Yo votaría al Frente Amplio

Por Esteban Valenti (*)

¿Se quedaron sorprendidos, eh? Es una pregunta que de las más diversas maneras la formulan los periodistas, los votantes y los militantes de diversos partidos y en especial de Navegantes y de La Alternativa. Me refiero al hipotético caso de que haya un balotaje con un candidato del FA y otro blanco o colorado. Sobre este tema se armó un importante revuelo en estos días. Y los revuelos hay que atenderlos.

Hacer olas ante la más mínima duda de que Selva Andreoli pudiera votar al FA en segunda vuelta es un insulto a ella y a los potenciales votantes de Navegantes. ¿Cómo se puede creer que luego de una fractura tan traumática, por razones tan profundas como la falta de ética y de moral y por la sobra de acomodos por parte del FA, argumentada en decena de reportajes y más importante aún, sentida en lo más profundo del alma, se puede dar una voltereta y llamar a votar al FA y que alguien la va seguir. Es simplemente ridículo. Y ese no es el problema.

En realidad no creo que absoluto que nadie haya tenido la mínima duda. Más allá de las declaraciones puntuales en un programa con una pregunta venenosa. En todos los programas declaró que ella personalmente votaría anulado.

Yo en realidad voy a ser más categórico, yo votaría el Frente Amplio con ciertas condiciones:

Que expulsaran a Sendic y De León e hicieran una autocrítica a fondo sobre todos los procedimientos  que se adoptaron por parte del Presidente de la República y el Plenario Nacional del FA en relación a las inmoralidades y la corrupción de estos dos personajes.

Que el Frente Amplio y el gobierno hicieran una profunda autocrítica de las prácticas de acomodos masivos, de clientelismo, idénticas a las de los partidos tradicionales que tanto criticamos y que el FA hizo en la Intendencia de Montevideo y a nivel nacional.

Que se el FA orgánicamente y el gobierno rompiera de una buena vez con la dictadura fracasada y terrible de Maduro en Venezuela y se dejara de rodeos o de apoyos implícitos. Lo mismo con los ladrones con patente de los K, en Argentina. Que eso no quiere decir apoyar el fracaso visible y terrible de Macri.

Y que reconozcan que se hicieron negociados escandalosos con Venezuela, estafando a ese pueblo y siendo un vehículo para corruptelas gigantescas de civiles y militares del régimen de Chávez y de Maduro. No reitero la lista de los negociados, porque me produce asco.

Que el FA reconociera que su política de seguridad pública es un enorme fracaso de graves consecuencias nacionales y sociales y que las últimas cifras son la demostración más evidentes de ese fracaso, no solo del Ministerio del Interior, sino del gobierno y del encare del propio FA.

Y se hicieran los cambios urgentes, apremiantes, incluso en el equipo a cargo del Ministerio del Interior y otros ministerios involucrados. Y que realmente se comprenda que no hay fuerza política, por más omnipotente que se sienta, o por la cara de malo que pongan sus candidatos o por el aporte de otras experiencias internacionales que pueda frenar y hacer retroceder al crimen organizado y difuminado por la sociedad uruguaya. Que hace falta recurrir a todos los uruguayos, a sus partidos, a sus organizaciones sociales y de la sociedad civil, a sus poderes institucionales coordinados y no a este lamentable espectáculo de los cruces entre la policía, los fiscales, el parlamento por el CPP.

Que se analice urgentemente el conjunto de los 64 programas sociales, una dispersión planificada desde 18 de Julio con enormes carencias en su diseño y su ejecución que requieren del aporte fundamental realizado desde los territorios sociales y geográficos. Esos fracasos tienen mucho que ver con el abismo social hoy existente, que tiene muchos menos pobres que a la salida de la crisis, pero en condiciones peores y más comprometidas y que tanto tienen que ver con la inseguridad, que la sufren y por otro lado aportan  una alarmante cantera de delincuentes. Aunque delincuentes hay en toda la sociedad.

Qué fácil es echarle la culpa a una sigla o un código, además votado por unanimidad. ¿El aumento sideral de los asesinatos, tiene que ver con el CPP? No hagan el ridículo, al menos.

Que el gobierno asuma que el segundo y terrible fracaso en la esencia misma de su propia identidad auto proclamada de izquierda, es la educación, habiendo sido el sector donde más dinero se invirtió y que ello es uno de los mayores factores de desigualdad y desintegración social. Y que esté dispuesto a analizar las causas de este fracaso con un profundo sentido crítico.

Que el gobierno y el FA dejen de hacer la plancha con los más graves problemas del país, con el déficit fiscal que pone en riesgo cosas muy valiosas que se conquistaron entre otras cosas con el trabajo de los uruguayos y sus aportes, con el desempleo y cierre de empresas, sobre todo la desprotección de las micro, pequeñas y medianas empresas y que se evalúe críticamente la relaciones sectoriales colocadas por encima de los intereses de la nación. Con las diversas corporaciones.

Que el Frente Amplio de alguna señal de democratización y de equilibrio. Que el estatuto, elaborado en otra época no sea la barricada detrás de la cual se escudan los que están copando el FA, con cada día menos comités y militantes y mayor predominio del MLN-MPP, PCU y ahora del PS ortodoxo y el grupo G8.

Podría seguir con una larga lista, pero con eso alcanza. Como no hay la menor disposición de realizar alguno de esos cambios, de reincorporar el pensamiento de LiberSeregni y los fundadores del Frente Amplio a sus conductas, a sus políticas, a su moral y a su identidad, no hay la menor posibilidad que yo vote al Frente Amplio.

Como tampoco hay la mínima posibilidad que yo vote a blancos y colorados, porque no han hecho la menor autocrítica de porque en los 20 años desde la salida de la dictadura y en los años previos también fueron los responsables del estancamiento y luego de la decadencia de este pequeño gran país. A los únicos que les fue bien fue a los banqueros de asalto, los Peirano y los Rhon y del Banco Pan de Azúcar.

Decadencia, por la falta de un Proyecto Nacional y por sus políticas financieras, económicas, agropecuarias, productivas, sociales, internacionales y por haber desperdiciado el enorme potencial que tenía la sociedad uruguaya al salir de la dictadura.

Por no haber hecho la menor autocrítica, incluso desde un punto de vista humano sobre el drama de la impunidad para los violadores de los derechos humanos y para lograr la verdad y la justicia con los muertos y desaparecidos. Con excepción de Jorge Batlle que hizo un primer intento, con la Comisión de la verdad, porque el sí que era un liberal en serio.

Porque se callan prudentemente sobre los temas de la ética y la moral pues tienen un buen número de esqueletos bancarios, de cambios, de intendencias, de cangrejos y de otras linduras.

Porque no es cierto que no se les caen ideas a los partidos tradicionales, ese es un recurso retórico y falso, tienen ideas, pero simplemente no son las mías, tienen otro enfoque y otra orientación, que reconozco democráticas, que considero que serán fundamental a la hora de encarar algunos problemas que requieren soluciones realmente nacionales y de Estado, no para la galería, sino auténticamente por la Patria.

Por este otro conjunto de motivos, que no son diferentes en la base a los expuestos anteriormente y que están en la base de la formación de La Alternativa, junto con asumir la diversidad de sus integrantes, de sus trayectorias diferentes, del rechazo a cualquier hegemonía, como la rechazamos en el Frente Amplio, es que pautamos nuestra conducta.

Y por eso mismo respetamos plenamente las posiciones de cada uno de los integrantes de La Alternativa, mientras respetemos el acuerdo ético, político y moral que nos impusimos. Ese es el único límite, incluso para el ingreso de otros posibles integrantes.

Nadie quiere reproducir una FA en pequeño en ningún sentido. A los que se asustan por las tensiones y debates me permito recordarles una frase del gran pintor Vincent Van Gogh. "La normalidad es un camino pavimentado: es cómodo para caminar, pero nunca crecerán flores en él."

La política de este país necesita flores, y no versos o millones de dólares repartidos a diestra y siniestra.

(*) Periodista, escritor, militante político, director de Bitácora y Uypress. Uruguay