lado.

Pero ¿por qué un filósofo cartesiano, que vive de las palabras, elige cuidadosamente sus conceptos y conoce perfectamente su uso habitual, mediático e incluso académico, utilizó el mismo, sin embargo, el término "islamofobia"? ¿No hubiera sido más fácil decir, "tenemos derecho a criticar el Islam"? Diciendo islamofobia , de hecho, no implica la crítica racional pero señala, al igual que cualquier fobia, una huella mental de terror y reticencias contra las personas o los temas considerados.

¿Por qué asignar un significado único a un término conocido y que ya está en uso? La confusión de conceptos, o las acrobacias verbales, de Henri Peña-Ruiz son mucho más graves. En una entrevista concedida a la BBC el 29 de agosto, dice otra vez con certeza que la islamofobia "... no es señal de racismo, sino de la libertad de criticar una visión del mundo ..." por contra "la arabofobia o el rechazo de los árabes en tanto que árabes hay que prohibirla, como es obvio, así como la judeofobia". ¡Menuda simetría!

Hasta el momento, sabía que los árabes son personas cuya lengua materna es el árabe; que la utilizan en la vida cotidiana y su cultura laica puede definirse como árabe. ¿los judíos en el mundo tienen una lengua común específica como los árabes? La cultura cotidiana de los judíos no religiosos en Francia, ¿es una cultura común "judía"? ¡A menos que el filósofo piense que los judíos pertenecen a un pueblo distante llegado a Francia! Pero si, como sugiero, el judaísmo es "una" religión, como el Islam y los judíos no son un pueblo-raza, en cualquier caso también se debería prohibir la judeofobia (término que data del siglo XIX y es anterior al de antisemitismo) al igual que la islamofobia.

A pesar de que ha disminuido significativamente en el mundo occidental, la judeofobia (el antisemitismo) sigue estando ahí, disfrazada de nuevos ropajes. Puedo, por ejemplo, referirme a Jean-LucMélenchon, que en relación con el CRIF y sus relaciones con Israel, dijo ante el micrófono de Europa 1, el 17 de Diciembre de 2017: "Todos los franceses independientemente de su religión o cultura, debe defender la perspectiva de la patria en esta materia. La condición para vivir bien en Francia, es no importar los conflictos del exterior. ¡Aquí está el Sena, no el Jordán!".

¡Qué declaraciones  de un hombre de izquierda! La política del CRIF, el apoyo ciego e incondicional a Israel, debe ser denunciada con toda firmeza. El Estado de Israel ha establecido efectivamente un régimen de apartheid en los Territorios que ha ocupado desde hace más de cincuenta años, y cuyos habitantes se ven privados de todo derecho, pero mi crítica de Israel se basa en una posición moral universalista y no en un estrecho "patriotismo local".

Además, todos aquellos que, en Francia y más allá, se definen como judíos tienen también el derecho de identificarse con Israel, de la misma manera que tengo la obligación moral y política de criticar esa posición política. Los refugiados palestinos, y, en general, los árabes que viven en París ¿no tienen el derecho a identificarse con Palestina y expresar su apoyo porque residen cerca del Sena, y no cerca del Jordán? Los afroamericanos, ¿no tenían el derecho, a su vez, de identificarse especialmente con los sudafricanos en lucha contra el apartheid? El mismo Jean-LucMélenchon, no tiene derecho a identificarse con los pueblos y regímenes que están mas cerca del Amazonas que del Sena?

No creo que Mélenchon sea un gran judeófobo, pero cuando en nombre de la patria reprocha a algunos judíos traicionar los intereses nacionales, debe saber que esa fórmula se remonta a una historia larga y triste.

Lo mismo ocurre con la islamofobia "suave" que traviesa las filas de su movimiento, como lo demuestra el apoyo inmediato de AdrienQuatennens, BastienLachaud, DanielleSimonnet y otros a las concepciones de Henri Peña-Ruiz. Después de la derrota en las elecciones europeas y cara a las elecciones municipales, hacer escuchar en los medios un poco de música "secular" islamofóbica puede permitir, tal vez, recuperar votos perdidos al populismo nacionalista de verdad.

La experiencia histórica, sin embargo, demuestra, una vez más, que el rechazo a los extranjeros, del otro, de los que son diferentes, siempre beneficia a la derecha. Y por una sencilla razón: los votantes sienten que es mucho más sincera en sus fobias.

 

(*) Shlomo Sand (1946), nacido en Linz (Austria), emigró a Jaffa (Israel) en 1948. Profesor de la Universidad de Tel Aviv, ha enseñado en Berkeley y París, donde se doctoró con una tesis sobre Jean Jaurès. Célebres libros suyos como La invención del pueblo judío (Akal, Madrid, 2011) y La invención de la tierra de Israel: de tierra santa a madre patria (Akal, Madrid, 2013) han revolucionado de modo crítico la visión del judaísmo y el moderno Israel.

Fuente: https://blogs.mediapart.fr/shlomo-sand/blog/160919/islamophobie-et-judeophobie-quelques-reflexions

Traducción: Enrique García


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