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ANÁLISIS / ELECCIONES 28-A. El nacionalismo domina la política española

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Por Ignacio Sánchez-Cuenca (*)

La comparación entre 2019 y 1996 revela que las posiciones ideológicas en torno a la izquierda y la derecha se han ido asociando con las posturas en torno a la cuestión nacional.

A cualquiera que haya examinado los resultados de las elecciones del pasado 28 de abril en función de la distribución geográfica o territorial del voto, le habrá llamado la atención el hecho de que la derecha nacionalista española se haya pegado un batacazo de proporciones históricas en el País Vasco y Cataluña. En el País Vasco, ninguno de los tres partidos del nacionalismo español (PP, Ciudadanos y Vox) ha obtenido diputados. En Cataluña, el PP sólo ha sacado un diputado, al igual que Vox, mientras que Ciudadanos se ha quedado en 5 (el total de diputados en Cataluña es 48).

Al mismo tiempo, la izquierda ha obtenido sus mejores resultados en Cataluña y País Vasco. En Cataluña, la suma del PSC, los comunes y Esquerra asciende al 62,7 por ciento. En el País Vasco, la suma de PSE, Podemos y Bildu llega al 54,2 por ciento. En ningún otro territorio las izquierdas alcanzan porcentajes similares.

Esta asociación entre nacionalismo no español y apoyo a la izquierda no es casual, como tampoco es casual que en las regiones en las que el nacionalismo español es más intenso, la derecha haya sacado mejores resultados.

¿Hasta qué punto las diferencias entre los bloques ideológicos de la derecha y la izquierda están determinadas por la cuestión nacional? Para responder a esta pregunta, he analizado los datos territoriales de las elecciones del pasado domingo, con la comunidad autónoma como unidad de observación. En concreto, he calculado en cada comunidad autónoma la diferencia en los porcentajes de votos de los bloques de izquierda y derecha. Y a continuación he relacionado esas diferencias con el grado medio de españolismo tal como lo mide el CIS en sus encuestas. En concreto, el CIS introduce una pregunta con cinco valores: "me siento solo español", "me siento más español que (gentilicio regional)", "me siento tan español como (gentilicio regional)", "me siento más (gentilicio regional) que español", "me siento únicamente (gentilicio regional)". El valor 1 es el más españolista y el 5 el menos.

En principio, no deberíamos esperar una relación muy fuerte entre los sentimientos nacionales y el apoyo a partidos de izquierda o de derecha. Sin embargo, por lo indicado anteriormente, no parece absurdo imaginar que las fuertes tensiones nacionales que marcan la política española desde hace años puedan correlacionarse con las preferencias ideológicas de los ciudadanos. En concreto, sería lógico que la oleada de nacionalismo español excluyente se asocie sobre todo a la derecha, pues son los partidos de este bloque los que han enarbolado dicho nacionalismo.

En el gráfico 1 puede observarse lo que ha sucedido en las 17 comunidades autónomas en las elecciones del 28 de abril. En el eje vertical tenemos la diferencia entre el porcentaje de voto a partidos de izquierda y el porcentaje de voto a partidos de derechas. Cuanto más alta se encuentre una comunidad autónoma en el gráfico, mayor ventaja electoral obtiene la izquierda. En el eje horizontal se encuentra la escala de españolismo de 1 a 5, donde 1 es máximo españolismo y 5 nulo españolismo.

 

Pues bien, en el gráfico 1 puede verse claramente que cuanto más fuerte es el españolismo, mayor es el apoyo a la derecha (claramente ocurre así en las dos Castillas, en Madrid y La Rioja, siendo Murcia la comunidad autónoma que más se aleja de esta tendencia). En el otro extremo, vemos que las comunidades autónomas en las que el apoyo a la izquierda es mayor (Cataluña, Navarra y País Vasco), el españolismo se sitúa en sus valores mínimos.

 CUANTO MÁS FUERTE ES EL ESPAÑOLISMO, MAYOR ES EL APOYO A LA DERECHA

La correlación entre las dos variables es muy fuerte (0,75), muy significativa desde el punto de vista estadístico. De hecho, sigue siendo significativa al 13 por ciento aunque introduzcamos como control la media ideológica de cada comunidad autónoma (véase el Apéndice).

Lo que estos datos nos indican es que el conflicto político en España está en la actualidad determinado en buena medida por la cuestión nacional. La ofensiva del nacionalismo español excluyente refuerza el voto a la derecha en las regiones centrales de España y lo hace casi desaparecer en País Vasco y Cataluña.

Esto no siempre ha sido así. Antes de que la derecha adoptara el nacionalismo español excluyente como principal arma de confrontación política, los sentimientos nacionales y regionales no tenían tanto impacto en la política española. Con esta hipótesis en mente, he realizado el mismo análisis con respecto a las últimas elecciones antes de la era Aznar, las de 1996. El resurgir del nacionalismo español conservador es en buena medida consecuencia de la ofensiva política y cultural de la derecha aznarista. Al elegir 1996, nos situamos en la fecha más tardía antes de que comenzara la oleada de nacionalismo español que ha llegado a nuestros días, cada vez con un radio mayor de alcance. Así, en el gráfico 2 puede confirmarse claramente que el apoyo a la izquierda no es función del grado de españolismo en la región (la correlación es sólo 0,32). En Extremadura, por ejemplo, la izquierda tenía en 1996 una ventaja considerable a pesar de que su españolismo medio era considerable.

 

La comparación entre 2019 y 1996 revela que las posiciones ideológicas en torno a la izquierda y la derecha se han ido asociando con las posiciones en torno a la cuestión nacional. Eso explica la curiosa distribución del voto a la izquierda en las elecciones del 28A. El grado de polarización que se observa actualmente en la política española puede ser atribuido en buena medida al hecho de que las posiciones ideológicas y nacionales se refuercen mutuamente al ir en la misma dirección.

NOTA METODOLÓGICA

La escala de españolismo en 2019 es la media de dos barómetros del CIS (por desgracia, la encuesta pre-electoral del CIS no incluye la pregunta). He promediado dos barómetros (los de enero y febrero de 2019) porque en las CCAA uniprovinciales hay muy pocos casos.

Las medias ideológicas de las CCAA en 2019 están extraídas de la encuesta pre-electoral del CIS.

Para los datos de 1996 de ideología y españolismo, he utilizado la encuesta autonómica del CIS (estudio 2228), que tiene una muestra de más de 4,000 entrevistados.

Los datos electorales proceden de la web del Ministerio del Interior.

APÉNDICE

En la siguiente tabla puede verse un sencillo análisis de regresión en el que puede verse el efecto que tiene la introducción de la media ideológica junto a la media de españolismo.

 

(*) Ignacio Sánchez-Cuenca es profesor de Ciencia Política en la Universidad Carlos III de Madrid. Entre sus últimos libros, La desfachatez intelectual (Catarata 2016), La impotencia democrática (Catarata, 2014) y Atado y mal atado. El suicidio institucional del franquismo y el surgimiento de la democracia (Alianza, 2014).


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